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Porque me lo estaban pidiendo, eh. 
También les digo que si quieren, en algún momento, que escriba sobre una situación específica me lo dejen en comentarios;) yo los leo a todos. 
Ahora... Disfruteeeen.


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Un chico de cabellos oscuros apareció por la puerta después de decir su nombre repetidas veces, de tocar la puerta en busca de llamar la atención del dueño de la casa. Quería apresurarme, debía informarle a Vegetta sobre mi llegada con un visitante antes de colocar a Reborn en mi casa. Por normas del pueblo, si él lo sabía, lo demás iba a ser sencillo —¡Vegetta!— Saludé cuando lo vi acercarse.

Vegetta me sonrió con una alegría muy genuina —¡Hombre!— Me saludó y regaló un abrazo rápido —Que bueno volver a verte, creí que te marchabas para siempre.

Moví la cabeza de un lado a otro, un gesto de clara negación —Karmaland es mi hogar, eventualmente iba a volver— Afirmé con la misma seguridad que tuve hace unas horas atrás; parecía obra del destino cómo todas mis acciones, las actividades lícitas e ilícitas, siempre acababan en un regreso a Karmaland —¿Estás con el calvo tóxico?

Por Luzu supe que Vegetta y Rubius habían dado un paso significante en su relación, llevándola más allá de una simple amistad. Estaba contento por ellos, por Rubius. Si él era feliz estando a lado de Vegetta, eso era suficiente para darme esa pequeña paz a nivel de amistad. Vegetta no pareció incomodarse —Sí, está arriba. Si quieres puedo llamarlo.

Volví a negar —No, no es necesario, sólo... necesito un pequeño favor.

Lo vi levantar ambas cejas, supuse que esperaba lo más ilegal de su vida pero yo ya sabía exactamente lo que debía decir. En el camino lo estuve ensayando con Reborn y si a él le sonaba creíble... podía funcionar con cualquiera —Te ayudaré en lo que pueda, compañero.

—Yo traje a un visitante. No pude dejarlo atrás por ningún motivo ¿vale? además quería que conozca a mis amigos.

—Pero...

Vegetta fue interrumpido por una voz familiar que murmuró su nombre, miré hacia atrás de Vegetta al mismo tiempo que él se giraba observando a Rubén aparecer por las escaleras y acercarse lentamente. Rubius me sonrió con una emoción notoria, yo hice lo mismo. Había sido mucho el tiempo sin ver al calvo más tóxico —¡Auron!— Exclamó con un tono de sorpresa —Sí eres tú, no sabía que volvías. ¿Ocurrió algo?

—Chiqui— Dijo Vegetta y el otro parecía feliz por ser nombrado de esa manera. Era muy extraño ver a primera línea todo lo que cambió en mi ausencia — ¿Puedes dejarnos un minuto a solas?

—¿Por qué?

—Te contaré después.

Rubius dudó, pero no lo cuestionó —Mmh, vale.

Una vez Rubius regresó al interior de la casa, Vegetta me miró con seriedad —¿Puedo conocer al chico?

Me quedé en silencio por unos segundos, pensando sobre lo que debía hacer para reforzar mi propia historia. No iba a ser difícil siempre y cuando Reborn me siguiera el hilo de lo que dijera —Ven conmigo.

Di media vuelta alejándome en dirección a la salida, al bosque cercano, y Vegetta me siguió en ese recorrido —No es necesario ocultárselo a Rubius— Le aclaré. Confiaba en el calvo tóxico lo suficiente para decirle este tipo de cosas, además no quería que Vegetta coloque secretos en su relación, no deseaba arruinar lo de ellos así.

𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬 ; 𝐫𝐞𝐛𝐨𝐫𝐧𝐩𝐥𝐚𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora