Renacer

15 0 0
                                    


Algún tiempo después llegue a Fireloops junto con mi hija, empecé de nuevo, seguí hablando con Alex, hablamos mucho, a diario, me contaba de su vida, de sus planes, me decía que tenía problemas con Cleare y allí estuve siempre porque lo seguía amando. Un día de diciembre, Alex me dijo que fuera a visitarlo porque era el bautizo de su hijo, yo tomé el primer avión, y junto a Anastasia llegamos a su casa, acompañamos a la familia al bautizo, y tuve una discusión con Cleare , Alex y yo peleamos, y fuimos a un motel a celebrar la reconciliación. 

Alex: sabes que mañana será el último día?- quedé allí perpleja, no sabía a lo que se refería.

Llegue a la casa de mis padres después de que Alex me dejó en ella,  e intenté dormir, pero fue en vano, no tenía sueño porque durante toda la noche estuve pensando en lo que dijo Alex... 

A las siete de la mañana, él me escribió y me dijo que nos viéramos en el mismo lugar de siempre, que no fuera con Anastasia, así que la dejé en casa, me arreglé y me fui a ver con él, cuando lo vi, mis lágrimas no se contuvieron, presentía que algo malo iba a pasar... y así fue corto conmigo y me volvió a destrozar. 

Volví a Fireloops. 

Los días pasaban uno tras del otro, se volvieron semanas y luego meses. Hace siete meses que no te veo y cada día te extraño más, pensé que serías el amor de mi vida, y estaba tan segura de eso porque lo veía en tus hermosos ojos marrón, pero me equivoqué. -pensaba- 

Empecé a trabajar en una galería después de que me graduara de arte, trabajé duro para convertirme en quien quería ser, me sentía fuerte pero a veces débil porque seguía extrañándote, eras como un virus que invadía mi alma, mi mente y mi todo, y aunque suene estúpido siempre espere un mensaje tuyo, algo que me indicara que tu me seguías queriendo, y así pasaron los días extrañándote, te hice cartas, te dediqué canciones y me tragué mi orgullo por escribirte, quería recuperarte Alexander, pero tu nunca volviste a mi. Desde que me fui, te escribí cartas, cartas que pensé que nunca leerías, y ahora sé que es el final. 

Uno a uno, mes tras mes, están escritas las cartas que hice para ti, y ya no importa si las lees, solo estaré feliz por saber que esta historia de amor perfecta que una vez ideamos quede resuelta, seré feliz con nuestra hija, nunca tuve el valor de decirte que tu salvaste y condenaste a tu propia hija, y dejaste atrás a la mujer que siempre estuvo contigo, a pesar de tus problemas o de las cosas que no le gustaran. Es increíble como después de todo ese amor que me juraste ahora solo queden vacíos, es increíble que cambiaras así, es increíble que dejarás al amor a un lado por algo que te dijeron, por comentarios de tus amigos o de tu familia, ellos no vivieron lo que tu viviste a mi lado, no vieron los esfuerzos que hacía por ir a verte, o las veces que me devolvía a casa con el bus lleno. Yo siempre me sobrepuse a eso porque en verdad te amé, y a pesar de toda la mierda por la que pasé, estuve a tu lado y nunca te dejé ir. 



Y aquí empiezan los escritos

Día que terminamos:  

Mi corazón esta latiendo muy rápido esperando la llegada de él, tengo tantas ganas de llorar, siento un vacío en el pecho, pero me mantengo fuerte. Ya he llorado mucho y apenas han pasado dos días, probablemente hoy sea el último día que lo vea y eso me llena de conmoción y nostalgia, pero a la vez me hace pensar que di lo que tenia que dar, en realidad di todo de mi para que esto funcionara, tenia tantos planes con él, planes que quizá nunca se cumplan, pero yo por mi parte haré cosas y cambiaré para ser una mejor persona, tengo fe en que seré mejor. Tengo las manos frías y la cara caliente, por mi mente pasan tantos recuerdos, tantas cosas que me estrujan el corazón, a donde irán las lágrimas de un corazón roto, que pasa con todo ello, quien se queda con todo ese amor, será que solo es algo que pasó y ya, o es algo que permanece en nuestras memorias. En estos días he entendido las canciones de desamor, todos esos versos que tratan de mostrar a un corazón roto, y lloro, simplemente no puedo guardar estos sentimientos de derrota, de haberlo dado todo y recibir poco, de estar esperando algo que nunca llegaría, duele entender que no fui suficiente, que no apreciaron todos los esfuerzos que hice por ser mejor, pero así estamos, y tengo que ser fuerte para los días que vienen. Algún día volverá a salir el sol en mi corazón y mientras tanto solo esperaré y lucharé por lograr mis sueños. 

Una fotografiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora