Capítulo 14

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MERAKI.

- ¡¿Ibas a besarlo?! - Exclamó Pepper mientras hacía mi tarea física y yo le contaba lo que sucedió, desde mi cama, con los colores subidos al rostro.

- Sí pero no. - Me encogí de hombros. - Bien, sé que fue una locura, pero... No tengo explicación, solo comencé a sentir muchas ganas.

- En serio, eres una descarada. - Resopló Pepper masajeando el puente de su nariz.- ¿Y qué harás? Mañana lo verás de nuevo ¿Qué querías confirmar con eso, Porcelana? No haces cosas como esas solo porque sí. - Continuaba escribiendo, pero sé que su atención estaba en mis palabras.

- Bien...- No tengo idea, la verdad no soy una persona que haga planes frecuentemente. - ¡No lo sé! ¿De acuerdo? Solo quería besarlo, tiene labios gruesos, podrías sentarte en ellos y rebo... - Me detuve al recibir la mirada seria de Pepper. - Lo siento.

- Eso se llama "Tensión sexual" y tú estás que explotas de ella. - Le lancé una almohada y ella comenzó a reír. - No eres tan inocente, Meraki, ya no te chupas el dedo, ahora chupas otra cosa.

Me reí a carcajadas sin poder evitarlo. No soy una niña dulce e inocente pero definitivamente no soy una zorra tampoco.

- Bien, sé que es tensión sexual pero nunca pensé sentirla tan intensamente con alguien.

- La única vez que estuviste a punto de coger estabas deprimida y tuve que salvarte. - Me recordó con sorna y yo giré los ojos. - Y aún no supero que haya sido con el profesor de inglés.

- Cierra la boca. - Dije entre risas. - Quizás fue una tontería, pero no fue una mala experiencia.

- No diré más, eres una pequeña zorra virgen. - Me reí a carcajadas y la miré con una ceja enarcada.

- Y lo dice la perra que me robó a mi primo. - Ella abrió los ojos y me miró.

- Es solo una tontería, solamente tenemos sexo y ya...

- Y comen pizza juntitos. - Lancé besos en su dirección y giró los ojos riendo. - No me engañas, Pepper, ni tú te crees que es solo eso.

- No estoy enamorada de él. - Me lanzó la almohada que le había lanzado y yo continué riendo.

- Pepper, no te engañes, de pequeña te encantaba sentarte en su panza y saltar; ahora también, pero sobre otra cosa. - Ella lanzó una enorme carcajada y al lanzarse para atrás, cayó de bruces contra el piso provocando que siguiera riendo aún más fuerza.

No medí la distancia entre el piso y la cama y terminé estrellándome contra el piso a su lado.

Nos quedamos en el piso solo jugueteando y riendo hasta que mamá nos llamó para comer con ellos.

- Así que, Pepper. - Llamó mamá mirando con severidad cómo Pepper masticaba con la boca abierta. - ¿Aún no sabes nada de tu abuela?

- Pues... tío Lee. - Tragó lo que tenía en la boca y luego continuó. - Le prohibió hablar conmigo por cualquier medio así que no he podido hablar con ella.

- Pepper, sabes que si necesitas a alguien que golpee a tu tío Lee, yo soy el hombre. - Acotó papá haciéndonos reír.

- Eres afortunada de ser hija de uno de los mejores boxeadores de la historia. - Tras esas palabras asentí con una gran sonrisa y observé a mamá y papá.

Papá batallaba por cortar la carne y mamá tomó su tenedor y su cuchillo con gusto para ayudarlo con eso. Las personas suelen pensar que papá es un hombre dominante y duro, que no hace nada en casa; de esos típicos que hacen lo mínimo y son tontos, pero no, de hecho papá es muy atento con nosotras y, a pesar de tener entrenamientos por muchas horas, siempre está para nosotras; papá se encarga de estar al pendiente de mi salud y de la de mamá, prepara la cena de los fines de semana y se encarga de estar al pendiente del personal de cuidado de la casa, sumando claro de cuidar del abuelo Juan, de mi tía, y de todos mis tíos. Papá es como el gran, musculoso y escalofriante ángel guardián que todos quisieran. Es el ejemplo perfecto de cómo se trata a una mujer y no voy a permitirme estar con alguien que me dé menos de lo que papá me ha dado.

- Hija, últimamente te veo llegar en un auto ¿Los salsas vendieron la camioneta? - Miré de inmediato a Pepper en petición de respaldo y ella se encogió de hombros.

No puedo mentirle a papá, soy terrible en eso, nunca lo logro.

- Pues... - Piensa, piensa. - Los Salsa y Pepper están castigados así que me está trayendo un compañero de grupo.

Papá enarcó una ceja apenas escuchó "Compañero" en masculino.

- ¿Por qué están castigados? - Preguntó mamá aun cortando la carne de papá.

- Ellos... - Carraspeé y Pepper se alejó de su plato con nerviosismo. - Se metieron en una pelea.

- No me sorprende de Pepper, pero ¿Los chicos peleando? - Preguntó papá. - ¿Por qué aún no conozco a tu compañerito?

- Uno, si, pelearon porque... Estaban defendiendo a Pepper. Dos, me traerá solo por esta semana, mientras se acaba el castigo.

- No es eso lo que pregunté. - Dijo papá con severidad y los nervios comenzaron a subir en mí.

- Es nuevo, pa, por eso no lo conoces. - Tomé su mano y la acaricié sintiendo como se relajaba. - Quizás lo conozcas después, no te preocupes.

- Meraki, mi amor. - Llamó mamá mientras acariciaba ella la mano de Pepper. - No nos habían contado sobre eso.

- No me pareció importante, mamá, solo será durante esta semana así que no pensé que fuera necesario, ustedes siempre están muy ocupados.

- Lo estamos, pero siempre tenemos tiempo para ti. - Comenzó a decir papá haciéndome sonreír sin poder evitarlo. - Así que, si pasa algo, debes decírnoslo, o solo a mí, me gustaría practicar mis derechazos con una carita débil de secundaria.

- Caleb.- Regañó mamá con severidad haciendo a papá sonreír y guiñarle el ojo, provocando que mamá se sonrojara y Pepper me mirara con una mueca de asco.

A veces me pregunto por qué no tengo hermanos aún, digo, no es como si mamá y papá no fueran muy activos, si saben a lo que me refiero, pero... Es algo desconcertante, con todo lo que hacen en una noche, es increíble que no tenga ya siete hermanos.

No lo sé, me gustaría cuidar de alguien más que yo...


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