WatsApp | Madnessa

17

Capítulo narrado

Vanessa leyó varias veces el mensaje que Madelaine le había enviado hace apenas cinco minutos. Su corazón latía tan velozmente que pensó que tal vez iba a morir ahí mismo, pero descartó la idea cuando un segundo audio llego a su chat.

—Pero eso no es problema para mí. Podemos ser buenas amigas si eso quieres —fue lo que escucho a través de sus audífonos.

—¿Buenas amigas? —preguntó en voz alta. Pocos segundos después soltó una risita, claramente no tenían las mismas ideas.

Número desconocido: No quiero ser tu amiga, Madelaine.

Madelaine: No puedo ofrecerte nada más, desconocida.

Vanessa pensó que quizás era un buen momento para decirle su nombre. No le gustaba la idea de que Madelaine la llamara desconocida desde ahora en adelante.

Número desconocido: Me llamó Vanessa. Ya no tengo por qué esconderlo.

Madelaine: Es un lindo nombre.

Madelaine envío aquello tan rápido que no se dio cuenta del significado. A ella realmente le gustaba ese nombre.

Vanessa: ¿Tú crees?

Madelaine: Claro. Igual que el mío.

Vanessa: No hay comparación, el tuyo es mucho más hermoso.

Madelaine no puedo evitar sonreír al leer lo que Vanessa le escribió. Una idea le pasó fugazmente por la cabeza ¿Y si la llamaba? Así podría escuchar su voz por primera vez.

Sus manos temblaron ligeramente al enviar el próximo mensaje.

Madelaine: ¿Estás ocupada?

Vanessa: No, ¿Por que?

"Si no está ocupada entonces podría llamarla sin ningún problema." Pensó.

Salió de WhattsApp para poder entrar a las llamadas. Una vez lo hizo, marco rápidamente el número de Vanessa.

Primer tono...

Segundo...

Vanessa no sabía el por qué de la repentina llamada de Madelaine, pero no podía cortarle.

—Hey—contestó la morena.

La pelirroja sintió su corazón palpitar fuertemente contra su pecho cuando escuchó la voz de Vanessa. Era rasposa pero al mismo tiempo suave, un agradable sonido que gustaría escuchar muchas veces más.

—¡Hola! —saludó Madelaine, tratando de que su voz no sonara nerviosa, aunque era difícil en aquellas circunstancias—. Uhm ¿cómo estás?

—Bien.. —murmuró Vanessa sintiéndose un poco idiota al respecto—. ¿Y tú?

—Bien también —el silencio que se formó a continuación era bastante incómodo, así que Madelaine decidió romperlo—. Eres más callada ahora que hablamos por teléfono —soltó, pero a los pocos segundo se arrepintió temiendo que Vanessa se incomodara para luego cortar la llamada.