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? porque no sé cuántos subiré hoy.


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—Hostia puta.

Esa fue la expresión de Reborn cuando conoció la casa de Vegetta, recordé que el día de nuestra llegada él no alcanzó a visualizarla como Dios manda y ahora que lo hacía esperaba que comprendiera el por qué aposté. Vegetta había cedido a la reunión/fiesta sea en su casa con la única condición que yo reparará todos los daños ocasionados, cosa que no pensaba realizar y sólo haría mi esfuerzo para que nadie explotara nada.

—Me mola muchísimo esta casa, desafía las leyes de la física— Reborn estaba flipando en muchos sentidos, me agradaba ver sus ojos brillando tal cual diamante. Era... inefable, como él solía decir —Es mejor que la tuya.

—Cabrón, con mi casa no.

Intenté sonar molesto con respecto al tema pero no pude, mi propia felicidad por el lugar donde me hallaba superaba esos límites. Oh, y además que hace unas horas establecimos contacto con Momon, aparentemente la ciudad parecía estar tranquila desde nuestra partida pero aquello no parecía ser una calma antes de la tormenta así que estaríamos atentos en los próximos días —La apuesta no sigue en pie.

Esas palabras me sacaron de mis pensamientos de golpe —¡Eh!— Grité pero Reborn se marchaba en dirección a la puerta que comenzó a abrirse dejando ver a Vegetta al otro lado —¡Reborn!— pero era imposible detenerlo, cuando ingresé a la propiedad saludé lo más rápido y volví a la persecución por ese boomer estafador.

—¡Auron!

—¿Fargan?— Me detuve tan bruscamente al escucharlo, Fargan siempre fue uno de mis amigos más cercanos y un buen compañero para realizar maldades a las demás personas —Que bueno volver a verte.

—Me alegra que estés de regreso, ya hacías mucha falta— Sabía que Fargan me había extrañado después de todo lo abandoné cuando estuve pasando por momentos complicados, pero él comprendía mis razones —¿Vas a quedarte?

Me forcé a mantener mi sonrisa —Sabes que no puedo— Si era completamente sincero en mis planes a futuro no estaba la idea de regresar a Karmaland de forma permanente, no iba a mentir respecto al tema por más tiempo. Miré de reojo a mi alrededor y lo vi acercarse —Rebornoooo.

—¿Qué?

Fargan pareció confundido pero sus ojos se llenaron de conocimiento cuando Reborn apareció a su lado, Reborn no lo miraba a él sino a mí —Fargan te presento a Reborn, Reborn te presento a Fargan— Los presenté señalando con un gesto a cada uno.

—¡Hombre!— Fargan fue el primero en reaccionar —Me encantan tus gafas, lucen geniales.

Reborn asintió —¿Verdad que sí? El capullo de tu amigo me decía que no, él no sabe de modas.

—¡Eh!

Fargan soltó una risa por mi expresión de indignación, después de todo jamás le había dicho eso y estaba claro que lo hacía sólo por hacerme quedar mal frente a otros. Reborn era muy bueno en eso. —Pero Auron, ¿cómo vas a decirle eso?

Reborn añadió más palabras de manera innecesaria —No tiene sentido de la moda.

Le di una mala mirada —¡Deja de hacerme quedar mal, coño!

Reborn y Fargan rieron al mismo tiempo.

Rodé los ojos, apartando mi visión hacia otro lado cuando vi a Willyrex venir en nuestra dirección con esa sonrisa tan animada de siempre —¡Auron!

—¡Willy!

Una vez más me tocó realizar otra presentación —Te presento a Reborn, Reborn te presento a Willy.

—Un gusto, compañero— Willy se dio la confianza de darle unas palmaditas en la espalda a Reborn, para mi sorpresa él no reaccionó mal a ello —Estamos para lo que sea, incluso si es poner unas minitas.

—Huh, ¿minitas?

Lo notaba.

