6. vacaciones, autocine y un picnic

490 27 16
                                    

Las vacaciones habían comenzado para Scott, Abby, su jefa, había regresado a California por lo que Scott tendría un tiempo por vacaciones hasta que el nuevo socio se integrara al final de las vacaciones, lo que nos brindaba más tiempo para estar juntos y llevar a cabo mi plan sobre veinte cosas que quería hacer antes de irme lejos de Hungría y de Scott. y de Bill. Eso ultimo me hizo doler el corazón un poco más.

-Hola- salude atreves del teléfono a un adormilado Scott. Ayer había cenado junto a Bill y Scott, pero decidí quedarme en mi departamento. Le dije a Scott que era porque había olvidado la ropa, la verdad era otra. No quería acostumbrarme a dormir junto a Scott o eso lo dificultaría todo más.

-Hola- saludo y su tono de recién levantado lo que me hizo erizar la piel, sonaba ronca y me hacía emocionarme más, aun no creía que fuera mi novio. Tenía que pasar una situación que nos separara para yo decidirme a confesarle mis sentimientos.

-Como estas? ¿recién te levantas? -

-estoy bien y tu pequeña? me acabo de levantar, pero siempre estoy despierto para ti-

-estoy bien, lamento haberte levantado, solo quería decirte que llevare comida para ti y Bill-

-bien, te esperamos con los brazos abiertos- yo sonreí y hubo un silencio de unos segundos antes de que el volviera a hablar -te quiero- dijo y luego colgó haciéndome reír y sonrojarme al mismo tiempo.

Me vestí rápido con un mono corto, suelto, de color blanco y con un estampado de palmeras color azul, lo acompañé con un cinturón negro en la cintura y unas zapatillas del color del estampado.

Baje las escaleras cuando estuve lista, tome las llaves de mi auto en la puerta y baje en el ascensor, cuando pase junto a la puerta de los nuevos vecinos sentí añoranza de volver a compartir con ellos, eran geniales por lo poco que hablamos y eran una pareja como Scott y yo, nada de usual pero demasiado tierna.

Entre en mi auto y conduje hasta el primer puesto de comida rápida que vendiera desayunos. Compré una buena cantidad de comida y volví a la carretera hacia la casa de Scott. Había comprado panceta, huevos revueltos y magdalenas. El desayuno es la comida más importante para los húngaros y aunque suelen incluir muchos más elementos más grasos, yo soy más tradicional y prefiero los huevos revueltos y el tocino antes que todos los elementos que utilizan tradicionalmente en Hungría. Un desayuno tradicional húngaro suele llevar panceta, grasa de panceta, chorizo, pate, hogaza de pan y paprika, y un poco de tomate, suelen ser muy grasos, por eso no suelo comer estos desayunos.

Toque la puerta de Scott y este me abrió la puerta rápidamente y me dio un rápido beso, camino a mi auto y tomo lo que faltaba de bajar del desayuno, entre en la casa y encontré a Bill en la mesa del comedor sentado, este al verme sonrió y abrió sus brazos, solté todo sobre la mesa y me acurruque en sus brazos.

-como estas pequeñas? - su tono meloso me hizo sentir como una niña pequeña, pero me causo mucha ternura y me alegro el corazón ver que aún era su pequeña. Así me suelen llamar Bill y Scott desde que era una niña, siempre he sido más pequeña que el resto, así se convirtió en mi apodo para siempre.

-estoy bien ahora que te veo- sonreímos, siempre había sido muy melosa con él, Bill siempre me complacía, hizo el rol de padre sin que nadie se lo exigiera. Yo era su hija - ¿cómo estas tu Bill? - dije sentándome en una silla junto a la de él. Pronto llego Scott con el resto de la comida y comenzó a dividir todo a partes iguales para los tres.

-estoy bien ahora que has llegado tú y traes tanta comida- le di un golpecito suave y juguetón y ambos reímos. Voltee y Scott nos miraba fijamente con una sonrisa en sus labios.

Eres lo único que necesito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora