De Almas Gemelas y Estrellas - Minwon

4. Regulus

Wonwoo se permite ser un poco más confiado. Mientras tanto Mingyu ... bueno, su trabajo está en juego aquí.

Wonwoo no sabe cómo resultaron las cosas así.

Un día asistía a sus clases sin problemas; al siguiente vomitaba cada dos horas. (Sospecha que fue ese restaurante de menú incompleto al que Jihoon lo arrastró antes de irse a visitar a sus padres el fin de semana).

No quería llamar a Soonyoung para pedir ayuda porque sabía que su mejor amigo ya estaba lo suficientemente estresado por su
competencia. ¿Por qué preocuparlo aún más con sus tontos problemas de salud un día antes de su viaje, verdad?

Por supuesto eso fue contraproducente, y es por eso que ahora está acostado en su sofá, escuchando el suave zumbido de Kim Mingyu proveniente de la cocina.

Mingyu ... Cierto. Él de nuevo.

Después de que su temperatura finalmente bajó (gracias a Mingyu), Wonwoo había dormido tranquilamente durante media hora antes de que Mingyu lo despertara y lo convenciera para que tomara un poco de la sopa que preparó. Todavía estaba muy somnoliento por la medicina y seguía soltando su cuchara, por lo que Mingyu se había rendido a la mitad y acabó de alimentar a Wonwoo como lo haría con un niño.

De hecho, todo este tiempo desde que apareció Mingyu, Wonwoo se había aferrado a él y había estado tan aliviado, sin ninguna preocupación. Pero ahora que su cabeza finalmente se estaba aclarando, Wonwoo simplemente se sentía avergonzado y quería entrar a un agujero y nunca salir.

No había nada que odiara más que sentir que le debía algo a alguien. Y seguro que le debía una tonelada a Mingyu después de todo esto.

Wonwoo se preguntó si el universo lo odiaba.

¿Por qué no podía Mingyu haber venido a verlo cuando estaba perfectamente sano? Entonces Wonwoo podría haber rechazado fácilmente su solicitud nuevamente.

Pero no, en cambio, Mingyu ni siquiera vino aquí pidiéndole algo; él vino aquí para cuidar de él cuando sintió que se estaba medio muriendo. Así que realmente, Wonwoo no podía regañarlo incluso si quisiera.

Lo que empeoró las cosas fue que su cerebro lo estaba reproduciendo todo como un disco rayado: las suaves manos de Mingyu, la suave voz de Mingyu, los ojos cariñosos de Mingyu, Mingyu, Mingyu, Mingyu.

Wonwoo gimió de frustración en el cojín tratando de detener sus pensamientos cuando Mingyu entró.

"Lavé los platos", dice mientras se deja caer sobre la alfombra frente a la cama. "¿Te sientes mejor?".

"Um, sí, lo estoy".

"Eso es bueno", Mingyu le sonríe cuidadosamente, lo que solo hace que Wonwoo suspire y se da vuelta para mirar al techo.

Realmente no quiere lidiar con esa sonrisa en este momento.

"¿Qué pasa?", Mingyu se levanta para pararse al borde del sofá.

"Nada", responde Wonwoo rápidamente, alejándose aún más para enfrentar la pared. "Estoy cansado, eso es todo".

"Ya veo", responde Mingyu en voz baja. Wonwoo escucha su voz herida y eso lo hace estremecerse.

Un par de segundos pasan en silencio nuevamente antes de que Mingyu vuelva a hablar.

"Yo ... supongo que me iré ahora. No quiero molestarte más".

La boca de Wonwoo se seca y no se da vuelta para responder a Mingyu. Como que quiere golpearse a sí mismo.

"Um, solo voy a dejar mi número de teléfono en la nevera, así que llámame si hay alguna emergencia, ¿de acuerdo?".