Reborn estaba divirtiéndose, como literalmente.

Hablando con desconocidos como si los conociera de antes, por supuesto que mantenía su espacio pero eso no le impedía disfrutar del momento, de reír con ellos si quería. Me alegraba mucho saber que le estaba regalando ese momento de tranquilidad, después de todo lo que ocurrió en Los Santos, él merecía eso y mucho más.

—Ya me lo quieren corromper— Comenté con un tono de diversión, por supuesto que las minas o tnt eran... bienvenidos, más si yo los colocaba.

—Calla— Reborn habló y lo observé con una falsa molestia que él pareció disfrutar, pero él no me estaba mirando, en absoluto —Si saben cómo trolear me uno.

Fargan fue el primero en responder, con ese tono tan de cómplice —Somos maestros en ello, Reborn— Le aseguró, yo podía afirmar que eso no era mentira —Podemos mostrarte y tú lo juzgas por tu cuenta.

—¡Hola, chicos!

La conversación se vio interrumpido por la aparición de la pareja de oro, Vegetta había sido el del saludo y Rubius, iba a su lado, mirando del ojimorado a los demás.

—¡Vegetta!— Saludó Fargan.

—¡Rubius!— Saludó Willy.

Los dos sonrieron, pero fue Vegetta quien respondió por ambos —¿Qué hacéis?

—¡Calvo tóxico!— Interrumpí porque debía saludar como se debía al calvo más tóxico de todo Karmaland.

Rubius me miró con una sonrisa divertida plasmada en su rostro —Ese eres tú.

—Auron, debo hablar contigo— Vegetta fue directo, debí suponer que no había ido sólo a saludar y pues no me equivoqué después de todo.

Asentí —Vale, ya regreso— Le dije a Reborn y después me dirigí hacia Willy, Fargan y Rubius —Os vigilo.

Posteriormente seguí a Vegetta que se adentró en el interior de la casa, caminamos hasta uno de los pasillos más apartados y él me entregó un sobre, yo lo tomé sin comprender nada —¿Qué es esto?

—Arreglé tu problema de aduana, los dioses estuvieron de acuerdo en dejarlo pasar. Reborn es un ciudadano legal en Karmaland. Asegúrate de...— Vegetta pareció dudar en sus palabras —¿Hablaste con Luzu?

—Sí.

—¿Le mencionaste sobre tu... sobre tu nueva relación?

Me sentía incómodo.

De por sí era extraño ser interrogado, aún más si era por Vegetta. Sabía que Luzu era su amigo más que yo, podía entender por dónde intentaba ir en la conversación pero debía detenerlo. No estaba listo para explicar nada. —No tuve oportunidad.

—Asegúrate de hacerlo, ¿vale? No quiero que él malpiense todo lo que está ocurriendo, no se lo merece.

No se lo merece, repetí esas palabras en mis pensamientos.

Me detuve tan pronto como mi cabeza giró entorno a ello, hacía mucho tiempo que no me obligaba a centrarme sólo en lo que ocurría en mi alrededor —10-4.

Vegetta se mostró sorprendido —¿Códigos policiales?

—Me volví una persona legal.

—Ja, eso ya lo veremos— Me dijo. No dudaba que nadie me creyera, mientras estuve en Los Santos realicé una que otra putadilla pero eran demasiado suaves, a comparación de las que hice en Karmaland. La conversación murió en esa frase. Pronto regresamos al mismo lugar de antes y Vegetta camino más rápido debido a que vio ciertas cosas en manos de su preciado novio —¡Rubius! Deja esas minas ahora mismo.

—Pero de qué minas me hablas, macho.

Dirigí mi atención a Reborn, él me observaba —¿Todo bien?— Preguntó.

—Sí, sí. ¿Podemos hablar a solas?

Él asintió.

𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬 ; 𝐫𝐞𝐛𝐨𝐫𝐧𝐩𝐥𝐚𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora