~Nohemi~
El incesante ruido del despertador comenzó a sonar en punto de las siete de la mañana, tal y como lo había programado la noche anterior. Mi tiempo estaba completamente contado, por lo que no me permití dormir cinco minutos más y termine levantándome con toda la pereza de la que era acreedora.
Inmediatamente me dirigí al baño para, después de vaciar mi vejiga, darme una ducha que me despertara del todo pues, de lo contrario, estaria todo el día dando bostezos largos por la pereza que no me abandonó, asi que me permití ducharme mientras escuchaba a mi amado Justin Timberlake. Una hora y media más tarde, ya me encontraba casi lista, para comenzar mi día con el color rosa predominando mi vestuario, y aún con unos cuantos minutos de sobra.
Tenía ya algunas semanas trabajando para Niccolo Da Luca, el amigo de papá y mi novio, aún sentía un cosquilleo en el estómago al siquiera pensarlo; sin embargo realmente estaba esforzandome en mi empleo, pues no tenía experiencia en nada y creía estar poniendo más empeño para evitar tener errores, y tal parecía que estaba funcionando, pues aunque ya todos en el edificio estaban más que enterados que el jefe y yo estabamos saliendo, aún así no esperaba que me dieran preferencia por ello, quería tener mi propio reconocimiento por mi esfuerzo y mi trabajo y hasta este momento todo estaba yendo bien, con algo de estrés pero, después de ser este mi primer empleo supongo que es normal, además, admitía que en momentos como la hora de entrada o el descanso para el almuerzo, que era cuando podía ver a casi todo el mundo, podía sentir como me miraban, algunos con amabilidad, otros con odio, pero en fin y acabo haciendome sentir como en una novela de Wattpad, pues todo estaba siendo tan perfectamente irreal que me parecía estar en un sueño, pues yo, una chica de 19 años estaba saliendo con mi jefe, quien además era amigo de mi padre ¿Que tan loco era eso? Bastante diría yo, así que... Admitamos que esto parecía ser como una novela.
Camine con algo de prisa hasta la cocina pues pensaba poner la cafetera en marcha y asi poder tomar una taza de café antes de salir, sin embargo, al llegar me di cuenta de que papá ya lo estaba haciendo, lo cual agradecí infinitamente.
-Papá Buenos días! -saludé en cuanto pude verlo tras la barra de cocina.
-Hola, Cariño, buen día -me contestó.Cuando papá se enteró que Niccolo habia venido a casa a darme empleo, la verdad no se mostró muy contento, y mucho menos cuando le dije que había aceptado su propuesta, pues él nunca me permitió trabajar, sin embargo, después de que Niccolo y él tuvieron una charla en privado, papá quedó tranquilo y aceptó con gusto mi nuevo empleo. Asi que yo de igual manera agradecí tener su apoyo y con todo el entusiasmo comencé a trabajar sin preocuparme por él.
-Te ves muy linda... como la pantera rosa -me dijo haciendo referencia a que hoy iba de rosa.
Al escucharlo no pude evitar soltar una carcajada ante su comentario, pues lo había dicho de manera natural, sin el afán de ofender, sin embargo eso no le quitaba lo chistoso. Además no podía enojarme con él.
-Ah ok. Gracias -me respondí mientras reía.
-No es para que te ofendas, en verdad te ves muy linda -trato de remediar su imprudencia.
-Ahora no podré evitar sentir que me parezco a la pantera rosa, pero no importa porque me gusta como se ve -le dije.En este punto ya había llegado hasta la cocina, por lo que rápidamente le di un beso en la mejilla mientras aún reia.
-Ay miel lo siento -se disculpó.
-No importa, me gusta así -le dije restandole importancia.Camine hasta la alacena y busque los panecillos que solíamos acompañar papá y yo con el café.
-Cariño... -me llamó papá.
-¿Si? -contesté sin mirarlo.
-Me gustaría llevarte hoy al trabajo, si no te importa -me dijo.
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Atrapada en la mafia
Fiksi Umum•EN PAUSA POR TIEMPO INDEFINIDO• Nohemí Ripetti tenía una vida que consideraba normal a lado de un padre que solía meterse en problemas, pero al que sin importar qué, quería demasiado, sin embargo, nunca pensó que él sería capaz de entregarla con en...