Eres el niño más inútil que he conocido. Tu llanto, tus mocos, piojos y expresiones estúpidas son horriblemente adorables, me repugnas.
┕❥ Historia con temas delicados, por favor, leer bajo su consentimiento.
┕❥ Los personajes utilizados en ésta hi...
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Ahora tienes amigos.
No puedo evitar suspirar, verte sonreír sin parar, me hace feliz de verdad, más me comienzas a ignorar y ahora, no sé qué pensar.
Lo sé, estás emocionado, por fin estás socializando, pero los vigilaré en silencio para ver qué no te hagan daño.
¿Quién lo diría? Hace apenas unos pocos meses atrás, tú llorabas sobre mi regazo sin confiar en nadie más y ahora, sonríes sin importarte lo demás. Es un gran progreso ya, eso me alegra mucho en realidad.
Más estás muy metido en tus conversaciones que no me notas, me siento un estorbo al lado de ti. Créeme, me hace feliz verte sonreír, pero me siento vacío cuando no me sonríes; sé que será pasajero, así que no me preocuparé por ello.
Sin evitarlo, me pongo de pie, por ahora, no soy nadie.
────❝ perdón, tengo cosas que hacer ❞
────❝ claro, cuídate ❞
Asiento y te doy la espalda. Esperaba una respuesta menos cerrada, como un "¿Te sientes bien?" O al menos un "te acompañaré", como lo solías hacer.
Muevo mi cabeza de un lado a otro, pienso cosas que están en lo incorrecto. Es mejor que tengas amigos en los que ahora puedas confiar.
Sin decir más, me dirijo a la biblioteca a estudiar, igual, no tengo más que hacer.
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