Capitulo 3

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~Nohemi~

Hacía dos semanas que había comenzado con mi primer empleo, había entrado por supuesto al área de contabilidad y por ahora era meramente una auxiliar, y claro, no me quejaba pues en verdad estaba aprendiendo, sin embargo había comenzado a notar que aquí todos me miraban con recelo y no tenía el mismo trato que los demás, de hecho creo que hasta me habían excluido un poco, y supongo que se debía a que Niccolo venía y se paseaba por el area unas cuantas veces al día y siempre terminaba hablando conmigo, además que él me llevaba a comer o me invitaba a su oficina cuando no salia, y contando además que en estas dos semanas él me trae al trabajo y me lleva a casa. Todo esto había provocado algunas habladurías entre los empleados, pero sin que me dijeran nada a mi, y claro, no se necesita ser muy inteligente para saber que tipo de comentarios se corrían entre ellos, pero para ser sincera, era algo que no me preocupaba mucho, pues Niccolo es increíblemente atractivo y que ellos piensen que él se ha fijado en mi, realmente no me incomodaba, en realidad creo que hasta me alagaba.

Sin embargo, hasta ahora con Niccolo todo ha sido en plan de amigos y nada más, él es muy amable y atento, incluso un poco más de la cuenta debo decir, pero considerando la amistad que tienen mi padre y él, dudo que algo pueda pasar con nosotros, aún y cuando hayamos compartido un pequeño beso el día de ayer cuando me llevo a casa.

Reí ante ese último pensamiento, y entonces me obligue a despejar mi cabeza, pues en realidad ese roce de labios parecía no significar mucho, dado que está mañana todo volvió a la normalidad, y siendo sincera no me importaba mucho. Teníamos solo dos semanas de conocernos, no había porqué llevar tanta prisa, y mucho menos porque es mi jefe.

....

La hora de salir ya estaba cerca, por lo que rápidamente me obligue a apresurarme y terminar mi último deber del dia, pues Niccolo esperaba por mi y no me gustaba hacerle perder su tiempo con mis retrasos. Así que en cuanto el reloj marco la hora, todos comenzamos a salir con prisa. Inmediatamente atravece el umbral de las puertas de vidrio, y me di cuenta de que Niccolo no estaba, así que tome camino hacia su oficina.

Al llegar, me encontré con su secretaria, quien sin despite alguno me miro por encima de sus gafas.

-Hola -salude con timidez.

La mujer de algunos cuarenta años no era precisamente la persona más amable que conocía, sin embargo debía agradecer que apesar de ello, aceptará hablar español conmigo pues seguía admitiendo que no hablaba del todo el italiano.

-¿En que te puedo ayudar? -respondió ignorando mi saludo.
-Ahm.. ¿Se encuentra ocupado, Niccolo? -pregunté.

Ella alzó una ceja y me miro con seriedad.

-El señor Da Luca de encuentra en una reunión muy importante -me contestó recalcando la última palabra.
-Ah ya... Bueno, entonces cuando... -comencé a decir, aunque el teléfono sonando en su escritorio me interrumpió.
-Permíteme -me dijo antes de contestar.

-Señor Da Luca... Oh si, ya se encuentra aquí *Signor Da Luca... Oh , è già qui*

Supe de inmediato que quien llamaba era Niccolo, por lo que entendí rapidamente que él estaba muy ocupado y no me llevaría a casa por primera vez desde que trabajaba aquí, así que saldría sola, lo que me permitiría dar un paseo corto antes de llegar a casa.

-Muy bien, ahora mismo*Va bene, adesso* -dijo ella y en seguida colgó.

Estuve a punto de decirle que me iba pues la reunión era de importancia, cuando de pronto ella me robó la palabra de la boca.

Atrapada en la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora