Paris no era uno de mis sitios favoritos para nada en realidad tenía demasiados recuerdos aquí, pero a pesar de que mis amigos lo sabían les valía puesto que me habían pedido que nos viéramos aquí. Moví mis manos en las bolsas de mi pantalón intentando entrar en calor, hoy era una de esas noches en donde hacía un frio insoportable, dejé mi cigarro posado entre mis labios mientras veía a las personas pasando frente mío, algunas parecían caminar desgastadas seguramente aburridos de la rutina mientras otros iban de la mano de quienes en ese momento eran sus acompañantes, esposas, novios o amantes no había diferencia en lo que era la ciudad del amor.
- ¿Has esperado mucho? - a mi izquierda la primera que hizo acto de presencia junto a su novia fue Pansy dudando si estaba jugándome una broma separé el cigarrillo de mis labios agachándome a besar su mejilla antes de hacerlo solté el humo en su rostro.
-Para nada solo unos minutos señorita Parkinson, veo que trae compañía- intente que se filtrara indirectamente mi reclamo, pero Pansy era Pansy así que solamente empezó a caminar hacia el bar al que iríamos con cuidado saque una cajita que se me había hecho costumbre cargar deje mi cigarro apagado dentro.
- ¿Qué tal va el trabajo Draco? – Granger como siempre tan acostumbrada a meterse en los asuntos de los demás había preguntado desvié mi mirada de ellas para soltar un bufido.
-Normal realmente los cuarteles del Ministerio no tienen nada de interesantes y menos para mí- conteste abriendo la puerta para que ambas entraran, el Bar Budaha era demasiado famoso entre los magos por sus extravagantes shows.
-Pero hay tantas cosas interesantes que podrías ver ahí- y empezó a divagar como siempre tendía a hacerlo, deje de prestarle atención en cuanto lo hizo, no estaba de humor para estar aquí con una intrusa en mi salida con mis amigos además sin quitar el hecho de que me había llamado Draco como si fuéramos amigos de toda la vida.
-Tomemos asiento en lo que vienen los demás- al escuchar lo sugerido por mi amiga hice caso tomando asiento de frente a las chicas.
Uno de los meseros se acercó hacia donde estábamos tomando nuestra orden en cuanto se retiró Granger hizo lo mismo excusándose que tenía que ir al baño.
- ¿Qué les pasa a ustedes?, ¿Acaso saben lo mierda que me pone verles felices con sus parejitas? - Pansy paso uno de sus mechones negros detrás de su oreja sin apartar su mirada de mí, sin poder evitarlo hice una mueca de frustración mientras miraba alrededor - Estoy seguro que hasta invitaron a Potter a venir por Salazar ustedes no tienen remedio- esta pareció sorprendida por mi comentario, rodee mis ojos, era tan obvio -¿Olvidaste acaso quien fue tu príncipe?- dije enojado- Ya lo paso demasiado mal en mi vida diaria como para que el único día que necesitaba a mis mejores amigos estos me traicionaran de esta forma- deje de hablar en cuanto vi a Granjera acercarse, me cruce de brazos mientras me recargaba de la mesa continuando mi sermón en silencio.
- ¿Me perdí de algo? - pregunto al notar la tensión del ambiente, cerré mis ojos contando hasta diez para no perder la paciencia, debía mostrar que por fin había aprendido a controlarme.
-Como sea- susurre una vez que este tomo asiento - ¿Cómo se ha encontrado Potter señorita Granger? - pregunte dejando que la castaña me analizara sabia mejor que nadie que ya no tenía el mismo aspecto de hace unos años y el más grande cambio que podía notar era mi cabello teñido de negro.
-Él está bien de hecho se canceló su boda- rodee mis ojos ¿A qué se debería eso?
-Por cierto, Draco ¿Por qué tienes tantos rasguños en tu rostro? - pregunto Pansy levantándose de su asiento para acariciar mi mejilla solté un suave quejido por eso.
-Hace unos días tuve un problema con el Escarbato de Newt, mi compañero del trabajo- expliqué mientras dejaba salir una débil sonrisa al nombrarlo, pero la escondí rápidamente alejando la mano de la pelinegra.
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Lo que alguna vez fue
General FictionUna historia corta de Draco x Harry. Autor: L.T.D.G