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A las ocho con quince de la noche llega Sandro despues de un largo día a la casa de Everett,, abriendo la puerta principal con una copia que el mismo propietario nunca le dio,, pero a fin de cuentas ahi estaba la llave con él.
Entra a la casa y puede percibir el exquisito aroma de la comida recién hecha desde la sala,, aspirando profundo el olor del arroz con algún guisado. En ello,, Everett se asoma desde la cocina,, observando al contrario sentarse en la sofá de su sala,, para luego suspirar. — ¿De nuevo te fue mal en el trabajo?— pregunta obteniendo un "si".
— perdona que haya llegado así pero ya sabes,, es tarde,, estoy cansado y estoy lejos de mi casa y vine aquí— responde.
— no te preocupes,, yo habría hecho lo mismo . . . Si es que a alguien se la da por quererme dar la copia de la llave de su casa— dice a modo de un enfado fingido.
— sigue soñando . . .— ríe levemente.
El castaño suspira y vira los ojos —nunca vas a cambiar— dice para estar a punto de ir a acomodar la mesa para ambos.
— . . . Everett— le llama.
— ¿eo?— responde
— ¿Puedes hacer eso que me gusta tanto?— pregunta,, confundiendo al castaño.
— ¿Que cosa?—
— eso,, esa cosa que haces siempre . . .—
Ambos se quedan en silencio,, hasta que el ojiverde lentamente formó una sonrisa en su rostro,, de cierta forma extrañado.
— si,, mucho mejor . . .—
—JAJA,, idiota— ríe,, para empezar a preparar la mesa para ambos y así,, los dos disponerse a cenar.
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Nota autora: PIDO PERDÓN,, ME DIERON GANAS DE ESCRIBIR ALGO RETIERNO—
