𝟏𝟐 La felicidad de Alek

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄La felicidad de Alek

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄
La felicidad de Alek

—¡Te lo juro sobaka, esto es lo mejor que ha pasado en todo el año!

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—¡Te lo juro sobaka, esto es lo mejor que ha pasado en todo el año!

—Lo entiendo y me alegra mucho. —Kai sonrió mirando la dulce y despreocupada expresión de su novio.

Para sus adentros Hyuka estaba completamente tranquilo. Los días difíciles de Alek se habían acabado de una vez. Él sabía lo complicado que había sido el último año sin tener ni un solo momento de contacto con su madre. No había podido evitar sentirse algo culpable e impulsar al mitad y mitad que arregle los problemas con su madre era, digamos, una forma de redimirse y quitar la culpa de sí mismo.

—Mamochka viene todos los días, sobaka, ¡todos los días! Antes tenía suerte si se quedaba esperando en el auto de papochka —habló emocionado y agregó—; me trae comida o me enseña a hacerla, esto me hace muy, muy feliz.

—Supondré que ya sabes hacer stroganoff ¿no?

—¡Lo haré! Mamochka mantiene muy secreta la receta, pero ya la conseguiré y entonces cocinaré todo el stroganoff que quieras sobaka —exclamó emocionado.

Kai se sentía aliviado.

—Lo estaré esperando y...

Kamal ¿qué hace...? —El hombre apenas había entrado, se acercó a la computadora y levantó la mano—. Hola, Alek ¿cómo estás?

—Hola, Nabil, estoy bien —respondió alegremente.

—¿Como te va en la universidad? Espero que estes estudiando mucho.

—Me va bastante bien, gracias por preguntar ¿cómo h...?

Appa, ¿qué necesitas? —preguntó Kai, interrumpiendo a Alek.

Kai y su padre conversaban en coreano. Alek no entiende casi nada del idioma, apenas conoce palabras básicas y formula oraciones simples.

Observó cómo su suegro se marchaba y Kai regresaba con él.

—Papá necesita ayuda con algo, tengo que ir.

—Oh, está bien ¡te quiero, sobaka!

—Yo también te quiero.

—Bye~

Ambos cortaron la videollamada.

Kai sonrió y se levantó para ayudar a su padre.

Estaban en medio de ello y el menor no podía evitar sonreír al recordar lo feliz que se encontraba su chico. Nabil se había dado cuenta de ello.

He notado más contento a Alek ¿ganó la lotería? —Su hijo rió.

Algo mejor que eso.

¿Mejor que ganar la lotería? —Kai asintió— ¿Qué es? ¿Qué es?

Se arregló con su mamá.

¿Con Elena? —Kai volvió a asentir. El hombre seguía incrédulo—, ¿con Elena, la orgullosa? Estamos hablando de ella ¿cierto?

¡Appa! —Nabil rió y le acompaño Kai—. Sí, hablaron hace unas semanas. Papochka se quebró y ella también, todo terminó bien.

Eso es lindo, Alek estuvo mal todo este tiempo ¿no?

Sí..., como sea, me hace muy feliz.

A mí también y ¿desde cuándo le dices papochka a Maksim?

Streamers | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora