one-shots (completa) | bangchin

'cold boss 🥢 - taerin

cold boss — taerin

p.o.v. YeRin

YeRin era la secretaria de Kim TaeHyung desde hace dos años, cosa que sorprendía a todo el mundo que conocía a TaeHyung. Y es que el chico no era exactamente lo que se dice un CEO amable y atento, sino que era demasiado frío y directo. La mayoría de sus secretarias o bien dimitían o bien él mismo las despedía. Pero ahí estaba YeRin, hace un par de semanas había cumplido sus dos años en la compañía como su secretaria. Aunque no había sido exactamente fácil. No es que TaeHyung la tratara diferente, o eso creía ella, ya que el resto de trabajadores la envidiaban al afirmar que a ella no le trataba tan mal como a ellos, YeRin siempre negaba rotundamente.

En esos momentos se encontraba en su escritorio al lado del despacho de su jefe mientras organizaba el horario para la semana siguiente. Era viernes y no tenían que volver hasta el lunes, pero a ella le gustaba organizar la semana de TaeHyung con antelación, por si luego se molestaba. Y es que ese era uno de sus trucos, intentar adelantarse a los pensamientos de TaeHyung y saber si algo le puede molestar intentar evitarlo. Así había sobrevivido dos años y lo iba a seguir haciendo, porque amaba su trabajo. Y no era solo porque recibía un buen sueldo, sino que ella sabía que TaeHyung en el fondo no era tan malo. De hecho puede decirse que el chico le gustaba un poco, y es que a veces se portaba muy bien con ella y a veces había conseguido ver su sonrisa alguna vez, rara vez.

— señorita Jung, a mi oficina, ahora— habló su jefe a través del comunicador que tenía en su escritorio. Así era como TaeHyung la llamaba cuando requería de su presencia, siempre con su voz fría y seria. Pero que aún así conseguía hacer que YeRin temblara al escucharla, la verdad es que la chica conseguía disimular sus nervios y pánico bastante bien. YeRin se puso en pie y se arregló su falda de tubo para entrar al despacho, no sin antes tocar.

— ¿Quería algo?— preguntó con una sonrisa, TaeHyung levantó la vista de sus papeles y la fijo en la de la menor. YeRin tembló de los nervios, pero siempre por dentro.

— Paso a por ti a las nueve— dijo mientras volvía a dirigir la vista a los papeles. ¿Cómo? Pensó YeRin— tengo una especie de fiesta empresarial. Es para hacer negocios con otras empresas y necesito que venga alguien de confianza conmigo— prosiguió sin mirar a YeRin a los ojos. La chica no pudo evitar ruborizarse al escucharle decir que necesitaba a alguien de confianza y elegirla a ella.

— De acuerdo— respondió intentando mantener la calma— si no requiere de nada más me marcho, señor Kim— contestó para hacer una reverencia y marcharse de ahí. Cerró la puerta al salir y corrió hacia su escritorio para sentarse y llevarse las manos a las mejillas, que las tenía rojas. Cuando consiguió relajarse después de unos minutos e iba a poner a terminar una serie de trabajo que tenía atrasado escuchó como se encendía el telefonillo y su jefe hablaba.

— Ah, y ponte guapa. Hay que dar una buena impresión— dijo rápidamente para cerrar de nuevo el telefonillo y que el corazón de YeRin empezara a latir por mucho que no quisiera.

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—¡Abre, abre, abre, abre!— gritó su amiga SoJung desde la puerta. YeRin corrió a abrirla mientras se ponía la toalla y las zapatillas, acababa de salir de la ducha ya que en hora y media su jefe pasaría a por ella. SoJung entró apresurada para lanzar los zapatos y tirar todos los vestidos que llevaba encima de la cama de YeRin. Ya que su piso no era muy grande, le llevó muy poco tiempo. — Mira mira, vas a ir divina con uno de estos vestidos— habló rápidamente mientras daba saltitos, YeRin solo rodaba los ojos divertida. SoJung llevaba meses esperando poder vestir a su amiga para una ocasión de ese tipo. La mayor sacó tres vestidos de sus bolsas con una sonrisa de oreja a oreja. Luego, se puso a observarlos detalladamente para coger uno de color rojo y tirárselo a YeRin. La chica iba a reprochar pero fue obligada a cambiarse.