Capítulo 44 》Te esperaba

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Dime que no
Estoy soñándote
Enséñame
De que estamos hechos
Viento amárranos
Tiempo detente muchos años
Viento amárranos
Tiempo detente muchos años

-Caifanes

Ben no podía creer que la mujer que tanto lloró ahora estaba frente a el, simplemente no tenía palabras para esto.

–Mi amor...– dijo Ben entre un suspiro.

Acaricio su mejilla con delicadeza mientras que ella sonreía de oreja a oreja, ya no quería esperar más, ya no podía estar más lejos de el.

–Tengo tanto que decir– sus lagrimas se escapaban de sus ojos, ella limpia esas lágrimas y lo besa dulcemente en los labios, un beso lento, lleno de sentimientos, el no quería que esto se acabara, sentía que era otro de sus sueños y que en cualquier momento despertaría –Estas viva, están vivos– dijo poniendo ambas manos sobre el vientre de su amada esposa.

–Es un niño Ben– dijo Rey con una sonrisa.

Ben se ríe de lo feliz que está. Un niño...un pequeño al que le enseñara a andar en bicicleta, con el cual jugara béisbol y a quien le enseñara a hacer la lasaña de su madre. Se agacha y besa el vientre de Rey mientras llora de la felicidad, ella acaricia su cabello mientras se le escapan unas lagrimas.

–Hola– dijo con sus labios sobre la tela del vestido, con la voz quebrada –soy papá

Puede que el pequeño lo haya sentido pero en cuanto escuchó esa voz comenzó a moverse y dar patadas para que su padre lo notara, al sentirlas Ben levantó su mirada y sonrió muy contento.

–Ay no sabes cuanto te extrañe, los extrañé– rectificó Ben al instante mientras junta su frente con el vientre de Rey.

Ella lo ayuda a levantarse, el la vuelve a abrazar más fuerte mientras el se separa poco a poco.

–¿Así que Señorita Solo?– pregunta divertido mientras ella lo mira apenada.

–Es el nombre que Luke y Sionis me ayudaron, ellos me dieron este apellido aunque no estoy segura de cómo ni por qué– dice pensativa.

–Porque yo nunca firmé los papeles del divorcio– dijo haciendo que ella solo se quede callada.

–Eso quiere decir que siempre fui tu esposa– dijo tranquila al principio, pero su rostro se empieza a poner duro, frunce el ceño molesta y le pega un pequeño golpe en el pecho. –¿Por qué no me lo dijiste en italia?– pregunta molesta –¿por qué no contestaste ni mis mensajes ni mis llamadas? Estaba desesperada buscándote y tú...– las hormonas le ganaron, sus lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas a lo que Ben la abraza de nuevo.

–Ven, vamos a sentarnos para que pueda contarte bien– dijo tomándola de la mano dirigiendola a las bancas.

Ben le contó la historia, una historia que le contaran a su pequeño hijo algún día.

–Yo te escribía pero los mensajes eran desviados desde el teléfono de Finn, también te llamé varias veces pero pasaba lo mismo, intenté comunicarme contigo por correo e inclusive por carta– dice haciéndola reír.

–Ya no importa, ya estás con nosotros– dice acariciando su mejilla.

El se acerca y la besa. Extrañaba sentir sus labios, extrañaba sentirla cerca, y ahora que la tenía con el sentia que su mundo estaba completo.

Salieron del plantel, Ben llevaba a Gusi en las manos, había olvidado contarle de el pequeño oso. Suben al auto, Ben mira a Rey, mira al oso y se lo da.

Amor en Protesta 》Reylo AU《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora