Antes

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Un estudiante de cabello ensortijado algo desgreñado de tono verdoso e iris de un color homogéneo, pecas oscuras, diminutas y en poca cantidad esparcidas en sus mejillas y con tez clara garabateaba en las hojas traseras de su libreta en tanto el profesor disertaba la clase, jamás le llamó la atención y le prestaba el debido interés a las clases dadas por los demás profesores, solo cumplía con sus deberes y asignaciones como el buen estudiante que es, ciertamente, únicamente le interesaban las clases dadas por su director de curso, Aizawa Shota, pese a su carácter y temple, la mayoría de sus estudiantes disfrutaban de sus clases.

Aquel chico, de nombre Izuku Mirodiya conocido y apodado en la preparatoria como Deku, estaba sumido en sus pensamientos mientras hacía todo tipo de garabatos en la hoja blanquecina sin estar al cien por ciento consciente de qué era lo que dibujaba en su cuaderno, solo se enfrascaba en lo que su mente le relataba o ilustraba perdiéndose en ello, francamente, no tenía una vida compleja, traumática, problemática, melancólica, para nada, él está muy agradecido por todo lo feliz que siempre fue gracias a su madre, Inko Mirodiya, su familia, que sin importar los perjuicios intentó en todo momento alegrar a su hijo por la ausencia de un padre, sin embargo, a comparación de muchos su vida era muy común, una en el montón, y es lo único que querría cambiar, no está mal desear que tu vida sea un poco más interesante.

Las voces altas de sus compañeros lo expulsaron de su inmersión, dándose cuenta con ello que el profesor ya no estaba, y le pareció extraño, pues aún no finalizaba su jornada.

— ¡Deku! — llamó Mina Ashido, una compañera de su curso muy animada y energética — únetenos, mientras el profe no está jugaremos a verdad o reto con la botellita, ¡no seas aguafiestas y ven! — insistió la chica de cabello y piel rosa, Deku se limitó a bajar la cabeza tímido. — ¡Vengan ustedes también Todoroki y Kacchan!

— Prefiero no jugar, gracias — dijo el de ojos heterogéneos sereno.

— ¡Me uno!, dejen a el nerd de mierda y al mitad-mitad con su aburrimiento y empecemos de una vez — manifestó incluyéndose en el círculo que formaron sus compañeros.

— Espera Kacchan, no iniciaremos sin Deku y Todoroki, ellos también deben jugar, todos jugaremos — expuso Ochaco Uraraka dulcemente, esperando la respuesta de los únicos chicos sentados en sus asientos.

— Déjenlos, si no quieren jugar que no jueguen, no los podemos obligar — declaró Denki Kaminari comprensivo.

— Pues sí les obligaremos, todos jugaremos — afirmó Mina rígida, y volteó a ver a los dos chicos informándoles en una mirada un sutil comunicado; o vienen ustedes, o yo voy por ustedes, amenazó casi telepáticamente, no hacía falta mucho esfuerzo para saber el terrorífico mensaje que les enviaba su contraria, Deku tenso y perturbado al comprenderlo, inmediatamente se dirigió al círculo improvisado de estudiantes, mientras que a Shoto no le quedó otra opción mas que obedecer la orden. Bakugo bufó.

— ¡Empecemos! — exclamó Eijiro Kirishima, el acompañante y fiel amigo de Katsuki, el cual como de costumbre está al lado de su compañero.

Al recibir la alerta, la castaña giró la botella.

{...}

Los minutos pasaron entre carcajadas y risas por parte de aquel divertido salón, todos reían, excepto un chico mitad albino y mitad pelirrojo, quien simplemente sonreía ante las ocurrencias e idioteces de sus compañeros, es un chico inexpresivo y para nadie de su curso eso es un secreto, para él los minutos transcurrían lentamente, sorprendentemente, aún no fue elegido por las vueltas de la botella, era el único que todavía no era selecto, sospechaba algo por las actitudes extrañas de sus compañeras, sin mencionar que de todos los múltiples retos que escogía Bakugo guardaron uno, y de los pocos retos que cumplía Deku también guardaron uno, tenía suerte, sí, pero esa suerte no duraría por mucho.

Closed Room •Todobakudeku•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora