G E O R G E [ IV ]

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De todas las mujeres de Hogwarts, George Weasley tenía que enamorarse de una Slytherin, no, Diana no era solo una Slytherin, ella era una Malfoy... ¡Una Malfoy! Era la hermana mayor de Draco, y ante los ojos de los demás alumnos era arrogante, molesta, pero ante los ojos de George era... era simplemente perfecta.

La noche cayó sin que se dieran cuenta y George logro escabullirse de la sala común de Gryffindor sin que Fred, Filch y la Sra. Norris lo vieran, hasta había logrado burlar a Peeves para llegar a la torre de Astronomía antes de la media noche. No le sucedía seguido, pero algunas noches necesitaba unos minutos a solas, para pensar.

La noche estaba fría y el viento corría con más fuerza de la común en la torre, pero para George eso no importaba. En todo lo que podía pensar era en la sonrisa, los ojos, solo podía pensar en Diana. Y junto con ese recuerdo también vino a su mente la desagradable escena que había presenciado más temprano en el día, en donde un Slytherin hablaba animadamente con la rubia y luego había osado besarla, justo en frente de él.

— ¿No es un poco tarde para estar aquí Weasley? — Una voz, por desgracia, demasiado conocida para George hizo que aquellos pensamientos dejaran su mente, al menos por unos segundos, porque al voltearse y ver a Diana sonriendo en las escaleras de la torre solo pudo volver a pensar en ella y el chico de Slytherin.

— Si es tarde para mí, también lo es para ti. — Habló George para luego volver a mirar hacia el paisaje que se apreciaba desde la altura.

— Oh vamos, soy una Slytherin, uno espera que no siga las reglas, ¿verdad? — Diana se apoyó junto a George y lo miro, obteniendo de él solo una mirada de reojo. La rubia soltó un suspiro pesado, cansada del silencio que estaba obteniendo por parte de George. — De acuerdo, lo entiendo, no te caigo bien. — Murmuró para luego voltearse y apoyar su espalda sobre la pared.

— Nunca dije que no me cayeras bien. — La voz de George salió casi en un susurro, pero Diana pudo escucharlo y esto hizo que una gran sonrisa apareciera en su rostro. George sintió derretirse por dentro cuando la vio.

— Así que si te caigo bien. — Susurro divertida. — Eso es bueno, porque tú me agradas a mí.

— ¿A si? —Por primera vez el pelirrojo se giró hacia ella y la miro bien. La rubia asintió con una sonrisa.

Después de eso ambos guardaron silencio unos minutos, no fue un silencio incomodo, ambos parecían disfrutar de la compañía del otro. Fue Diana quien rompió dicho silencio luego de sacar una pequeña libreta negra del bolsillo de su túnica.

— Dejaste caer esto hoy... en el patio. — Dijo entregándole la libreta a George, el cual la miro algo asombrado. — Tranquilo, no la leí.

— Gracias. — Murmuró George aceptando la libreta. — Aquí anotamos las mejores ideas que tenemos con Fred, para bromas... o dulces. — Una sonrisa apareció en el rostro del pelirrojo y por consecuencia una en el de la rubia.

— Lucias bastante molesto hoy. — Diana lo miro tratando de conectar su mirada con la del chico, pero este parecía evitar aquello.

— ¿Enserio? — Pregunto sin darle importancia.

— Si... sobre todo luego de que Luca me besara... Es un idiota, casi lo convierto en una cucaracha pero Snape me detuvo. — Diana soltó una risa al recordar la escena, no solo por la cara de miedo que Luca había puesto sino porque también le generaba ilusión pensar que George, el chico que le había gustado desde su segundo año podía estar al menos un poco celoso. — No estamos saliendo... ¿Sabes?

— ¿Por qué me dices esto a mí? — Preguntó George luego de girar hacia ella, por primera vez ambas miradas se conectaron.

La respiración de Diana se volvió irregular, no había notado lo cerca que estaba de George hasta que este se volteó. Tragó en seco y luego tomo valor para hablar.

— No lo sé... Tal vez porque estoy tratando de que me invites a salir. — Murmuró sin despegar la vista de George, el pelirrojo frunció el ceño al escucharla. — ¿Sabes qué? Olvídalo, claramente no estas interesado, lamento haberte molestado.

Diana se incorporó y comenzó a caminar hacia las escaleras, pero antes de que pudiera llegar a estas George la tomo del brazo haciendo que volteara hacia él.

— Me gustas Diana, demasiado. — Susurró el pelirrojo haciendo que una gran sonrisa aparezca en el rostro de la rubia. — ¿Quisieras ir a Hogsmeade conmigo? En una cita.

— Me encantaría George. — Diana habló con una sonrisa, se puso en puntas de pie para alcanzar el rostro del chico y dejo un beso en su mejilla. — Descansa.

Luego de ver a la chica alejarse George volvió con una enorme sonrisa hacia la sala común de Gryffindor, poco le importo ser visto, poco le importo encontrarse con un Fred enojado esperándolo en el sillón frente a la chimenea.

— ¿Vas a decirme dónde estabas? — Preguntó Fred. George se dejó caer junto a su hermano en el sillón y sin perder la sonrisa hablo.

— Estaba consiguiendo una cita con la chica más linda de Hogwarts hermano.

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2020 ⏰

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