Capítulo 1

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Me encontraba junto a Ariana en un restaurante en Dusseldorf. Estábamos esperando por Mario quien nos había invitado a cenar, pues estábamos en la ciudad para asistir al partido amistoso entre Alemania y Argentina, y según él, nos había extrañado mucho y moría por vernos. Mis ojos permanecían fijos en la entrada del concurrido restaurante y así fue como noté a Mario llegar seguido de Marco Reus, y no pude evitar el suspiro de frustración al ver a quien consideraba la persona más irritable en toda Alemania.

-Ugh. -Oculté mi rostro en mis manos al ver la rubia cabellera y estúpida sonrisa de Marco mientras se acercaba a la mesa-

-Al menos intenta disimular tu alegría. -Ariana sonrió divertida y rodé los ojos-

-¡Mis niñas! -Mario camino hacia nosotras y se tomó su tiempo abrazándonos afectuosamente mientras nos llenaba de besos. Llevaba tres meses sin vernos y este tipo de afección no era poco común en él-

-Ewww Mario. Detente. -Limpie mis mejillas mientras observaba como Marco se acercaba a Ariana a abrazarla y besar su mejilla. Luego, me miró de arriba abajo con una mueca de disgusto, pero aun así tomo asiento en la silla que se encontraba justo frente a mí. Estoy completamente segura de que lo hizo para poder participar en su pasatiempo favorito: Joderme la vida-

-Elizabeth, continuas igual de desagradable a la vista que hace seis meses. -Marco me sonrió con su típica sonrisa ladeada y solté un bufido-

-¿Acaso no tienes más amigos que Mario? -Lo mire molesta porque por alguna razón donde sea que estaba Mario él siempre estaba. Eran una especia de oferta dos por uno-

-¿Y tú? ¿No tienes más amigos que Ariana? -Elevó una ceja en mi dirección y sé que era un poco hipócrita de mi parte porque Ariana y yo también siempre andábamos juntas, pero jamás le daría la razón a Reus-

-Chicos, escuchen. -Mario intervino en nuestra guerra de miradas- Estamos aquí en son de paz. Vinimos a pasar un tiempo juntos luego de seis meses sin vernos todos, así que por favor ¿Podrían estar dos horas en paz? No les pido nada más. Solo dos horas de armonía.

-¡Él/Ella comenzó! -Hablamos a la vez mientras nos cruzábamos de brazo y nos fulminamos con la mirada. En cualquier otro momento me hubiera reído por nuestros movimientos sincronizados, pero esto era la guerra y no podía ceder-

Los hermanos Götze miraban fijamente nuestro intercambio mientras negaban con la cabeza. Una mesera vino a tomar los pedidos y las cosas en la mesa continuaban tensas porque ni Marco ni yo estábamos hablando, ni siquiera nos estábamos mirando.

-Así que Liz ¿Por qué no fuiste a Ibiza con nosotros? -Mario hablo mirándome desde el otro lado de la mesa y me encogí de hombros-

-Bueno, para comenzar obviamente no quería pasar tanto tiempo cerca de Marco y ummm tuve que ir a casa con mi familia. -Vi como Marco levanto la mirada y me observaba con curiosidad, y sé que es porque nunca me había escuchado hablar de mi familia. De hecho, estoy segura de que lo único que sabe de mí es que soy "un gran dolor de trasero" como él mismo me había llamado en más de una ocasión-

-Oh ¿Y qué tal?

-Normal. -Carraspee incomoda, pero para mi suerte justo en ese momento llego la comida e inmediatamente lleve a mi boca un gran pedazo de lasaña para no continuar con la conversación. La verdad es que no me gusta hablar de mi familia porque es complicado, y ¿para qué ocultarlo? No somo una familia funcional-

La conversación entre los cuatro comenzó nuevamente y poco a poco fue fluyendo, haciendo que los cuatro tuviéramos un buen tiempo sin mis habituales peleas y discusiones con Marco.

-¿Qué les parece si vamos a un club? -Ariana hizo la sugerencia y todos volteamos a mirarla-

-No podemos, Ari, Recuerda que mañana tenemos un partido. Quizás luego del partido podamos. -Mario tenía un buen punto-

Boys only want love if it's torture {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora