Capítulo 2: Flash pt. 1

1.1K 114 43
                                    

En algún lugar en el fondo de su mente, Seokjin había asumido que las noches en la isla serían silenciosas, un vacío sin ruido, sin movimiento, sin cualquier signo de vida. No se despertaría con la repentina explosión de la bocina de un automóvil. No oiría el fuerte y resonante temblor del autobús al detenerse en el mismo paradero que frecuenta varias veces al día. No oiría las borracheras de extraños en la calle y seguramente no escucharía a su vecino de arriba, presumiblemente tirando bolas de boliche a las cuatro de la mañana.

Es cierto, él no escucha nada de eso ahora. Pero el mar no es un vacío. De ninguna manera.

Debe ser la única persona en el mundo que no encuentra arrollador el oleaje que golpea la costa arenosa. Piensa que es agradable durante el día, pero el sonido crece y se transforma cuando está acostado en su futón, tratando de quedarse dormido. Se convierte en un rugido, alarmante e inoportuno, sus ojos se abren y su corazón late con fuerza contra su pecho mientras se sobresalta por la sorpresa. Luego está la cascada interminable de grillos chirriando en volúmenes que no cree que sean capaces de hacer.

Si sólo fueran los grillos y las olas, podría luchar contra sus instintos y caer en el sueño, pero jura que hay una comunidad entera de ratones justo afuera de su ventana, conspirando para robar su comida. Posiblemente para secuestrarlo también.

Su primera noche en la cabaña es, comprensiblemente, intermitente. Se despierta todavía aturdido pero incapaz de volverse a dormir con el sol brillando y resplandeciendo a través de la ventana. Renuncia a cualquier ambición de dormir más y da traspié con su rutina matutina, se lava la cara y se pone un atuendo limpio. Se dirige a la cocina y pone una olla con agua en la estufa para hervir el café. Se queda mirando la olla y se pregunta si debería comprar una tetera eléctrica la próxima vez que esté en Yeosu. Debería escribir una lista. Hervidor eléctrico, justo debajo de los tapones para los oídos.

Él ve la primera burbuja diminuta en el agua cuando escucha una pequeña conmoción afuera. Estira el cuello hacia la puerta principal, frunciendo el ceño y avanza hacia el ruido. La escena que lo saluda cuando abre la puerta de entrada es sorprendente, pero no inmediatamente aterradora. Seokjin cuenta esto como un plus.

Estacionado junto a su automóvil hay un jeep salpicado de tierra, el asiento del conductor desocupado y la puerta del pasajero abierta donde una mujer joven intenta ayudar a lo que parece ser su abuela.

"Gran Gran, sólo déjeme-" comienza la mujer, asegurando su mano debajo del codo de su abuela.

La anciana golpea su mano y frunce el ceño, las arrugas en su frente y alrededor de sus labios se profundizan con la acción. "Soy vieja, no débil."

"Nadie dijo que era débil", suspira la mujer, las palabras cansadas como si las hubiera dicho cien veces antes.

"Estoy tan ágil como un pollo de primavera", dice la mujer mayor, cojeando desde el jeep, sus pies plantándose sólidamente en la hierba. "¡Ja! ¿Ves?"

La mujer sonríe indulgentemente. "Sí, ya veo, Gran Gran."

Seokjin da un paso adelante, sonriendo cortésmente, su cabeza inclinada por la curiosidad. "Hola", saluda, inclinándose.

Los dos miran hacia él. La mujer más joven se inclina saludando y dice: "Ah, hola."

Los ojos de la mujer mayor se iluminan con algo que parece reconocimiento. Ella avanza hacia Seokjin, con la espalda ligeramente encorvada con unos pasos pequeños pero rápidos. "Déjame mirarte", dice ella, mirándolo cuando llega a Seokjin. "Ven aquí, mis ojos ya no son lo que solían ser", se queja, agitando la mano para llamarlo.

Seokjin se inclina obedientemente y ella entrecierra los ojos, estudiándolo. Ella inclina su cabeza hacia adelante y hacia atrás para mirarlo desde todos los ángulos y Seokjin sonríe con desconcierto.

Stars Lost in the Sea | ksj + myg Donde viven las historias. Descúbrelo ahora