¿Puedo amarte?

XX

El incomprendido yo

El trayecto a casa era largo, el atardecer estaba apareciendo, no puedo engañar a nadie. han pasado algunos meses ya, le extraño pero en realidad esto es lo que soy...

Difícil y problemático.

¿Cómo unos pequeños ojos rasgados pudieron desaparecer de mi vista? No puedo correr porque soy lento, tampoco puedo huir porque no hay a donde ir.

llegue a casa y lance mis llaves hacia el sofá, el panorama era solitario y nauseabundo, tenia todo pero en realidad estaba vacío, me recosté sobre el gran sofá y quede inerte a la nada de la habitación. saque mi teléfono y busque entre los contactos su número, quería escucharlo así que decidí llamarlo, un timbre fue suficiente para darme cuenta que el numero ya no existía, era definitivo el ya no estaba en mi vida y todo este tiempo había reprimido el echo de querer ir tras de el.

Decidí cerrar mis ojos y dormir un poco, mañana debía comenzar mi día nuevamente.

(...)

(POV Christopher)

Era lunes, no había nada de motivación ni mucho menos ganas de seguir, me levante de mi cama y tome una ducha, tia había dejado en la mesa de estar el uniforme; me aliste como de costumbre
y baje a desayunar.

no dije ninguna palabra y comí en silencio, sentí como mi teléfono vibro y decidí sacarlo por debajo de la mesa, era Paul.

—Hey Chris, vayamos juntos, estaré esperando en la parada.

7:45a.m

Termine el desayuno y agradecí, me levante para tomar mi mochila y salir de casa, fui detenido.

—Christopher, por que no vienes con nosotros en lugar de tomar el autobús. —comenta mi tío.
—Iré con Paul, el se ofreció antes a llevarme, gracias. —respondí. vi de reojo como mi primo me miro con desdén y solo salí de la casa.

Comencé a caminar y vi a Paul a lo lejos, el clima fresco, la brisa movía mis cabellos lacios... me sentía vacío. Como si el sonido del cantar de los pájaros ya no fuera musica, solo pequeños pitidos en un volumen bajo, casi como una melodía de piano en medio del centro comercial tan baja que solo unas cuantas notas logras escuchar a lo lejos. me acerque a Paul lentamente y este rápido voltea a verme, unos lindos ojos eh de decir, sonrió y doy solo una media sonrisa.

—Has estado esperando mucho?—pregunto ya frente el y su motocicleta.

—Solo lo necesario, pequeño Chris.—responde.

Subo a esta y nos disponemos a ir a la preparatoria. La brisa de aire ahora es mas fresca y fuerte, mis pensamientos seguían ahí pero el viaje los acorto, cerré los ojos y disfrute; al paso de 10 minutos ya estábamos fuera de la escuela, rostros nuevos, olores nuevos y sentimientos nuevos, mi ultimo año aquí y siento como si estuviera retrocediendo extrañando a mi antiguo yo y las cosas que tenia antes.

bajamos de la moto y me dispuse a caminar detrás de Paul, podía sentir algunas miradas.

—Oye Chris, te parece si entras primero, iré a fumar un porro antes de clases.—comento. solamente asentí y comencé a subir los escalones para ingresar a las instalaciones.

Este lugar era tan común como la preparatoria en California, busque la sala de orientación para preguntar por mi aula, una mujer robusta de cabellos castaños me atendió, si puedo describirla tenia rasgos latinos, una piel trigueña y unos ojos almendra, era hermosa y tenia un maravilloso carácter.

—Hola, buen día cariño; debes ser el nuevo chico transferido, bienvenido.— comentó.

—Lo soy. —respondí dando una leve sonrisa.

—En un momento te daré tu horario y te acompañaré a tu primera clase.—comenta levantándose de su silla, tomando la hoja de la impresora y dirigiéndose a la puerta. Me dispuse a seguirla, en el trayecto al aula ella solamente continuó hablando y explicándome algunas cosas del aula y todo lo correspondiente a eso.

Entre al aula y tome la mesilla del fondo, era un grupo mediano, razas y géneros variados. No sentía absolutamente emoción en mi cuerpo y era notorio mi desinterés por estar ahí, como si mi felicidad y todo lo relacionado con eso hubiera sido apagado, me sentía completamente en automático para ser sincero, pensé que huir de Frank y todo los sentimientos atormentándome me harían poder respirar pero estar aquí me hace sentir en total alerta, siento el trauma en mi garganta, el que haya sido profanado con crueldad me hace sentir tan sucio, tan usado.

El día fue así de monótono, hablé con algunos compañeros durante los periodos pero solo lo necesario, era el almuerzo, rondaban las 11 a.m y recibí un mensaje de Paul nuevamente:

"Sal al patio, comamos algo."

10.58 a.m

Solamente lo vi y me dispuse a salir del aula, recorrí un pasillo largo que daba a dos puertas transparentes, jovenes por doquier y a lo lejos bajo el árbol estaba Paul, era una buena imagen para ser sincero, la brisa movía las ramas del árbol y pequeñas hojas caían, bastante cliché para ser sincero. Paul era atractivo. Solo eso.

—Hey— comente llamando su atención.
—Que tal tu primer día?—pregunta.
—Suficiente cansado jaja, lo normal en los primeros días, no?—respondí desganado. Este solo me observa por unos segundos y lanza su pregunta.
—¿Qué ocurre contigo?—pregunta.
—¿A que te refieres?
—Venga, te conozco. Poco pero lo hago, hace unos días estabas bastante emocionado por estar aquí. Pero te noto realmente apagado.—comenta mirándome.
—Cansancio mental...supongo.—digo mientras que miro hacia arriba. Este solo asiente y se levanta.
—Bien, no insistiré en que me lo digas, que sepas que estoy aquí, Chris. Entro primero, ten buen día.—responde y dobla sus talones para irse. Miro su silueta desaparecer entre la gente, el no debe saberlo. Nadie.

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Nota de autor:

Ha pasado un tiempo, querido lector. Gracias por esperar estos tres años en hiatus, la historia se retoma y con ella la vida de Chris y Frank, apoya como siempre.

Espero estes bien.