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KIM
Verlo con Alexa me destrozó, me doy cuenta de lo mucho que me gusta y esto duele.
Corrí hasta mi habitación, me quité el estúpido disfraz lanzándolo al suelo junto con la peluca, me recosté en la cama y abrígue completamente mi cuerpo semidesnudo, tenía un nudo en la garganta.
Recordé lo que papá una vez me dijo:
«El mejor remedio para un nudo en la garganta es llorar, llora Cariño, eso no te hace débil»
Las lágrimas se acumularon en mis ojos y lloré, lloré como nunca.
De repente escuché la puerta, no quería ir, seguí llorando sin importarme nada hasta que la puerta se abrió, Zeyn entró a la habitación.
—Kim, yo... — cerró la puerta.
—¿Qué?— dije sentándome, me tapé con la sábana —No expliques nada— me limpié las lágrimas.
—¿No quieres que lo haga?— preguntó mirándome con tristeza.
—No quiero nada de tí— dije apartando la mirada, volví a recostarme —Vete— dije sin mirarlo.
Cerré los ojos, sentí que su presencia a mi lado, tragué saliva.
—¿Sabes?— le escuché —No sabía que estarías en el jardín, de echo salí antes de que Ethan me avisara, pero fuí a ese lugar por qué me recuerda a tí— mi corazón latió rápido, abrí los ojos mirando su sonrisa, primera vez que lo veía sonreír—No quise hablarte por lo que pasó ayer, me sentía como un idiota— confesó —Esa chica apareció sin saberlo, no es nadie para mí, y déjame decirte que si lo fuera te lo diría, soy sincero, tampoco soy de dar explicaciones, pero aquí estoy.
—¿Quien es Olivia?— recordé que Ethan dijo que todo lo que había dicho, era mentira.
Bajó la mirada, tragó saliva.
—Mi hermana— susurró —Ella murió— un sentimiento de culpa me invadió, ahora todo tenía sentido.
—No quiero hablar de eso ahora— cambió el tema —No sé que me pasa contigo, hace rato le dije algo a tú amiga.
—¿Qué?— pregunté mirándolo fijamente.
—Le dije que cada vez que te veo, me vuelves loco— me sonrojé, aparté la mirada —Tu me haces sentir diferente, extraño, nunca pensé en nadie, ni sentí nada por nadie, te besé ayer gracias a una mentira, pero no me arrepiento, la verdad no lo hago— miró sus manos con ¿Nervios? —Pero entiendo que tú no sientas nada por mí, me rechazastes— No respondí —Bien, entonces me iré— me miró con tristeza —Adiós Kim— se levantó pero tomé su mano.
No sabía que hacía pero tenía, en un impulso tomé su rostro entre mis manos haciéndolo subirse en mi, está vez lo besé, lo hice, me sentí en el cielo, sus labios carnosos se movían en los míos, un beso largo se formó, cedimos por falta de aire, puse mi frente con la de el aún sin alejarlo de mí.
—Yo siento algo por tí desde el primer día que te ví— confesé.
Noté que sonrió, tomó mi rostro y volvió a besarme, está vez apasionadamente, lento, luego pasó sus manos por mi cintura apegándome a él, mi respiración comenzaba a acelerarse junto con la suya.
—Estoy loco por tí— susurró en mis labios.
Delicadamente pasaba sus manos por mis brazos y espalda haciendo que mi cuerpo temblara, puse mis manos en su pecho el cuál subía y bajaba rápidamente, fuí bajando mis manos lentamente mientras el besaba mi mentón para seguir por mi cuello, yo lo necesitaba, necesitaba de él.
Al besar mi cuello me rendí ante sus pies, mordisqueo mi hombro haciéndome soltar un gemido, me dió vergüenza pero el sonrió notando mi timidez. Poco a poco me quité la cobija mostrándole mi ropa interior, noté que se desesperó, metí mis manos debajo de su camisa, luego se la quitó mostrándome su torso, tragué saliva, comenzó a dejar besos cerca de mi brassier, pasé mis manos por su cuello. Él iba a desabrocharlo, me miró esperando una aprobación, mordisquee su labio y lo hizo, tapé mis senos con vergüenza, nunca antes había pasado por algo como esto.
—Eres perfecta— dijo quitando mis manos.
Comenzó a lamer mi seno, mientras tocaba el otro, gemía, era una sensación maravillosa, verlo mientras lo hacía era increíble. Luego comenzó a bajar lentamente dejando besos por mi abdomen haciéndome retorcer de placer, pasó sus dedos por encima de mis bragas, gemía más fuerte, su tacto en ese lugar me volvía loca.
Con delicadeza bajo mis bragas y pasó sus manos por mis piernas, subiéndolas encima de sus hombros.
No podía articular palabra de lo bien que me sentía, comenzó a lamer mi clítoris, apreté fuerte las sábanas, tomé mi cabello mientras me sentía en otro mundo, ese chico lograba hacer que perdiera la razón, volvió a mi boca dándome un beso corto.
Se levantó rápidamente y le pasó seguro a la puerta, aún estaba muy acelerada, no me dí cuenta que habíamos echo todo eso en un riesgo increíble.
Se acercó al píe de mi cama y se deshizo de su pantalón, en su boxer se podía ver el grande bulto que tenía.
Empezó a bajarlo y miré a otro lado.
—¿Por qué quitas la mirada?— dijo en vos ronca.
Volví a mirarlo viendo su grande erección, se acercó a mí y beso mis labios lento, mordiendo. Solté un pequeño gemido, tocó mis senos con sus manos las cuáles bajaron hasta mis piernas, se posicionó mejor, sabía lo que haría.
—Ten cuidado— susurré.
Frunció el ceño.
—¿Eres virgen?— preguntó.
Asentí apenada, él sonrió.
—Juro que nunca olvidarás está noche— susurró en mi oreja.
Sentí su miembro en mi entrada, paso sus dedos comprobando lo húmeda que estaba.
Me besó, fue un beso real, un beso que jamás voy a borrar de mi memoria, un beso dónde me confirmó su amor.
Comenzó a meterlo poco a poco, sentí un dolor muy fuerte, apreté su espalda soportando el dolor, mordí su hombro, escuché un gruñido de su parte, sentí como al final entró, se quedó un momento inmóvil y lo sacó rápido, besó mis labios, volvió a meterlo, dolía pero era un dolor soportable, siguió repitiendo lento y pausado, empecé a sentir placer a medida que seguía.
—Mas... —Susurré.
Aumentó la velocidad, solté más gemidos en su oreja haciéndolo excitar cada vez más, comenzó a hacerlo más fuerte, sentía un placer indescriptible.
—Me encantas, joder— gruñó, siguió más y más rápido.
Sentí el orgasmo cerca, eché mi cabeza hacía atrás y llegó, al mismo tiempo que a Zeyn, grité aruñé su espalda inconscientemente, él mordió muy fuerte mi labio, pero ese dolor me fascinó, a los momentos cayó rendido a mi lado.
—Yo... — dijo sin aliento —Creo que me enamoré.
Le miré, sonrió de una manera tan dulce, tierna, besó mi frente y me abrazó.
—Yo también me enamoré de tí— susurré.
•••
No sé olviden votar porfis y gracias por leer.
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𝙊𝙨𝙘𝙪𝙧𝙤 𝘼𝙢𝙤𝙧 (En Curso)
Lãng mạnHay secretos que los unen, que no se podrán ocultar por mucho, secretos que podrían destruirlo todo.