CAPITULO 2

38 8 0
                                    

Ya ha pasado mucho tiempo desde que discutí con mis padres. Creo que ya he “madurado” de una forma trágica y por eso desde hace mucho ya no veo las cosas de color rosas como antes, sino que ahora se tornan color negro, un color que no expresa sentimientos ni expresiones… es un color vacío como yo.

Por esa discusión, ahora me siento sola. Creo que he sido condenada desde un principio a sufrir mucho… mucho.

Mi mamá, me mira mal… como si fuese un bicho, mi papá me no me habla,  mis hermanos igual que siempre y Bobby sigue creciendo para acompañarme toda mi despreciada vida. Pero yo sé que ellos, todos ellos me quieren aunque no lo demuestren mucho.

Era de mañana, un día muy silencioso. Es el 4 de octubre, día de mi cumpleaños número 6, quise a ayudar a todos en la casa en los quehaceres… pero, ¿Por qué tanto silencio?, ¿habrá alguien en la casa? O ¿solo duermen?... nose, iré a ver.

Fui al cuarto de mis padres a ver si dormían, pero no había nadie en ese cuarto. Fui al cuarto de mis hermanos, tampoco había nadie:

-       ¿A dónde se habrán ido? – me pregunto rascando mi cabeza - ¿estarán en el patio?... nose, iré a ver.

Fui corriendo hacia el patio a ver si estaban reunidos allí como una buena familia, pero me equivoque… no había nadie, solo ropa colgada. Me puse a llorar pensando que me habían abandonado, que si iba a morir de depresión.

Pero me acerque a la cocina para servirle la comida a Bobby, pero hay algo pegado con un imán en la puerta del refrigerador:

-       ¿Qué es eso? – me acerco secándome las lágrimas de mi cara y de mis ojos para ver que es - ¿un papel?

Es un papel que tiene algo escritos con letras de mamá, y dice:

 

Hola Alexandra.

Te darás cuenta de que no hay nadie en casa, solo Bobby y tú.

Pasa lo siguiente, tus hermanos, tu papá y yo nos fuimos a la playa para descansar un poco. Y también vamos a visitar a tu abuela que está cumpliendo 92 años.

PD: por favor cuida de la casa y en la nevera hay cosas para que comas, ya que no vamos a casa sino hasta el siguiente día.

BESOS

 

(…) Después de leer esa carta la arrugue y caí al piso de rodillas y revente a llorar:

-       ¿porque?... ¿Por qué me tratan así, que les hice? – seguido de lágrimas - ¡¿ME QUIERO MORIR, YA NO QUIERO SEGUIR VIVIENDO?!... prefiero estar muerta a que me traten así …

LAS ROSAS SE TORNAN NEGRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora