Clara aguarda su llamado en el hospital "Eva Perón". Gracias al cielo las enfermeras ya la conocen, no es la primera vez que va. No preguntan su nombre; de todas maneras su cara está tan hinchada que no puede hablar. El tiempo pasa. Clara mira la hora e intenta irse, es muy tarde y debe hacer la merienda para los chicos. Así se duermen temprano y no están con Pablo de mal humor.
Al querer pararse no puede hacerlo como quisiera y una de las enfermeras le impide volver a intentarlo.
—No te podés ir Clara. Estás muy lastimada. — ella hace señas de los chicos, la escuela — si yo entiendo pero no te podés ir ¡Escuchá! ¡Ya te llaman!
La nueva paciente pasó al consultorio. "Esta doctora es nueva" pensó. La médica grita y pide la historia clínica. No puede creerlo. Hace tan solo un año esa destrozada mujer frente a ella era su mejor amiga; hasta que conoció a Pablo y se pelearon por una pavada.
—¡Clara! ¡Mirame! Soy Azul. ¿Fue Pablo?— la enfermera le alcanza la historia clínica. Era la séptima visita de Clara al hospital. Costillas fisuradas, un brazo cortado, varios puntos en los ojos... la lista era larga. Cuando le alcanzaron el documento ordenó llamar a la Comisaría Primera de San Martín.
Luego de quince minutos el teléfono de Clara suena y, mientras drena un poco las heridas, la médica graba la conversación.
—¡SEGURO ANDAS CON UN MACHO! ¡CON LO TROLA QUE SOS!— gruñó una voz masculina
—Vino al hospital, no podía parar la sangre
—¡A VERTE CON UN MACHO! ¡NO TE DI PERMISO! ¡CON LO TROLA QUE SOS! ¡AHORA TE VOY A BUSCAR! ¡MÁS TE VALE QUE ESTÉS AHI!
Cortan la comunicación. Azul logra desinflamar la mandíbula para que Clara pueda hablar,pero lo único que hace es llorar. La médica llama a la hermana de la paciente rogándole que vaya por sus sobrinos a la escuela.
—¿Por qué iría? Clara ya no me habla. Y deja que ese tipo le pegue— responden del otro lado de la línea, pero Azul no da opciones. Clara se tiene que quedar y finalmente acceden.
Ha pasado tan solo media hora que la médica reconoció a su antigua amiga cuando la puerta se abre con violencia y se puede contener a un Pablo furibundo, quién grita con sorna
—¡ASI QUE ESTA ES LA PUTA QUE TE LLENA LA CABEZA! ¡TE DIJE QUE NOS IBA A SEPARAR! ¡NO TENÉS QUE VERLA!— entra al pequeño cubículo lanzando a Azul contra una pared pared de un puñetazo y a Clara al pasillo donde comienza a golpearla aún más, tomando su cabello y estrellando su cabeza contra el suelo. Otro paciente intenta apartarlo y se encuentra con un golpe en su zona nasal. La víctima empieza a perder sangre cuando la policía llega y reduce a Pablo a punta de pistola. Los médicos se aglomeran alrededor del cuerpo extremadamente maltratado, quién pasa a un mundo mejor antes de que su victimario llegué a la comisaría.
Intentan procesar a Pablo Ramírez por femicidio pero misteriosamente la causa queda archivada "por falta de pruebas" y los oficiales de policía se niegan a declarar. Tampoco la denuncia de Azul logra dar frutos y el único consuelo de quienes amaron a Clara es que su asesino desapareció de sus vidas sin dejar un centavo.
Yo te pregunto: ¿Ficción? Tal vez, solo es la realidad disfrazada.
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Realidades
Não FicçãoHistorias reales. Cosas que pasan todos los días. Tal vez te pasó.