¿Amistad? - Katsuki Bakugo x Rayita

Capitulo 28

Llego el día de ir a comprar todo lo que necesitaba para ir al campamento. Me arregle y espere a que Bakugo me mandara un mensaje.

"Dragon de mierda, ya salí de mi casa. Espérame afuera."

Espere unos minutos y salí a la puerta de mi casa para que Bakugo no tenga que esperar. Cuando lo empecé a ver a lo lejos note como mi ritmo cardiaco empezó a acelerar y como sentía distintas corrientes eléctricas en todo mi cuerpo. Estaba muy nerviosa y ni siquiera sabía por qué.

- Hola – Me dijo con su habitual mal humor.

- Hola – Le dije tratando de sonar dulce y 0 nerviosa - ¿A dónde me vas a llevar?

- Al centro comercial que esta acá cerca. No creo que los extras vayan a estar ahí.

- Está bien.

Ambos estábamos hablando de cosas sin sentido, claro si es que a hablar se le puede llamar a sus "Tsk" cada vez que no sabe que decir por culpa de su mal humor constante. Aunque suene como algo que nadie aguantaría, y probablemente nadie aguantaría, yo amaba cada parte de él y eso no se me hacía molesto en absoluto. Llegamos y fuimos a comprar primero lo que necesitábamos para el campamento. Luego de que ya teníamos todo lo necesario fuimos a pasear un poco por el recinto y ver qué cosas nuevas había.

- Mira, Katsuki – Le dije – Abrieron un nuevo lugar de dulces. – Me había quedado embobada mirando un algodón de azúcar de color rojo como mi cabello. Me di cuenta como su vista se desvió hacia el cine que estaba al lado con un poster de una película nueva que había. - ¿Vamos al cine?

- Tsk. ¿Segura? – Me estaba mirando como si no creyera lo que había escuchado.

- Sí, yo vi el tráiler de esa película. Parecía buena. – Le dije, estaba mintiendo pero ya bastante tiempo habíamos estado ahí y él parecía no sacarse eso de la vista.

- Si queres – Me dijo y ambos fuimos a comprar los boletos para ir a ver la película.

El filme había resultado ser de terror, por lo cual estaba feliz porque eran mi genero favorito aunque si daba mucho miedo y estaba asustándome por todo. En un momento, con uno de los sustos, agarre la mano de Bakugo sin darme cuenta y al momento siguiente lo estaba abrazando en el brazo.

- ¿Para qué mierda me decís de ir a ver una película si vas a estar así? – Me dijo susurrando.

- Perdón. – Dije cabizbaja y separándome un poco de él.

Bakugo's P.O.V.

- Perdón – Me dijo y se separó de mí.

Me sentí fatal por como actué por lo que quise arreglarlo, la abrace por los hombros y la apegue a mi pecho. Ella cada tanto escondía su cara en mí y eso me hacía sentir muchos choques eléctricos debido a la dulzura que sentía.

Me tiene loco, realmente loco. Me la quede mirando y su cara era hermosa, no importaba como la mire, ni desde que ángulo, todo en ella era hermoso. Y sus labios, eran del tamaño y sabor necesarios para hacer que me vuelva loco y quiera besarlos todo el tiempo.

La película termino y ambos salimos muy emocionados comentándola, sorprendentemente no estaba hablando de mal humor ni con malas palabras. Note como se quedaba mirando ese asqueroso algodón de azúcar nuevamente y decidí comprárselo pero sin que ella lo sepa.

- Ya tendríamos que ir yendo a nuestras casas... Se está haciendo de noche. – Dijo, no había notado el paso del día.

- Sí, es verdad – Dije, otra vez, de mal humor. – Primero tengo que averiguar unas cosas.

- ¿Queres que te acompañe? – Me dijo dulce y con un hermoso brillo en sus ojos.

- No, lo hare más rápido si no me molestas. Quédate afuera.

Y así, la deje sola en la puerta del centro comercial. Compre su horrible algodón de azúcar rojo y una flor de plástico para que no se marchitara nunca. Fui con ella con mis manos en mi espalda.

- Tsk, cerra los malditos ojos

- ¿Eh? – Dijo confundida pero igualmente los cerro, yo saque las cosas de atrás mío y le indique que los volviera a abrir. Pude notar la felicidad y la emoción irradiando de esas cuencas marrones que tanto amo, ella me abrazo haciéndome sentir cosas que nunca había sentido y tomo las cosas con sus manos.

- ¿No me vas a acompañar con esto?

- Nunca, odio el algodón de azúcar.

- Lo sé. – Se rio y como una niña pequeña empezó a comer el azúcar feliz. Ya habíamos llegado a su casa y llego el momento que menos quería del día, despedirme. - Supongo que nos veremos en unos días.

- Tsk, supongo que si

- Gracias por el día de hoy, lo pase muy bien. En especial con vos. – Dijo con un rubor adornando su lindo rostro.

- Yo también lo pase bien.

No me contuve, acune su cara con mis manos y la atraje hacia mí para besarla. Tenía un sabor a azúcar que me estaba volviendo loco y me hacía querer más, no podía, no podía despegarme de ella. Todo era perfecto en este beso. Nos separamos, le di un último beso en la punta de su nariz y ella entro en su casa y yo fui caminando a la mía.

Cuando llegue note que la bruja no estaba pero mi papá estaba sentado en el sillón mirando la tele.

- Katsuki – Me llamo

- Tsk. ¿Qué queres? – Le dije de mal humor. Él se dio vuelta con una sonrisa y me invito a sentarme, cuando lo hice seguía con su sonrisa tonta.

- ¿Desde cuándo estas saliendo con ___ (TN)? – Me dijo feliz

- ¿Eh? – Le dije confundido y notando que tenía calor en la cara

- Los vi cuando estaba viniendo de comprar, son una linda pareja.

- Nosotros no somos nada – Le dije apartando mi rostro

- No le diré nada a tu madre, será nuestro secreto. – Lo mire y note como me dedicaba una sonrisa cómplice que yo no pude evitar devolver. – Pero cuando aclares todo con ella seria lindo para tu madre que la traigas, no como amiga o familia, sino como pareja.

- Tsk.

- También lo seria para mí, sé que ustedes dos se quieren y serian una pareja muy feliz.

- ¿Ya puedo subir? – Me estaba empezando a sentir incomodo

- Claro. ¿Comiste?

- No, pero no tengo hambre. – Escuche la puerta

- Deberías comer Katsuki, no importa si tenes hambre o no

- ¡¿Y QUIEN MIERDA SOS PARA DECIRME QUE HACER?!

- TU MADRE – Grito y empezamos a pelearnos a los gritos.

La pelea termino conmigo dando un portazo y tirándome en la cama.

¿Mi papá tendrá razón? ¿Deberé pedirle a ___ (TN) que sea mi pareja formalmente?

Una estúpida sonrisa se formó en mi cara imaginándome con ella al lado mío. Y así, me dormí.