Stay With Me |Levi y Tu|

El Final

Tal y como prometí os traigo el capítulo que hice (lo estuve haciendo durante el confinamiento a si que agradecer al Covid) (seamos sinceros lo hice a medias el resto lo estoy escribiendo en el 2021) aún que no sea un nuevo libro como os gustaría espero que este capítulo por lo menos os quite las ganas de ver a la familia feliz

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Aquella mañana iba con Makencie y María Isabel hacia la universidad, tras estudiar muchos años en nuesta ciudad al llegar a la universidad decidimos mudarnos a Valencia las tres juntas ya que era una ciudad más grande y con una mejor universidad, gracias a que compartíamos piso podíamos permitirnos estar allí.

—Hoy voy a empezar a trabajar— sonrío levemente mientras hablo
—¡Ay! Si me dijiste que ibas a estar en una ludoteca ¿No? Mejor que mi trabajo en el super
—No te quejes María yo estoy limpiando una oficina por las tardes, la que mejor suerte tiene _______
—Bueno no en todo, sigo sin pareja y vosotras con vuestros maravillosos novios
—______ no puedes quedar siempre anclada en aquel sueño tonto de ese manga pasado de moda... Si centras tus espectativas en un Levi nunca conseguirás un novio
—Mak no seas mala, mira a nuestros novios... Son como ellos ¿No crees que es raro?
—A ver raro es con un rato... Pero tampoco puede pensar que un día aparecerá Levi con su hijo en plan hola _____ vine a por tí
—Ya, tienes razón tengo que pasar página— juego con el anillo que me dió Levi el cual nunca me había quitado, al igual que el reloj
—Bueno tu tranquila— María Isabel me sonríe amablemente— si nosotras cumplimos nuestros sueños igual tú también tienes suerte
Mientras habla Eren, su novio, se acerca a ella y le abraza
—Hola chicas— nos saluda— os voy a robar a María si no os molesta, tenemos que ir a clase
Nosotras asentimos y nos despedimos para ir cada una a su clase.

Tras la universidad comí un sándwich rápido y fui directa a mí nuevo trabajo en una ludoteca donde estaría cuidando a niños por la tarde y ayudarles con sus tareas entre otras cosas.

Al entrar fui a la sala de empleados saludé a mi compañera dejé mis cosas en el casillero y me puse un delantal con mi nombre para ir a la zona donde estaban los niños, muchos estaban jugando otros leyendo pero llamó mucho mi atención un pequeño niño de pelito negro que estaba solito jugando con un peluche, sonreí tiernamente y me acerque a él.

—Hola bonito
—Hola...— veo como me mira algo inseguro
—Soy ______, soy nueva aquí sabes ¿Qué haces aquí solito?
—Me gusta estar solo...
—Oh bueno ¿Puedo sentarme contigo?
—Vale...
—Oye yo te he dicho mi nombre ¿Me dices el tuyo?
—Me llamo Furlan...
—Es un nombre precioso ¿Cuantos años tienes?
—Tengo cinco años... ¿Y tú?
—Yo tengo veintitrés ¿Puedo jugar contigo?
El asiente tímidamente mientras yo me siento a su lado
—¿Me puedes leer un libro? Es que a mí... No sé me da bien
Saca el libro algo avergonzado mientas lo tomo con delicadeza y el se apega a mí mientras yo comienzo a leerle.

Pasamos toda la tarde jugando y leyendo cuando se hace la hora de cerrar le ayudo a arreglarse me daba algo de pena tenerme que separar de él.

Pasó una hora desde que debíamos cerrar y Furlan seguía en la entrada esperando a que le recogieran.

—Siempre igual— se queja mi compañera— ya va la sexta vez este mes hay gente que no debería ser padre ¿Puedes acercarle tu a su casa? Ya ha pasado otras veces su padre llega de trabajar y se queda dormido, lo haría yo pero hoy tengo una cena muy importante ¿Me haces el favor?
—Claro— miro al pobre niño un poco apenada— yo lo llevo tu no te preocupes
—Gracias— me da un papel con la dirección— me salvas la vida nos vemos mañana— sonríe y se mete en la sala de empleados
Tomo mis cosas y me pongo el abrigo para ir con el pequeño
—Hola Furlan
—Otra vez se ha olvidado de venir...
—Bueno no pasa nada así podemos dar un bonito paseo juntos ¿Si?
—Vale— veo como sonríe mientras toma mi mano yo siento un gran sentimiento de ternura— me gusta estar contigo me recuerdas a mí mamá
—¿A tu mamá?— digo mientras mensajeo a mis amigas para que sepan que llegaré tarde
—Si... Yo no la conocí, se murió cuando nací, pero papá me cuenta muchas cosas
—Seguro que tú mamá era mejor que yo— sonrío levemente mientras caminamos hacia una parada de bus ya que la dirección estaba bastante lejos
—¿Por qué? Tú eres buena conmigo, me lees cuentos, jugamos juntos y me has ayudado a vestirme, además me acompañas a casa
—Bueno me siento muy alagada