Capitulo VII

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Encuentros


Una vez ya en el autobús me dispuse a checar mi móvil, tenía un mensaje reciente de Andy.

—"Terminaste tu proyecto?"
"Puedo ayudarte
".
9:20 a.m

—"Seguro, nos vemos en la biblioteca?"
"Perdón por apenas responder, te cuento luego."

12:34p.m

Espero y no se enfade por tardar en responder.

—"Genial, te veo a las 5 ahí."
12:36p.m

(...)

Una vez ya en casa saque el dinero de mi mochila.

—Joder.—esa fue mi única palabra al ver la cantidad de efectivo que había en ese jodido sobre.
Aproximadamente 5,000 mil dólares, este bastardo debe tener bastante dinero como para soltar 5mil de un tiro.

Con esto y mi sueldo seguro podré adelantar los pagos y comprar un poco de ropa nueva.

(POV de Frank)

Genial había pasado la noche con ese mocoso, si Alicia no me hubiera abofeteado esa jodida noche y no lo hubiera encontrado nada de esto podría suceder.

Bendita mierda de suerte que tengo.

Brr brr (sonido de celular)

Quien cojones es?!

Alicia

—"Tenemos que hablar,
No me has depositado mi
Jodido dinero.
"
2:39p.m

No me jodas con esta zorra
 Alicia era su sugar baby pero como se dan cuenta ahora es Chris por eso ella le pide el dinero 

—"Dinero?, acaso follamos?
Debes estar jodidamente loca jaja".

2:40p.m

Rápidamente guardo mi celular y me dirijo a la salida, si bien debía ir a encontrarme con mi madre que le había prometido desde la semana pasada verme con ella pero habían surgido tantas cosas que ya no me daba tiempo de verle.

Salí rápidamente hacia el auto, habíamos quedado a las 5 en el Restaurante 'Rochette'.

Durante el camino me percaté de dos jóvenes que me resultaban bastantes familiares, al acercarme con el auto pude percatarme de que era Christopher, vaya mocoso, supongo que va a gastar el dinero que le eh dado.
En fin no es mi problema.

(...)

Al entrar al restaurante pude percibir la silueta de una mujer de 50 años, bastante conservada la mujer, así es era mi madre.

—10 Minutos tarde Franklin.—resopla molesta.

—Deja de llamarme así madre, y despreocúpate no te deje plantada jaja —solté sarcástico.

—Bien, pidamos.—dijo.

Al rato de media hora conversando cosas innecesarias, empezó a interrogar.

—Ya conseguiste mujer? No tienes 20 años Frank.—preguntó sin mirarme.

—Me gusta mi vida sin restricciones.—respondí sin darle importancia.

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