Capítulo 1. El asesino regresa.

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La corbata del traje le apretaba de una manera insoportable, pero Allen sabia a regañadientes que no debía quitársela, ya era un adulto y debía guardar respeto por situaciones formales, sobre todo cuando se trataba de un funeral.

Suspiró dándose cuenta de que había vuelto, luego de cinco años, a su país de origen, pero jamás imaginó que volvería en una situación tan trágica como aquella. Una pequeña lagrima rodó por su mejilla al darse cuenta de que la ceremonia había terminado y que la tumba ya estaba bajo tierra lista para ser sepultada. Miro al cielo, y sintió como la brisa helaba sus mejillas húmedas. Tenía 22 años, se había convertido en el hombre que siempre quiso ser, tenía una empresa exitosa, que nada tenía que ver con asesinar, si no más bien con proteger a otros, en Francia era reconocido como una mente brillante, que a su corta edad había podido lograr cosas asombrosas... Pero ¿De qué servía ahora? La persona a la que le quería enseñar sus éxitos estaba muerta.

Es cierto que su padre jamás fue un hombre cariñoso, mucho menos un gran referente de vida. Pero aún así, Allen siempre buscó que se sintiera orgulloso de él, quería probarle que su familia no solo servía para cazar presas y ser desalmados, sino que se podía tener éxito aún cuando tuvieras sentimientos y humanidad.

Pero ya no interesaba, Michael Fold había muerto, y por fin podría pagar por todos sus pecados, que entre nos, eran demasiados como para pagarlos con una sola muerte. Y honestamente Allen no solamente lloraba por su padre, sino por la impotencia que le generaba el pensar que nuevamente, su padre había arruinado la vida que había logrado formar. Ahora que estaba muerto, a él le correspondía hacerse cargo de su nefasta organización de asesinos y eso, era un golpe bajo para el chico de ojos grises que creía que jamás tendría que asesinar a sangre fría otra vez. Pero así era la vida, y él tenía claro que estuviera donde estuviera, la oscuridad siempre lo seguiría.

Allen seguía perdido en sus pensamientos pesimistas sobre su futuro, cuando alguien, de improviso, lo abrazo por la espalda. Por un momento se quedo congelado... ¿Podría ser...? No. ¿Cómo? Habían pasado tantos años desde que vio al rubio por última vez...

-Al...- dijo una voz grave en su oído- Lamento mucho lo que ocurrió.

Allen suspiró, y sintió la decepción alojarse en su corazón por un segundo. Estaba contento de ver a Zach, pero realmente no era a quién esperaba. Que idiota haber pensado que Lau podría haber estado ahí...

El pelinegro se giró y le devolvió el abrazo a su amigo, mientras soltaba la mano de la chica que estaba a su lado. Ammy, que lloraba a mares, dejó su mano libre para que Allen estuviera más cómodo abrazando a su mejor amigo, y saludó al chico que había llegado con Zachariah al funeral. Supuso que debía ser su novio.

-Ho-hola, Allen, lamento tu pérdida- dijo el chico más bajo mientras Zachariah y Allen se separaban.

- Hola Gael, ¿Aún no te aburres de este mesero? - preguntó Allen mirando de forma burlesca a su mejor amigo.

- ¿Qué? No...- respondí Gael nervioso, como siempre y le sonrió al pelinegro mientras se medio escondía detrás de su novio mucho más alto que él.

Era curioso, Gael llevaba saliendo con Zachariah más de cinco años, y a pesar de todo ese tiempo había visto a Allen Fold, el mejor amigo de su novio, solo unas diez veces en su vida... Mientras que a ese chico rubio con el que el pelinegro salió alguna vez, lo veía por lo menos una vez al mes en Mollis.

El funeral terminó, y todos los asistentes fueron a despedirse de Allen uno por uno, para darle el pésame, y luego fueron retirándose lentamente del cementerio. Los ojos grises de este intentaban evitar la mirada de aquellos que se le acercaban a hablarle, y agradecía con solemnes gestos de cabeza... Honestamente odiaba ese tipo de formalidades, y tampoco quería tener demasiado contacto con aquellos que consideraban a su padre un "amigo" o peor... un mentor. Cuando la pequeña multitud se dispersó, solo quedaron Zach, Gael, Allen, Ammy y Amir quienes conversaron por unos minutos para ponerse al día sobre el tiempo que no habían pasado juntos, y luego también se retiraron del lugar.

Mudered LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora