"Las Grandes Llanuras de la Muerte de hecho no son un lugar el cual las personas ordinarias puedan cruzar"
Leylin estaba sentado en el carruaje mientras que su cuerpo constantemente se sacudía de arriba para abajo. La pequeña ventada se abrió, y los rayos dorados del sol se asomaron adentro, dándole al interior del carruaje un rastro de vivacidad.
Ya había pasado diez días desde el ataque de la manada de huargos. Durante esos diez días, el grupo de viaje se había encontrado un incremento en la cantidad de peligro mientras más se aventuraban en lo profundo de las llanuras.
Sólo ahora hizo que Leylin descubriera que los huargos de la llanura estaban meramente en el fondo de la cadena alimenticia. Aún había muchos más depredadores astutos y viciosos por encima de ellos.
En el camino, Leylin vio muchas colonias de animales las cuales sus números no eran inferiores que la manada de huargos de antes.
A parte de los huargos de las llanuras, había unas bandadas de inmensas aves negras que eran de varios metros de largo, e incluso enormes monstruos, de docenas de metros, los cuales se parecían a los tigres diente de sable, excepto que sus cuerpos eran como pequeñas montañas. Sólo el aura causaba que Leylin se sintiera sofocado.
Afortunadamente, la muerte de los aprendices al parecer había alcanzado el límite y los Magos de túnica blanca había comenzado a actuar. No sólo establecieron arreglos de defensas mágicas en los carruajes, también daban un paso adelante para dispersar el grupo de animales que atacaba. Mediante esas las medidas, se impidió un gran número de bajas.
El momento más peligroso fue cuando ellos confrontaron a un monstruo que era de varios metros de largo.
Agradecidamente, ese monstro como montaña al parecer poseía algo de inteligencia y sabía que los Magos de túnica blanca no eran de burla. Rápidamente se fue después de una breve confrontación y no desencadenó ningún ataque, causando que todos en el grupo de viaje suspiran del alivio.
"¡Es hora!" Leylin sacó su reloj de bolsillo y miró la manecilla de la hora. Ya había alcanzado la posición de las 3 en punto.
Se levantó y abrió la puerta delantera del carruaje. Una briza húmeda sopló hacia él, trayendo con ella un olor a salado. Era muy fresco y limpio, y Leylin no pudo evitar respirar profundamente un par de veces antes de sentarse al lado de Angelo.
"¡Buenas Tardes! ¡Señor Angelo!"
"¡Buenas Tardes! ¡Qué noble tan caballeroso!" Angelo no se giró mientras que directamente le entregaba el látigo y las riendas del caballo a Leylin, "Buen momento, necesito descansar un poco"
Leylin se rió mientras recibía el látigo y hábilmente maniobró el carruaje.
Angelo se inclinó a un lado mientras desabrochaba una botella en su cintura. Cuando la abrió, un fuerte olor a alcohol flotó afuera, y mientras bajaba su cabeza para tomar un sorbo, sus ojos se abrieron en diversión.
"Estamos a punto de alcanzar nuestro destino. Basado en el hecho que me has ayudado a manejar el carruaje por un mes, ¡Puedo responderte dos preguntas!"
Leylin sólo estaba disfrutando de la vista de ambos lados cuando escuchó resonar la voz de Angelo.
"¡Bien!" Leylin sonrió ligeramente. Él especialmente había intentado entrar en buenos términos con Angelo. y esta era una de las razones por las que hizo eso.
"Entonces mi primera pregunta es, ¿Qué habrá en nuestro destino?"
"Algunas tiendas temporales han sido instaladas por las varias academias de magos. Hasta allí, todos ustedes pueden libremente escoger una academia basado en sus intereses y también someterse a incluso más pruebas de aptitud precisa"
ESTÁS LEYENDO
No soy un héroe, soy un científico - Reencarnado en un mundo de fantasía.
FantasíaI am not a hero, I am a scientist! - reincarnated in a fantasy world. Fang Ming era un científico en una versión futurista de nuestro mundo, quien termina muriendo al explotar el reactor de energía donde trabajaba; no obstante, para él la muerte no...