CAPITULO-4-2/2

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Kim sale a dar una vuelta, no sabe porque pero está enfadada con esos dos chicos. Anda durante una media hora hasta que se da cuenta que no sabe dónde está. Bien, está sola a no-se-dónde, sin dinero, sin móvil y no sabe sonde ir porque no está en ningún sitio que ella conozca. “Genial, Kim Quinn y su maravillosa suerte” piensa la pelirroja.

Decide ir a tomar un café, pues resulta que tiene unas pocas monedas en el bolsillo. Entra en un bar y pide un café con leche muy caliente ya que hace bastante frío.

Mientras espera a que le sirvan el café, va al baño. Cuando acaba y va a lavárselas manos entonces, de repente, baja bruscamente la temperatura y al dejar ir el aire de su boca  sale esa especie de nube blanca. “Joder, yo pensaba que en el baño se ponía calefacción”piensa Kim. La chica se gira lo más lento posible al oír como si pasaran la mano por el antelado espejo. El miedo le invade cuando en el espejo se ve como si le hubieran pasado una mano para desentelarlo y al mirarse, Kim, ve una figura detrás suyo. Chilla. Entonces la mujer reflejada, claramente muerta, desaparece. Se gira de nuevo, no hay nadie. Kim decide salir del baño.

Al salir del baño, ve que el café que había pedido ya está servido así que se sienta en la mesa, instantáneamente aparece la camarera.

-¿Va todo bien?- pregunta algo extrañada. Debe haber oído el grito en el baño.

-Si… todo bien, gracias- le responde con una sonrisa- ¿Cuánto es el café?- pregunta para cortar la tensión. Pone la mano en el bolsillo y saca exactamente 2dólares.

-Un dólar me sirve.-dice la camarera.

-Está bien, toma.- responde dándole la cantidad exacta de monedas y, al acabarse el café, sale del bar.

Kim va andando por la ciudad, no sabe qué hacer ni donde ir y está al punto de la desesperación. De repente siente vibrar algo en su bolsillo trasero del pantalón. ¡Su móvil! La chica lo coge y mira quién es: “Sam Winchester”. Habían intercambiado números. Contesta sin pensarlo.

-¿Sam?- dice al descolgar el teléfono.

-Kim, ¿Dónde te has metido?- se oye desde la otra línea, pero no es la voz de Sam, sino que es la voz de su hermano, Dean.

-¿Dean? No sé dónde mieras estoy.- contesta Kim algo aliviada.

-Aún estas a la ciudad, ¿verdad?- preguntan desde la otra línea.

-Sí, estoy delante de “Jones Bar”- contesta la chica.

-No te muevas, vamos a buscarte – contesta Dean enseguida. Y a Kim no le da tiempo ni a contestar, el chico cuelga.

Kim se sienta en un banco y hace lo que le han dicho, esperar.

Al fin, el Chevrolette Impala del 67 de Dean estaciona delante de la pelirroja. Del coche sale, obviamente, Dean, que va hacia donde está Kim.

-¿Por qué te has ido de esta manera?- pregunta el hombre cuando llega a su lado.

-La verdad es que no lo sé.- contesta Kim.-Creo que es porque aún estoy rabiada con mi padre.- dice a lo que Dean se tensa al entender que está hablando de James.- ¿Pasa algo?- pregunta la pelirroja extrañada por su comportamiento. Dean se pone aún más nervioso.

-Ven, vamos al coche, Sam nos está esperando- dice el chico para cambiar de tema. Kim se lo mira extrañada, pero finalmente cede.

Una vez dentro del coche, Kim, de repente, recuerda una cosa que no le cuadra.

-¿Dónde está mi padre?- pregunta con temor. Dean para de repente el auto y se la mira, muy serio.- ¿Qué le ha pasado?- vuelve a preguntar la chica.

-Yo… lo siento, lo quise evitar cuando ya era demasiado tarde.- se disculpa. Kim cierra los ojos con fuerza imaginándose lo peor.- pero aún no sabemos ni si esta murto. Quizás aún está vivo.- intenta tranquilizarla Dean.

-¿Qué pasó?- pregunta Kim con una lágrima cruzando lentamente su mejilla.

-Los demonios se lo llevaron.-responde él.

-¿Y qué voy a hacer ahora, Dean? No tengo familia.- desespera la chica sollorzando.

-Eh, eh, eh, Sam y yo estamos aquí, contigo. Si quieres puedes quedarte con nosotros.- no estaba seguro de lo que decía, pero no iba a dejar a una chica de 17 años sola, y mucho menos en la situación en que se encontraba ella ahora mismo, sin padres, sin nadie… sin nada.

-Gracias.- susurra Kim quitándose las lágrimas con las manos, está muy cansada. Bosteza, cierra los ojos y en pocos minutos se duerme.

-De nada.-suspira Dean cundo ve a la chica dormida.

-Necesito salir de aquí… no puedo continuar con esto.- dice una voz. Es lo único que se oye en todo el agujero, pero no es el único ser que hay.- Por favor Kim, no me hagas esto.- dice de nuevo esa voz en off.

-ya la has oído Kim. ¡Eres un monstruo!- grita otra voz que saca una gran carcajada.

-debería darte vergüenza Kim, yo lo di todo por ti, y, ¿así me lo agradeces? Te pedí que cuidaras de tu padre, y tu como eres tan irresponsable vas y dejas que se lo lleven unos demonios de pacotilla… es que me das asco.- dice con desprecio, esta vez la voz de… Caroline.

-¡No, mamá!- Grita Kim justo al despertarse de  esa pesadilla… otra vez.

-Kim… ¿Qué te pasa?- pregunta Sam desde la otra cama, parece que el grito de Kim lo ha despertado.

-N-nada… una pesadilla- le contesta. Se levanta de la cama y va hacia el baño. Se mira en el espejo y se lleva una sorpresa de su parte, su pelo rojo, tiene una mecha rubia, y bueno, su cara también es un desastre, esta sudada, llena de lágrimas y unas ojeras horribles…

-¿Estas bien?- pregunta Sam desde el otro lado de la puerta mientras da unos golpecitos para que Kim se dé cuenta.

-Sí, ahora salgo- objeta Kim. Se lava la cara e intenta de alguna manera “lavarse” esa mecha que le ha aparecido por arte de magia… aunque a estas alturas este arte de magia ya no le parece raro. En cuanto se da cuenta de que se una mecha algo así como permanente, sale del baño.

-¿Qué te ha pasado?- le pregunta Sam algo preocupado.

-¿Tú crees que antes tenía esta mecha?- pregunta Kim cogiéndose la mecha. Sam niega con la cabeza y coge el mechón rubio para verlo mejor.

- ¿Es permanente?- pregunta el chico mirándose la mecha como si fuera la cosa más rara del mundo.

-Parece que si- contesta la pelirroja extrañada.

-nunca la había visto, pero mola bastante.- comenta Sam observando aún con más asombro el trozo de pelo rubio.

- Vale, ya está, nerd-le dice Kim cogiéndole su pelo de las manos y peinándolo. Suspira, le ha vuelto a la mente su pesadilla. Su madre… ¡Dios! Se sentía realmente mal.

-Mejor sigamos durmiendo, tenemos 3 horas antes de que sea la hora de salir de aquí.- le dice Sam junto con un bostezo.

-Sí, mejor. Buenas noches Sam.- se despide la chica.

-Buenas noches, Kim.

OTRA NOTA DE LA AUTORA:Bien, pude subir el capitulo :D espero que os encante. Y porfa votad, espero poder subir pronto. Besos xoxo <3

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2015 ⏰

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