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Aunque Taylor era la esposa más perfecta del mundo, despertarse con el olor del desayuno era raro. Solo ocurría en ocasiones especiales, así que cuando el olor a panqueques esponjosos y jarabe de arce envolvió tu nariz mientras dormías, estabas segura de que todo era un sueño. Solo era tu cumpleaños; no era tan especial, así que no pudo haber preparado el desayuno para eso, ¿verdad?
Sin embargo, rápidamente descubriste que sí, era para ti cuando escuchaste los susurros fallidos de tus hijas gemelas. "¿Despertamos a mamá ahora?" Le preguntaron a Taylor, gateando hacia la cama.
"Esperen hasta que me acerque con la bandeja de comida chicas". Taylor susurró, el olor del desayuno se hizo más fuerte, lo que significa que se estaba acercando a ti. "Está bien ahora, chicas". Taylor les dio la oportunidad a las gemelas.
Sonreiste en tu almohada, sintiendo a las chicas sacudir tu cuerpo. "¡Mamá, despierta despierta! Tenemos algo para ti". Ellas te animaron.
Te volteaste, sonriendo ante la escena delante de ti. Taylor estaba de pie con una bandeja con toda tu comida favorita, y las chicas se sentaron sosteniendo los dibujos que habían hecho para ti. "¿Qué es esto?" Sostuviste tu corazón. "¿Cuál es la ocasión especial?"
"Hoy es tu día de nacimiento, esa es la ocasión especial. Feliz cumpleaños, bebé". Taylor se inclinó, plantando un beso rápido en tus labios. "Aquí, las chicas y yo te preparamos el desayuno". Ella coloco la bandeja de comida en tu regazo. "Esto es solo algo para comenzar el día de diversión que hemos planeado para ti".
Tomaste un bocado rápido de tus panqueques antes de enviarle una mirada a Taylor. "Sabes que no me gustan las fiestas y esas cosas. Espero que no hayas planeado nada demasiado grande".
"Depende." Ella se encogió de hombros. "No te preocupes, cariño. Te gustará lo que hemos planeado. ¿Cierto chicas?" Las gemelas asintieron y se acercaron mientras comían de tu plato. Eso es ser madre para ti.
"¿Por qué están comiendo mi comida? Pensé que hicieron esto para mí?"
"Lo hicimos, pero comparte mamá. Compartir es cariñoso". Ellas proclamaron.
Pusiste los ojos en blanco y comiste otro bocado antes de que ellas se comieran el resto. "¿Sabes lo que es raro? Tienen sus platos a medio comer abajo en la mesa. Tienen todo lo que tú tienes en el tuyo".
"No les gusta comer a menos que sea de uno de nuestros platos. Es mejor que se alegren de que no me importe". Las besaste, tomando los dibujos que ambas habían olvidado. Casi te ríes de cómo los dos te habían dibujado. Cabello naranja, en serio?
Pero antes de que siquiera pudieras reírte, Taylor te envió una mirada mortal, recordándote lo que había pasado la última vez que te reíste de uno de los dibujos que te habían hecho. Las chicas habían llorado durante dos horas seguidas, tampoco era un llanto quisquilloso, lloraron como si realmente les hubieras roto el corazón, por lo que prometiste no volver a hacerlo nunca más.
"¡Oh Dios mío!" Agarraste tu corazón, los ojos verdes de las chicas se movieron hacia ti. "Esto es hermoso chicas. ¡Me encanta!"
"¿De Verdad?"
"Diablos, sí. Me gustan todos los colores e incluso mi cabello naranja. Bravo chicas, ¡maravilloso trabajo!" Aplaudiste, y ellas se rieron alegremente.
"Está bien, ahora termina de comer. Tenemos que prepararnos para el día".
-
Caminando afuera hacia tu patio trasero, fuiste recibida inmediatamente con la canción de feliz cumpleaños. Cuando Taylor dijo que había organizado una fiesta, supusiste que habría hecho algo más ... adulto.
Sin embargo, caminas hacia el patio trasero y ves un partido de baloncesto con todos tus amigos alrededor te hizo sonreír. Cuando dijiste que te gustaban las cosas simples no estabas mintiendo, el baloncesto, el fútbol y un poco de bebida es lo que te emociona más fuera de tu amorosa familia, fans y música.
"Vamos, hagamos un juego. Tú haces todas las tonterías en 2k, pero veamos si tu trasero puede jugar como tu jugador". Masón te codeo con el brazo.
Lo empujaste hacia atrás, arrebatando la pelota de baloncesto de su mano. "Eso no es problema".
Eras una persona atlética ,por lo que ganar todos los juegos no fue una sorpresa para ti. Siempre dijiste que si cantar y actuar no funcionaban, los deportes estarían ahí para ti.
"Solo te dejamos ganar porque es tu cumpleaños. No quiero tener que vencerte frente a tu familia y esa mierda". Mason te abrazó.
"Sí, eso debería estar bien, pero ambos sabemos que eso no es cierto. Además, si Taylor no me quisiera, todavía les patearía el trasero". Te encogiste de hombros con tu amigo, mientras Taylor te saludaba.
"Tienes que ver el regalo que las chicas y yo obtuvimos para ti". Taylor te cubrió los ojos antes de atravesar el patio trasero cerca del lago.
"¿Por qué vamos a bajar cerca del lago?" Bebes del vaso de Hennessey que tenías en la mano.
"Espera"
"Porque esta es una caminata muy larga, y el lago es lo más alejado de nuestro patio trasero".
"Bueno, ya lo verás. Sé que te encantará". Dijo Taylor efusivamente , el lago y tu regalo están a la distancia. "¿Estás lista?"
"Sí."
"Muy bien en tres. Uno ... dos ... tres". Taylor retiró las manos y tú jadeaste al ver el helicóptero y el instructor.
"¿No lo hiciste? No puedo creer esto".
"Lo hice. Siempre hablas de querer recibir lecciones de vuelo, así que conoce a Lamar, tu maestro de helicópteros, y ve a ver tu nuevo helicóptero".
"Espera, ¿qué? ¿Ese es mi helicóptero?"
"Sí, tonta. ¿Por qué darte lecciones de vuelo y nada para volar?"
"¡Oh hombre!" Recogiste a Taylor. "Te amo niña".
"También te amo, bebé. Ahora ve a ver tu nuevo regalo". Taylor te golpeó el culo.
"No tienes que decirme dos veces. Aguanta esto y no lo tomes". Le pasas tu Hennessey a Taylor.
"Confía en mí, quiero pero no puedo beberlo". Taylor murmuró.
Saltaste hacia el helicóptero. "¡EL MEJOR CUMPLEAÑOS DE TODOS!"
