1. Escalofrios

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Las dos cosas favoritas de Kara Danvers en el mundo eran los potstickers y su hermana Alex. O mejor aún, compartir potstickers con su hermana. Y al compartir, eso significaba que Alex consiguió un par mientras Kara comía el resto. Desde el verano pasado, mientras enfrentaba los triunfos y las luchas de convertirse en Supergirl, estas dos cosas permanecieron constantes en la parte superior de la lista de Kara. Eso era hasta dos meses atrás, cuando conoció a Lena Luthor.

2 Meses atrás...

– Kira necesito que vayas a Luthor Corp a investigar el ataque de Venture a Lena Luthor inmediatamente. – La Sra. Grant ordenó, haciendo que Kara ajuste nerviosamente sus lentes, un hábito que ella tomó como resultado de que eran un poco muy grandes.

– Por supuesto Sra. Grant. – ella dijo asintiendo a Kal-El, su primo. Desde que llegó a National City, él y Kara han estado protegiendo la ciudad juntos, mientras que, al mismo tiempo, también investigan varios casos criminales alienígenas. Uno de ellos involucraba a Lena Luthor, alguien de quien Kara vagamente había escuchado.

Juntos, Kara y Kal comenzaron a salir de la oficina, hasta que la voz de Cat los detuvo – Tráeme un latte cuando vuelvas, Kira. – 

Kara rodó los ojos mirando a su primo. La Sra. Grant parecía olvidar que ella ahora era reportera para Snapper y no su asistente. Por supuesto, Kara todavía no la corrigió, o de lo contrario la despedirían.

Luego de un silencioso Si, los dos entraron al elevador, llegando a la azotea, donde juntos volaron a la sede de Luthor Corp.

Tan pronto como aterrizaron, Kara rápidamente acomodó su cabello y posicionó sus lentes correctamente. Kal se alisó la camisa azul con botones, que, por cierto, era muy reveladora de sus músculos.

– ¿En serio siempre tienes que mostrar tus bíceps? – bromeó ella, golpeando su costado. – Sabes muy bien que las chicas se te lanzarían igual así estuvieras cubierto de basura –

El se echó a reír, ajustando la correa a su bolso. – Vamos, entremos –

Kara entró primero por las imponentes puertas de vidrio, un toque de jazmín persistió mientras se abrían. El vestíbulo del edificio era prístino y blanco, casi cegador. Afortunadamente, el escritorio de la recepcionista estaba respaldado por una pared oscura de madera, el símbolo de Luthor Corp se asomaba por toda la habitación. El lugar no era como ella esperaba. Luthor no apestaba a nada más que a maldad, pero de alguna manera el aura de la habitación se sentía limpia y ordenada.

Kal guió a Kara a la recepción donde estaba sentada una mujer, complaciente de ayudarles. Kara estudió sus alrededores mientras su primo hablaba con la recepcionista. En pocos momentos, Kal apoyó la palma de su mano en el hombro de ella, llevándolos hacia un pasillo que se volvió inquietantemente silencioso cuando dejaron el área de la entrada principal. Ella se volvió para mirar a su primo mientras caminaban, y notó una expresión de preocupación en su rostro.

– Oye, no te preocupes, estoy segura de que Lena no es como el resto de su familia – ella lo animó.

– No puedo creer que estemos haciendo esto, – el murmuró. – sabes que no confío en los Luthor. – Debido a su pasado con Lex, Kara no podía culparlo.

Doblaron la esquina, parados justo frente a la puerta de Lena. Kara agarró el brazo de Kal.

– Bueno, supongo que tendremos que confiar en que ella es diferente. – Ambos dejaron escapar un corto suspiro, Kara abriendo la puerta.

Kara no podía ver a la mujer sentada en la silla, sólo un reflejo distorsionado en la ventana. La figura habló. – Clark Kent, qué agradable sorpresa. –

Mi Kryptonita: Historia Supercorp (TRADUCCIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora