Streamers | Huening Kai

𝟏𝟓 Estar juntos

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐈𝐍𝐂𝐄
Estar juntos

—Ya deberían ir a dormir, Kamal tiene clases por la mañana —dijo Nabil levantándose del sofá—. Nosotros también debemos dormir.

—Espera, ¿Alek puede dormir conmigo?

—Claro, no dejaría que duerma aquí, este sofá no es cómodo a largo plazo. —Kai miró a su chico de pelo bicolor y sonrió en grande, sujetó su mano y lo llevó a la habitación—. ¡No duerman tarde!

—¡Está bien!

Alek entró a la habitación y Kai cerró la puerta. Los ojos del ruso se dieron un deleite al observar el espacio en el que sobaka había dormido todos esos años; las paredes pintadas de un lindo color azul cielo, las nubes que su madre había pintado para él, el escritorio con la computadora que ocupaba para sus streams, se acercó viendo un pequeño dije de plata que resplandecía por la luz nocturna.

Lo tomó en sus manos y sonrió, ese dije solía pertenecerle.

—Aún lo tienes...

—¿Crees que lo perdería? —pregunta mientras se posiciona a su lado.

—No... solo que lo cachorros suelen ser descuidados —murmura abrazándolo por la cintura.

—¿Soy descuidado?

—Solo eres mi sobaka —respondió y unió sus labios en un suave y largo beso que ambos necesitaban.

Este beso poco a poco subía de tono, haciéndose más y más necesario el contacto entre sus cuerpos, pero el mayor sabía que tenían que detenerse y así lo hizo, se separó lentamente.

—Debemos dormir, tú tienes escuela.

—No creo poder dormir —respondió Kai con un tono aniñado y se abrazó fuerte al cuerpo de su chico pecoso.

—¿Por qué? —pregunta besando su mejilla.

—Quiero contar todas tus pecas.

—Kai ja, ja, ja, harás que me sonroje. —Alek ríe y se separan, él se dirige hasta la cama donde, después de levantar el edredón, se recuesta—. Cambia tu ropa y ven con tu gatito.

El menor ríe y asiente, se encamina hasta su armario y de allí saca una camiseta y un pantalón bastante sencillo. Se cambió en frente de Alek, quien secretamente grabó un video y lo repetía una y otra vez, nunca se cansaría de ver a su niño.

Hyuka se acostó a su lado, y se abrazó al cuerpo de Alek, no quería soltarlo.

—¿No te cambiaras? —preguntó contra su cuello.

—Solo me sacaré la chaqueta... —El bicolor se sentó sobre la superficie suave y sacó la prenda oscura de su cuerpo, luego volvió junto a su novio.

—Oye, ¿papá te recogió en el aeropuerto?

—Sí, se puso feliz cuando le dije que vendría para tu cumpleaños. —Ambos rieron en voz baja.

—¿Estabas... nervioso? Ya sabes, por venir.

—Claro, siempre estaba la posibilidad de que te desmayes o me enviaras indirectas por instagram, eso hubiera sido gracioso.

—¿Qué me desmaye? —preguntó entre risas.

—¡Claro, soy muy guapo! —se defendió y besó el rostro del chico.

Las risas pararon y solo quedo un silencio cortante. Se miraban con amor y analizaban el rostro del contrario, grabando en sus memorias cada facción y cada pequeño detalle. Huening Kai siempre recordara esas pecas, esos ojos azules y esos labios con forma de corazón; y para Alek iba mucho más allá de lo físico, él tenía varios recuerdos de su infancia guardados en lo profundo de su corazón, recordaría ese lunar en su cuello y ese brillo hermoso en sus ojos.

Alek acarició la mejilla de Kai y cerró sus ojos, estaba cansado. Hyuka se dio cuenta de ello y comenzó a hacer mimos en su cabello y mientras lo hacía su saboteador interno hizo aparición, se preocupó por la estancia de su chico, por cuánto tiempo estaría junto a él.

—Alek... —El chico respondió con un "mhm"—. ¿cuánto tiempo estarás aquí?

—¿Podemos hablarlo mañana? Tuve un vuelo de casi 13 horas, sobaka.

—Sí, lo sé, lo siento, descansa.

—También tu, te quiero.