Stars Lost in the Sea | ksj + myg

Extra: Falling Stars

Un pequeño epílogo extra.

(Para mayor claridad, este extra se lleva a cabo en tres ocasiones. La primera parte es justo después de que Bonghee y Sookja se despidieran de Yoongi cuando se fue al 2018. La segunda parte tiene lugar después de que Yoongi llegara en 2018, pero antes de que se reuniera con Seokjin. Y la última parte es después del reencuentro <3).

Parte Uno: Las Mareas

Después de una ardua deliberación que duró por más de treinta segundos completos, Sookja decide cavar un agujero en la arena lo suficientemente grande como para meterse dentro. Una parte de ella sabe que la regañarán muy severamente por el estado de sus manos y ropa cuando termine, pero su mente de niña descarta sus recelos a favor de hacer lo que quiere por impulso. Se deja caer en la arena de playa y comienza con su tarea, los brazos quitando la arena frenéticamente como un cachorro demasiado emocionado.

Se ríe para sí misma de la emoción, perfectamente feliz. El sol es cálido, el viento es fuerte, empuja su cabello fuera de sus ojos, y su madre parece lo suficientemente distraída mirando al otro lado del mar hacia la isla por lo que Sookja podría realmente lograr su objetivo. Cuando haya terminado, presumirá ante todos sus amigos, y a su padre, y al Tío Yoongi. Desacelera, deteniéndose cuando la alegría burbujeante en su estómago se revuelve en algo que no conoce. Algo que los años de su vida irán formando capas dentro de ella, componiendo, comprimiendo para empacar más. Algo que nunca aprenderá a poner en palabras, pero algo que comprenderá de todos modos. Nostalgia, o melancolía. La agridulce feliz tristeza de extrañar - un tiempo, un lugar, un estado de ser, y en este caso, a alguien.

No podrá contarle al Tío Yoongi sobre su fuerte de arena, sus aventuras o qué broma le contó su amiga. Frunce el ceño ante la arena, ante el gradiente de granos casi blancos que ha alterado, exponiendo los gránulos húmedos y más oscuros que hay debajo.
De repente está muy apenada y arrepentida, pero no está muy segura de qué. Por interrumpir la belleza pacífica y uniforme de la playa en sus esfuerzos, o por renunciar a su diente de león mágico y enviar al Tío Yoongi muy, muy lejos.

Se inclina hacia adelante y tira de la arena hacia la pequeña hendidura que logró cavar, tratando de arreglarla.
Es demasiado tarde, los gránulos húmedos ya han salido a la superficie. No puede regresar.

Se pone de pie, limpiando la arena incómodamente pegada a sus manos en su vestido. Pero así como no puede borrar los rastros de su excavación en la playa, no puede eliminar los mismos rastros de sí misma. La arena se pega entre sus dedos, debajo de sus uñas. Partículas tan pequeñas, tan numerosas que varios golpes de sus manos contra su vestido no logran eliminarlas todas.

Se acerca a su madre, con la cabeza gacha, los ojos enfocados en sus manos mientras trata de quitar cada gránulo uno por uno. Todavía está muy concentrada en su tarea cuando llega hasta su madre y levanta la vista brevemente.

Su madre ha estado parada aquí, silenciosa e inmóvil desde que el Tío Yoongi se fue, con los brazos envueltos alrededor de su propio pecho. Ni siquiera se ha molestado en apartar el mechón de cabello que se le había escapado de la trenza, los mechones oscuros bailando hermosos en el viento constante que llega del mar. Sus ojos miran a lo lejos mientras miran a través de la playa, a través del mar hacia la isla con el faro. Su mandíbula está apretada, tan inflexible como el resto de ella, como si estuviera haciendo todo lo posible por contener algo. Como si tuviera miedo de lo que sucederá cuando se relaje.

Sookja mira fijamente a su madre por un momento antes de darle a sus manos una última sacudida y alcanzar por su mano, tirando. "Mamá", llama en voz baja, vacilante.