Yo soy el titan (Edición)

Titan femenino

Llegué con Annie a la instalación de la policía militar y nos instalamos rapidamente.

Annie.- Recuerda que tenemos una misión en tres semanas.

Tú.- No, tú tienes una misión.

Annie.- ¿Y quién es el que me ayudará a salir del muro y se encargará de conseguir la capa de la legión de reconocimiento?

Tú.- Solo haré eso.

Annie.- No, intenta conseguir la ubicación del titan fundador.

Tú.- Intentaré intentarlo.

(Silencio)

Annie.- Diría que odio estar con un idiota como tu, pero es mejor que estar con Reiner o Bertholdt.

Tú.- (Burlón) Muchas gracias, me siento halagado.

2 semanas después

Averigüe la posición de la Legión de Reconocimiento y me adentré en su cuartel por la noche con un cubre bocas que ocultara mi identidad para conseguir dos capas para la misión, cosa que no se me complicó, pues estaban en una habitación.

Tú.- -Debí preguntarle su talla a Annie-

Krista.- ¿Qué hace la policía militar aquí?

Me quedé inmóvil. Acababa de ser descubierto.

Krista.- Ese cabello ¿Eres tu ____?

Tú.- -Parece que no lleva equipo de maniobras-

Krista.- Si no respondes voy a alertar al resto.

Tú.- Si, soy yo.

Krista.- ¿P-por qué estas aquí? ¿Por qué te estás llevando dos capas nuestras?

Tú.- Órdenes de arriba.

Krista.- ¿A qué te refieres?

Tú.- No lo sé. A uno de mis superiores se le ocurrió mandarme por dos de estas, le pregunté para que, pero me dijo que no era de mi interés, ahora que las tengo... me retiro.

Salí de la habitación.

Krista.- E-espera.

Tú.- Fue bueno verte, Krista, pero me tengo que ir, tengo trabajo que hacer.

Armin.- ¿____?

Me alerté y volteé a un costado para ver a todos mis compañeros en el pasillo y obviamente me notaron.

Connie.- Hombre, a los años.

Jean.- ¿Sabes algo? Extraño tirarte todos los días de la cama para que te levantes.

Reiner.- Me imagino que tus superiores te enviaron aquí.

Reiner me salvó el pellejo.

Tú.- Si. Y como ya cumplí con lo que me mandaron a hacer me voy retirando, pero es bueno poder volver a ver a todos.

Me empecé a retirar, pero me detuve, pues puedo aprovechar para crear una cuartada o que no averigüen mis intenciones.

Tú.- En una semana saldrán de los muros ¿Verdad?

Mikasa.- Así es.

Tú.- Déjenme pedirles una cosa.

Bertholdt.- Que raro, no sueles estar pidiendo favores.

Jean.- ¿Qué es eso que quieres pedirnos?

Tú.- Sobrevivan, solo eso.

Todos me asintieron y yo abandoné el lugar para regresar al cuartel de la policía militar.