↻ 𝗮𝗹𝗲𝘁𝗵𝗲𝗶𝗮 (αλήθεια) es el concepto filosófico que se refiere a la sinceridad de los hechos y la realidad. La palabra significa ❝desocultamiento del ser❞
𝑫aniel Alonso 𝄞 𝑳eila Dupont（ fem OC ）
by @-𝙴𝚂𝚃𝙴...
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𝑫aniel Alonso 𝄞 𝑳eila Dupont
temporada 1, capítulo 4
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― ¿Podemos hablar? ― dijo Chiara, su tono de voz era de todo menos amable, mientras se cruzaba de brazos frente a mí.
Alcé una ceja, sin levantarme del sofá en el que estaba sentada, fingiendo no percibir el aire hostil que la envolvía. Suspiré, obligándome a darle la atención que pedía con tanto dramatismo.
― Adelante ― respondí, sin darle mucha importancia. Sabía de que iba esto.
Chiara se mojó los labios antes de hablar, como si necesitara prepararse para lo que estaba a punto de decir. Su mirada se endureció.
― Tienes que eliminar esas fotos de Daniel. Le estás jodiendo la reputación.
Me incliné hacia adelante, fingiendo interés mientras el sarcasmo se apoderaba de mi tono.
― ¿Ah, sí? Y si tanto le molestan las fotos, ¿por qué no viene él mismo a decírmelo? ― solté, tratando de sonar indiferente, aunque mi estómago se apretaba por la molestia.
Chiara se rió, pero no era una risa amable. Más bien parecía burlona, con un toque de superioridad que siempre me ponía los nervios de punta.
― Daniel no va a perder el tiempo en tonterías como estas. Tiene cosas más importantes que hacer.
La rabia comenzó a burbujear en mi pecho, pero mantuve la compostura. No podía dejar que ella me viera perder el control.
― Tonterías ― repetí lentamente, como si probara la palabra en mi lengua. ― No he firmado ningún acuerdo que me impida subir fotos de él. Y, por si no lo has notado, le tapo la cara en todas ellas, por si quiere demandarme por derechos de imagen. Así que, si tan poco le gusta salir en mi perfil, no sé por qué aceptó tomarse fotos con mi móvil en primer lugar.
El brillo de la mirada de Chiara se apagó, y su rostro se tensó en una mueca furiosa. Sus labios se curvaron en una sonrisa cruel, una que había aprendido a reconocer como un preludio de insultos.
― Eres una puta zorra, Leila ― escupió, con cada palabra cargada de veneno.
Me mordí la lengua para no devolverle el insulto, pero sentí la ira burbujear en mi pecho, una ira que ya no podía contener. Sin decir nada más, me levanté de golpe, dejando que mi cuerpo hablara por mí mientras me dirigía hacia la habitación de Plex, donde sabía que estaba trabajando.
