CAPITULO 7

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Ya es un nuevo día, un día para no hacer nada y seguir sufriendo lentamente. Suspiro hondamente sabiendo que mis hermanos no me hablan, prácticamente soy un bicho para ellos y que mis padres me odian. Mejor me pongo a dibujar algo para poder olvidar todo lo que me rodea. Me decidí por hacer una vela; pero será una vela especial, esa vela me alumbrara en mis días oscuro… dejando atrás que solo es un dibujo.

Encontré algo como especie de un cartón escolar o algo así, busque pinceles, lápiz y por último las pinturas. Empecé a dibujar la vela y se veía bien, pero no lo quise terminar hoy, siento que debo demorarme más para hacer la pintura, ya que esta va a ser especial.

Recordé de que hoy tenía que ir donde Paola, pero… siento algo que me lo impide, “¿Qué es?... Nose”. Con tan solo pensar ir a la casa de Paola me da escalofríos, algo me dice que no vaya a la casa de ella.

Luego de pensarlo mucho, preferí no ir a la casa de ella… le diré una mentira… una mentira piadosa. Una mentira que no hace daño.

Salí de mi cuarto para dirigirme hacia la cocina para desayunar, pero estaban todos comiendo, mi mamá me ve y me dice:

-       No quedo desayuno para ti, así que tienes que esperar hasta él almuerzo – me lo dice como si yo hubiese comido ya

-       Mamá… ¿no sabes qué hora es? Son las ocho de la mañana, ¿y pretendes a que yo espere como a las dos de la tarde para poder comer?... no mamá hasta allá tampoco

 

-       ¿Y? con que esperes seis o siete horas sin comer no va a pasar nada, además estas muy gorda

-       mira mamá… sino me quieres dar de comer porque no se te da la gana, me avisas eh… además es problema tuyo sino me quieres dar de comer, yo no me voy a morir por falta de comida porque tú quieres. No señora – dicho eso me retire de la cocina

Me trato de esconder al lado de la entrada de la cocina para escuchar si mi papá y/o mis hermanos le llaman la atención, pero… no le dijeron nada. Escuche de que mi mamá dijo “estoy que le reviento la boca a esa mocosa para que aprenda a respetarme” rechino mis dientes al escuchar que mi mamá dijera eso. Aunque mi papá no se demoró en romper el silencio que rondaba en la cocina, y escuche que le dijo a mí mamá “está bien de que te hablara así María… ¿Cómo es posible de que no le quieres dar de comer a Alexandra?, es tú propia hija. Además no tiene nada de malo que trate de defenderse de una persona que la trata mal?”.

Escucho que ruedan una silla, como si fuesen a levantarse de ella. Echo a correr hacia él baño, ya que queda al lado de la cocina. Escucho que alguien se acerca pero no sé quién es, escucho que los pasos se alejan y me asomo un poco para ver quién era, y era mi papá con Junior y José:

-       ya tu madre se está pasando un poco de la raya con tú hermana – escucho de que mi papá le habla a Junior mientras se alejan

-       si, lo sé. Mi mamá se está pasando mucho con mi hermana, además lo único que va a conseguir ella, es que Alexandra un día se escape de la casa de tanto sufrir

Veo que se alejan y salgo del baño feliz, ya que por fin siento que alguien más se da cuenta que no la estoy pasando bien.

Salgo de este y me tropiezo con mi mamá, ella me mira con furia y me da una bofetada. Y me dice:

-       ¿tú crees que haciéndote la rebelde vas a conseguir mucho?, dime… ¡DIME! ¡ME HISISTE QUEDAR MAL FRENTE A TÚ PAPÁ Y TUS HERMANOS! ¡QUIERO QUE TE LARGUES!

 

Le sonrío a mí madre tapándome la mejilla izquierda. Y con mis propias palabras le digo:

-       ¿sabes porque me abofeteaste?, porque la verdad duele. Y te dolió cuando mi papá te corrigió, y si… si escuche todo. “¿está mal de que una niña se quiera defender de alguien que le quiere hacer daño?”... no, no creo – aun le sonrío tratándole de decir lo mismo que le dijo mí papá a ella – además si tratas de hacerme daño… pues no lo vas a conseguir, ya que eso me da igual.

Le sonrío, le doy un último vistazo y me alejo de ella, pero… no ha dicho nada por ahora. Pero creo que aun quedo con las ganas de seguir discutiendo conmigo

Siento los pasos de ella acercándose hacia mí, me toma del ante brazo y hace que la mire. Siento que me aprieta cada vez más mí ante brazo, siento que arde y mucho. Me jala del cabello y me abofetea otra vez, pero más duro… del dolor que sentía vi que mi madre ¡MÍ PROPIA MADRE! Me hacía un moretón en él ante brazo de lo fuerte que me apretaba.

Pero de un momento a otro, ella me tira al piso y me da jalones de cabello. Pido ayuda pero nadie me escucha, “¡¿DÓNDE ESTÁ PAPÁ… DONDE?!” replico en mí cabeza varias veces mientras mi madre me golpea. Del dolor que sentía la empuje muy duro, me levanto y me miro él ante brazo y tengo un moretón, veo que ella se levanta del suelo y salgo corriendo hacia mí cuarto.

Me encierro en mí cuarto pensando en donde está mi papá y mis hermanos. Del otro lado de mí cuarto está mi mamá empujando la puerta, de lo asustaba que estaba me tiro en una esquina con Bobby. Al lado mío estaba un espejo en la pared, me levanto del piso y me miro en él, tenía un moretón en el pómulo izquierdo. Grito pidiendo ayuda como si no hubiese un mañana… nadie viene a ayudarme. Grito aún más duro, pero siento unas voces de hombres le gritan a mí mamá… pero no entiendo nada ya que me estaba tapando los oídos de lo asustada que estaba. Bobby esta ladrándole a la puerta, pero aún me tapo los oídos… escucho que mi padre me grita “¡ALEXANDRA!”. Siento un alivio y aparto a Bobby de la puerta para que no le haga daño a nadie, abro la puerta y está mi papá con mis hermanos con caras de preocupación.

Mi papá corre hacia mí para abrazarme y me toma con sus dos manos mí cara, la gira levemente para ver mis moretones… “¿Estas bien Alexandra?” me pregunta mi papá, pero creo que es una pregunta equivocada para esta situación. Miro a mi papá asustada con los ojos llenos de lágrimas; veo a mi mamá al fondo a la izquierda, pero la miro de re-ojo asustada. Miro otra vez a mí papá y reviento en llanto pegándole pequeños puñetazos:

-       ¿porque?... ¿Por qué te demoraste mucho en llegar? Tenía mucho miedo

Seguido de eso, me abraza fuertemente comonunca me había abrazado.

LAS ROSAS SE TORNAN NEGRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora