De Almas Gemelas y Estrellas - Minwon

26. Epilogue - Rising Sun

En sus aproximadamente 40 años de vida increíblemente exitosos, Yoon Jeonghan nunca se preocupó mucho por los humanos.

Había subido de rango en la Agencia Celestial trabajando principalmente en el aspecto administrativo.

Sus interacciones con personas reales siempre habían sido breves y fugaces. En verdad, Jeonghan nunca había llegado a conocer y comprender verdaderamente a los humanos, lo que sentían, lo que hacían, cómo vivían; nunca lo consideró su asunto, y tampoco le importaba.

Uno de los principales trabajos de Jeonghan como director de la agencia era supervisar a los nuevos vespers. Él se aseguraría de que estuvieran haciendo sus contratos a tiempo, completando su tarea correctamente, manteniéndose bajo control y no abusando de su poder, y así sucesivamente. Normalmente, todo iba bien ... eso es hasta que llegó Kim Mingyu.

Jeonghan supo desde el principio que Mingyu era un caso extraño, y podría haber sucesos inesperados en su trabajo sin importar cuán perfecto pareciera en el papel. De hecho, esa fue la razón por la que le dio a Mingyu su licencia temprano, para poder prestarle más atención, en lugar de que se graduara al mismo tiempo que todos los demás que se encontraban en entrenamiento.

Jeonghan deseaba desesperadamente que Mingyu tuviera éxito. Quería creer que traerlo a esta agencia no fue un error. Entonces, incluso cuando Mingyu rompió una de las reglas al hacer el contrato, decidió pasarlo por alto y dejarlo continuar.

Se dio cuenta demasiado tarde de quién era Jeon Wonwoo. Jeonghan debería haber sido más minucioso, debería haber investigado más para asegurarse de obtener una verificación de antecedentes completa. ¿Cómo pudo haber sido tan descuidado? Ahora solo podía mirar.

A través de las interfaces de la Agencia Celestial, a veces observaba la forma en que Mingyu y Wonwoo interactuaban, cómo hablaban, cómo se miraban ... Y fue entonces cuando un sentimiento inquietante comenzó a surgir en él.

Después de que Mingyu se fue a la tierra con sus recuerdos recuperados y perdió el contacto con Jeonghan, pasó un tiempo preguntándose si el chico estaba vivo o muerto. Jeonghan incluso envió equipos especiales y señales de la agencia que escanearían la ciudad y las áreas circundantes en las que Mingyu debería haber terminado, pero no tuvo suerte en localizarlo. Eso fue hasta que llegó la llamada de Mingyu, diciendo que se había reunido con Wonwoo. De alguna manera lo había logrado.

Jeonghan no estaba seguro, pero algo se sentía raro ese día. La última vez que Jeonghan sintió lo mismo fue cuando rescató a Mingyu y lo convirtió en un vesper. Se sintió como si hubiera una perturbación en las galaxias, pero no sabía por qué.

Y todo eso solo lo inquietó más.

"Oye, ¿estás bien?" una voz interrumpe su tren de pensamientos.

Jeonghan estaba actualmente sentado en su oficina, tratando de no pensar tanto y fallando por completo. El silencio donde solo podía escuchar su propia mente lo estaba inquietando.

Mira hacia arriba para ver a Joshua de pie junto a la puerta de su oficina.

"¿Puedo entrar?", dice, con la suavidad de siempre. Está sonriendo, pero sus ojos están preocupados.

"Sí, por supuesto", responde Jeonghan.

Joshua entra y se sienta tranquilamente frente a él como siempre lo ha hecho. Lo hacía siempre, generalmente después de que terminan las sesiones de capacitación, ya que es instructor en la agencia.

A Jeonghan nunca le importó entablar relaciones estrechas con otros vespers ... de hecho, a la mayoría de las vespers no les importaba. Todos estaban demasiado concentrados en su trabajo y todo giraba en torno al trabajo para ellos. Muchos vespers tuvieron lo que podrían llamar relaciones sexuales sin sentido entre ellos, pero eso era lo más cercano que llegaban a tener la mayoría. Los humanos probablemente describirían el tipo de entorno que tenían como "solitario", aunque eso no molestaba a nadie aquí.