CAPITULO 17

11 2 0
                                    

POV'S FRANK:

- En realidad no lo hagas – me suplica Alexandra por tal cosa que ha dicho Paola

- *suspiro* A decir verdad... Alexandra... es una amiga muy especial, pero quién me gusta es otra Alexandra; pero con Alexandra no tengo ningunas intenciones. Así que no te preocupes, porque no te la voy a quitar - le echo un vistazo rápido y vi esa típica mirada seca producida por los ojos caídos de Alexandra – si eso querías saber, pues ya me puedo ir. Mucho gusto en conocerte *le estiro la mano*

- eh... supongo que si – se le nota en la voz lo apenada que está

- Alexandra... *me levanto del sofá*

- ¿si? – responde un poco impresionada por lo que le dije a Paola

- ¿ya nos podemos ir? – le ofrezco mí mano para retirarnos

- eh... si...- le da un vistazo a Paola y me toma de la mano – hasta luego, Paola. Me saludas a la familia *al parecer Alexandra está alucinando*

luego de salir de la casa de Paola ella se suelta de mí mano, yo volteo a verla; pero de un momento a otro me da una sonrisa muy grande y me abraza

- ¿y de a qué viene eso? – quedo un poco atónito

- Por aclararle bien las cosas a Paola – aún me sonríe

- Pero...

- ¿pero que?

- No nada, solo olvídalo

Ella se dirige conmigo a su casa para ver si alguien ya ha llegado, pero aún no han llegado

- ¿y ahora que hacemos? – le miro con un poco de angustia

- No tengo idea... y que tal si vamos al parque

- Está bien... y de paso nos relajamos después de semejante maravilla...

Fuimos caminando lentamente hablando de bobadas... cosa que nunc va a faltar entre nosotros

- Al parecer va a llover... - dice Alexandra un poco fresca

- ¿Por qué lo dices?... – me detengo un poco dudoso

- Mira al cielo

Ella mira hacia arriba conmigo y luego de unas cuantas gotitas ya son mucho más grande y caen mucho más frecuentemente

- ¿corremos? – le ofrezco mí mano

- *me mira con entusiasmo* ja ja ja dale

Ella tomo mí mano y corrimos a buscar refugio, no encontramos ni un pequeño techo; pero mientras íbamos buscando algún techito jugueteábamos con los chorros de aguas.

Pero al fin encontramos uno de una casa antigua, veo a Alexandra soltarse él cabello y escurrirlo, wow...

Ella se agacha para ver cómo caen las gotas en él suelo de madera, yo hago lo mismo... pero entrecruzamos miradas... y ella me miraba fijamente con aquellos ojos oscuros y cada vez se acercaba más y más (...)


LAS ROSAS SE TORNAN NEGRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora