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Nunca Jamás.

 Desperté en un frío bosque, dónde hojas anaranjadas anunciaban la aproximación del otoño. Me senté, mientras acariciaba el musgo del suelo, y sentía la cálida presencia de la naturaleza.

 Me levanté exhausta, y alcé la vista, para sorprenderme de la maravillosa vista de la mañana. Los rayos del sol, penetrando las copas de los árboles, dejando ver con claridad, a los habitantes de estos. Empecé a andar adolorida por el golpe, mientras mi mirada se llenaba de miedo y tristeza. Miedo, por no saber dónde estaba, y tristeza, por abandonar a mi familia. Divisé una hoguera en el horizonte, y mis piernas fueron lo suficiente fuertes, para llevarme hasta allí, para pedir auxilio.

 — Viene alguien.-Dijo una voz, mientras varios hombres cogían lanzas y me apuntaban sin temor a dispararme.

 — ¡Jefe!-Gritó otro. Y de una tienda, salió un chico, alto, fuerte y de ojos verdosos. Se acercó a mí corriendo y me caí en sus brazos, desfavorecida del viaje. Él me cogió en brazos y me tumbó cerca de la hoguera, para que mi cuerpo entrara en calor. Me puso un trapo mojado en la frente y se retiró, dejando a tres hombres vigilándome.

Al rato, me incorporé, sudorosa por otra pesadilla.

 — ¿Dónde estoy?-Dije con voz ronca, mientras las palabras se acuchillaban en mi garganta, sin querer salir. Mi cuerpo me escocía, y no sentía mis piernas.

— Estás en Nunca Jamás, Clarke.-Dijo uno chico, que se acercó a mí y me entregó un vaso de agua, que yo acepté sin rechistar. Me lo bebí entero, y me senté en un tronco próximo, esperando a que algo sucediera. Pero el movimiento allí era normal, hombres salían y entraban en sus tiendas, gruñidos de parte del jefe me asustaban de vez en cuando, mientras yo, aburrida de la vida, me quedaba sentada, mirando cómo unos cuántos trabajan sin parar. El jefe se sentó a mi lado, y quemó un poco un trozo de carne.

 — Si quieres sobrevivir, tendrás que conseguir tú tus alimentos.-Escupió con crueldad, mientras se comía el trozo de carne. Yo me levanté, cogí un hacha, y salí corriendo, a soltar toda mi rabia. Me encontré un jabalí y le di un golpe en la sien, cayendo desfavorecido, muerto, sin vida. Lo cogí en brazos y lo llevé al campamento, dónde todos acudieron hambrientos. Dejé el jabalí a su alcance, y me senté alejada de la comida, para afilar el hacha.

 — Ten.-Dijo uno, entregándome un buen cacho de carne. — Me llamo Mellor.

 — Clarke.-Dije mientras me llevaba la carne a la boca. Me lo comí todo de un solo bocado, y volví a afilar el hacha. Me levanté y me adentré en el bosque, sabiendo que aquel no era mi hogar. Empecé a correr sin aliento, malgastando todas mis fuerzas, pero mereció la pena, al llegar a un acantilado, que daba a un hermoso mar, enfurecido, chocando contra las rocas.

 — No saltes.-Dijo el jefe detrás de mí, pero, sin obedecerle, me acerqué más a la orilla, dispuesta a saltar. —Tú te lo has buscado.

 Salté al vacío, mientras sentía el viento contra mi rostro, quería sentir el impacto sobre las rocas, pero una mano me levantó y me elevó por el aire. Posé mis pies en el suelo, y caí de rodillas.

 — Me salvas, y aún no sé tu nombre.

 — Pan, Peter Pan.-Dijo adentrándose en el bosque, y dejándome sola. Tres hombres de los suyos me cogieron y me llevaron enfurecidos al campamento, dónde me maniataron en un tronco, sin poder moverme. Me recosté, poniéndome cómoda, y pensando en cómo estaría mi familia. Intenté meterme la mano en el pantalón, y sentí el frío tacto de mi móvil. Tecleé el número de mi madre, pero seguía marcando. Colgué y suspiré fuertemente. Miré en contactos, y nada. Era como si hubiera desaparecido del planeta, cómo si ya no existiera.

 Me quitaron el móvil de un golpetazo, cayendo al suelo, y rompiéndose la pantalla. Miré furiosa a mi agresor y vi los ojos de Peter Pan.

 — No intentes llamar a nadie, querida.-Dijo, mientras se ponía a mi altura. Le escupí en la mejilla, y se secó, mirándome cruelmente.

 — Quiero irme, ¿vale?-Dije, mientras pataleaba al suelo.

 — Solo puedo sacarte yo, querida. Yo soy la entrada y la salida.-Dijo, mientras se levantaba y se marchaba por dónde había venido. Me acurruqué y empecé a sollozar, sintiendo el miedo, la vergüenza, y el dolor de las esposas. 

 Habían pasado unas cuantas horas, y el sol ya se ocultaba en el horizonte, mientras sus últimas palabras fueron dándome suerte. No había bebido desde que me esposaron, y mi cuerpo, ya deshidratado, me pedía algo de beber. Mellor se acercó a mí, y me dio para beber un agua, que sabía rara.

 — Gracias.-Dije seca, mientras mis ojos se cerraban por completo. Sentí como las esposas caían al suelo, y el dolor cesaba. Me llevé las manos a las muñecas contrarias, pero el tacto de una cuerda se formó en mí ser. Me cargaron como si de un saco de patatas tratara, y me llevaron hasta un lugar, dónde me tumbaron, y me arroparon con mantas de piel. Abrí los ojos y vi como Peter descansaba en otra cama.

 "Perfecto, dormir en la misma cabaña que Peter" Dijo una voz en mi mente, mientras vi como Peter sonreía.

 — Wendy.-Susurró lentamente, mientras la sonrisa que iluminaba su rostro, se desvanecía, provocando una mueca de dolor. Me levanté como pude y le desperté, provocando algo de malhumor en su ser. — ¡¿Cómo osas a despertarme, querida?!-Chilló enfadado, me di la vuelta y me dirigí a mi cama.

 — Tenías pesadillas, no quería que pasaras tú eso también...-Dije en susurros, mientras cerraba los ojos y me dormía por completo. No quise verle la cara, no me atemorizaba, me daba asco. Una persona como él no debería tener amigos.

 Un sueño, algo extraño, se apropió de mi cuerpo, mientras mis sentimientos, se ponían en alerta. Vi el rostro de mi madre, contándole un cuento a mi hermano pequeño. Recordaba sus palabras, para contárselo a algún pequeño, que había en el campamento. Todo iba bien, era un hermoso sueño, hasta que mi madre pronunció su nombre. El nombre que tanto miedo me daba al nombrar, al que no podía mirar a la cara, sin sentir la extraña sensación de temor. A los que todo el mundo obedecía, por miedo a que les hiciera algo. Aquel nombre que me atemorizó, el de...

 Peter Pan.

«Solo es un juego» →Neverland←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora