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Aquello era un sueño, tenía que serlo puesto que no tenía ninguna explicación lógica. Y son los sueños los que causan situaciones extrañas...Bueno, también las drogas alucinógenas ¡Pero ninguno había tomado esas cosas!

Justo ahora, Iida Tenya, un joven de 17 años se encontraba viviendo la situación más surrealista, extraña, incoherente y loca que podría vivir un chico de 17 años, frente a sus ojos, una estatua con una valor descomunalmente económico -sin mencionar el histórico- se había convertido en un joven de carne y hueso. Ah y estaba en brazos de Shoto.

-Muy bien, esto ha ido demasiado lejos, quien quiera que haya hecho ésta broma salga en este momento. -Dijo al punto de tener un colapso nervioso y buscaba entre los arbustos cámaras ocultas o algunos de los idiotas que de vez en cuando gustaban de molestarlos.

-I-Iida-kun...-Llamó débilmente el castaño mientras veía el celular con capturas y fotos del momento.

-Ahora no Uraraka-kun, debo encontrar a quienes nos hicieron esta broma y darles una lección sobre no romper las reglas y por siempre hacernos estas jugarretas. -Respondió mientras seguía buscando algún indicio de broma.

-Iida-kun. -Volvió a llamar mientras se dirigía al chico de lentes y trataba de mostrar el contenido de su celular.

Mientras todo eso pasaba, Shoto estaba sorprendido a la par de confundido al ver esos ojos rubíes viéndolo atentamente, fue algo sumamente extraño ver a la persona que siempre aparecía en sus sueños justo en frente de sus ojos, en la realidad. No supo cuándo ni cómo, pero las manos del rubio se posaron en su rostro, tocándolo gentilmente provocando que se erize un poco la piel por el repentino contacto, no es que le molestara que le tocasen solo, a veces le toma desprevenido.

Los ojos del rubio tenían un brillo difícil de explicar, casi...estelares, como si el mismo cielo fuera parte de él.

-Ya era hora bastardo. -Dijo el rubio con una sonrisa que, Shoto no supo cómo describirla.

Lo siguiente que supo fue que el chico lo había jalado lo suficientemente cerca para besarlo, ese chico le estaba besando.

No pudo evitarlo y empujó al rubio de la impresión.

-E-eso...qué...¿Qué significa eso? ¿Por qué...?. -Trataba de formular palabras, pero simplemente no podía.

-Joder, siempre has sido así. -Habló el rubio con el rostro fruncido. -Bueno, no es el reencuentro que esperaba, pero algo es algo.

-Oye...¿Me conoces?

-...¿Estás jodiendo verdad bastardo?

-No...-Dicho aquello ladeó la cabeza confundido.

-¡Te digo que es imposible! .-El grito de Tenya llamó la atención de ambos chicos, quienes dirigieron su mirada hacia él. -¡T-tiene que haber una explicación lógica, una estatua no puede convertirse en un humano!

-Aquí tienes las pruebas, ¡¿Que no ves?! .-Exclamaba el castaño mientras restregaba el celular en la cara del chico de lentes. -Lo tengo grabado, ¡Está ahí la prueba!

-¿Quienes son? .-La voz del rubio los cuestionó, al escucharla no pudieron evitar sentir un escalofrío recorrer su columna.

Ambos chicos miraron al rubio, quien se había levantado y los miraba fijamente con una mirada de fuego, como si estuvieran frente a un león a punto de atrapar su presa. Tragaron en seco.

-¿No me escucharon? ¿O es que son sordos? .-Bramó mientras caminaba hacia ellos, ante eso ambos chicos no pudieron evitar juntarse para tratar de protegerse. -¿Van a responder ? Si no es así no tengo problema en acabarlos

[Vɪᴀᴊᴇ ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇ́s ᴅᴇʟ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ] ʙɴʜᴀ TᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora