— ¡Amor, Hotatu y Yamato no dejan de llorar! — La joven de pelos rosas tan claros como un algodón de azúcar que terminaban en un degradado verde limón claro empezó a preocuparse por lo bebés gemelos, pues sabía que cuando ellos lloraban, no tardaría en soltar muchas lágrimas ella también. — Sabes que si ellos lloran, yo...
Y Kanroji se echó a llorar.
— Mitsuri, cariño no llores, por favor... Amor, trata de calmarte... — Obanai abrazó a la mujer, mientras le daba suaves caricias en la espalda, no deseaba que toda su familia se sumiera en la tristeza, se suponía que esta visita estaría llena de sonrisas. — Si tú no sonríes, tus hijos no lo harán, así que alegra esa bella carita que tienes, ¿sí?
— ¡S-Síp! — Contestó mientras se separaba lentamente con una sonrisa, la mujer reaccionó de forma rápida y empezó a buscar los biberones, seguramente tenían hambre, a esta hora se ponían hambrientos y no habían previsto este contratiempo. — ¡Ya les prepararé sus deliciosos biberones, son maravillosos mis queridas criaturas de Dios! — Habló riendo con rastros de lágrimas en su rostro, mientras frotaba de forma delicada sus narices de ella y la de los bebés juntas, los cuales empezaron a reír.
Una vez que los biberones estuvieron listos se los dio a los bebés, que volvieron a calmarse. Complacida la madre fue hacia Zenitsu para finalmente poder ayudar en la búsqueda.
— ¡Zenitsu-kun, buscaré en el jardín! Ustedes encarguense del patio, la piscina y la casa, son tres después de todo, Rengoku al parecer ya se nos adelantó. — Él rubio sólo asintió, ya un poco más tranquilo.
Así fue como Obanai buscó en el hogar, Uzui fue a la piscina y Zenitsu al patio, mientras que Rengoku seguía preocupado por su hermano pequeño el cual se había perdido apenas y lo había dejado caminar por su cuenta en la mansión de los Agatsuma y Tengen.
Por el otro lado, los bebés comían sus galletas tranquilamente, una vez que las terminaron empezaron a jugar entre ellos, el niño mayor de apenas un solo año trato de hacer caminar al contrario de tan solo 10 meses, pero el menor sólo lograba gatear hacia donde el bebé de cabellos dorados y anaranjados se dirigía. Senjuro se terminó rindiendo, así se sentó al lado del de ojos rojizos, el mayor no sabía que hacer con el contrario.
Finalmente después de casi ponerse rojo de tanto pensar, decidió hacer un simple contacto; le abrazó. El menor solo empezó a reír, mientras sus lindos orbes brillaban ante la felicidad que le producía el contacto.
— ¡Así que aquí estaban! ¡Awww! — Mitsuri fue la persona quien les encontró, y cuando les observó de forma tan adorable solo siguió viéndolos con mucha ternura, pues lucían adorables. — ¡Oh, oh! ¿Dónde está la cámara?
Kanroji empezó a buscar la cámara entre los objetos de la mochila que traía "por si acaso" según las palabras de Obanai, cuando por fin encontró el objeto lo prendió y finalmente tomó la foto, incluso si sentía que el momento se perdería, el bebé no se había dejado de reír en ni un solo momento y parecía que Senjuro se había acercado aún más.
Que decir, Familia Pollito nunca la abandonaría aunque pasarán cuatro mil años.
¿Por qué no he actulizado? Que si mi inspiración poco a poco se estaba decayendo por como iba la historia de Kimetsu, el final me dijo "Aquí te cortó lo que quedaba". No tenía ganas de escribir y ya me había olvidado de Kimetsu, pero le tengo aprecio a unas dos o tres historias de aquí, las cuales veré que hacer con ellas, pues no es responsable dejarlas como si estuvieran activas o no como lo hacían.
Gracias.
Nos vemos en otro capítulo. ❤️
Atte: barquitoss ⛵
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⁞ '✎... Familia Pollito - KNY [Uzen & SenTan]
FanfictionUna familia perfectamente balanceada. Advertencias: ━━━━━ Capítulos cortos (400 palabras).