[14] EL COMIENZO DEL FIN

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— Mamá, lo siento mucho

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— Mamá, lo siento mucho.

— Ahora no, Ian... ahora no.

Me dio la espalda, dejándome en la soledad de nuestra cocina.

Cuando los ojos de mi madre me miraron, sentí como si un balde de agua helada cayera sobre mí. Estaba decepcionada, estaba dolida, y era mi culpa.

El juicio de mi padre había terminado, Bruce Taylor fue sentenciado a 22 años en prisión de mínima seguridad. Si me preguntan a mí, es injusto y estoy seguro de que cobró sus últimos favores para este juicio. Los hombres implicados en el caso no corrieron con la misma suerte, gracias a Greta y las otras chicas que testificaron, sus condenas fueron de 50 a 70 años, varios morirán antes de cumplir su castigo.

Yo no estuve presente en el juicio, principalmente porque mi madre y su abogado me lo prohibieron, además, la idea de escuchar a Greta hablar sobre lo que vivió en ese casino... bueno... simplemente no quisiera saberlo.

La firma de David Clark es quien ha estado trabajando con mi madre. Y es la razón principal por la que ella no pueda ni verme, pues ahora sabe todo sobre Irish y Natalie. No pude mentirle cuando me informó.

No firmé ningún papel, fue lo mejor, pero eso implicó a mi madre directamente. Esta molesta y se siente traicionada por mí, es lógico, le oculte que su segundo esposo tuvo una hija aún casado con ella.

¿Pero qué podía hacer?

— Ya se le pasará —irrumpió Kalev.

Suspiro mirando hacia la puerta, deseando que mi madre vuelva.

— Debí decirle...

— Sí, supongo que sí. —La mano de mi hermano se posa sobre mi hombro—. Amelia solo está dolida, veras que lo entenderá.

— ¿Tú lo entiendes? —Lo miro sobre mi hombro.

Asiente tronando los labios.

— Entiendo que ahora tú eres el hermano mayor e hiciste lo que creíste correcto.

Kalev retiró su mano, el silencio se hizo presente. Los rayos del sol entraban por el ventanal de la cocina iluminando la barra de esta con tonos azulados.

— Esta familia es una mierda...

Mi hermano carraspeó la garganta.

— Ian, solo tienes 20 años, creo que a veces lo olvidas. —Camina hasta quedar a mi costado de perfil—. Nuestra familia no es perfecta, pero estamos a tiempo, eres muy joven para rendirte.

— Tú te rendiste —le recuerdo.

— No. —Se cruzo de brazos—. Me tome un momento para ser miserable, algo así como un año sabático —sonríe sin ganas—. Y como tu hermano mayor, tengo que darte el ejemplo, por eso, volveré a Los Ángeles.

¿Y SI FUESE AL REVÉS? ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora