『86』

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Hyungwon y Changkyun caminaban por aquella calle llena de lujosas casas. Y era de esperarse, Renya venía de una familia adinerada, era modelo y había colaborado con marcas y salido en anuncios por la tele. Podía permitirse vivir en un barrio como ese. Incluso poseía más riquezas que Hyungwon, pero al contrario de este, se gastaba su dinero en videojuegos, comida a domicilio y viajes de aventura. Hyungwon prefería usar su dinero en ropa de diseño, autos y cenas en los mejores restaurantes.

O así solía ser antes de que Changkyun llegara a su vida, porque ahora tenía una bolsa enorme con snacks y papitas que Changkyun había escogido horas antes en el supermercado. Y no le molestaba, amaba comprar esas cosas a su novio, siempre y cuando eso lo hiciera feliz. Changkyun era exageradamente consentido por Hyungwon, pero tampoco era como si el menor le pidiera muchas cosas.

Changkyun siempre fue bastante humilde y simple, no le gustaba los lujos en exceso. Su pensamiento era "¿Para qué comprarme una camisa de Gucci si puedo comprarme cien prendas de ropa en Pull&Bear por el mismo precio?"

Gracias a esa percepción del más pequeño, Hyungwon comenzó a disfrutar de las cosas más simples, como comer tteokbokki en uno de esos puestos de comida callejera en lugar de ir a un restaurante de lujo donde las porciones de comida son más pequeñas que su mano, dar un paseo a pie en lugar de decidir cual de sus cinco autos usar para ir al parque de la esquina. Incluso conocer a los amigos de Changkyun le hizo más feliz. Cada uno tenía una personalidad única y siempre tenían mil y una ocurrencias, además se sentía como una familia. Hyungwon amaba a sus amigos ulzzangs, pero antes de la llegada de Changkyun todos eran iguales, mismo comportamiento, mismos intereses, mismas aficiones... Él también se incluía.

Se limitaban a ser una etiqueta, a ser lo que los demás querían ver de ellos. Una cara bonita y una "vida perfecta" llena de lujos, fiestas y viajes. Pero Changkyun logró cambiar eso en ellos también. Ya no se preocupaban por mantener su imagen social, ahora eran ellos mismos, sin miedo a las críticas.

-¿Por qué sonríes palito? -murmuró Changkyun, mirando al alto, quien tenía una sonrisa tonta en sus labios y la mirada perdida en algún punto de la calle frente a ellos.

-Porque me haces muy feliz -respondió devolviéndole la mirada.

-¡Yah! No digas esas cosas tan cursis repentinamente -dijo Changkyun cubriendo su rostro con la bolsa que cargaba en sus manos.

-¿Por qué?

-Porque haces que mi corazón se acelere.

Hyungwon rió y rozó su nariz con la de su novio, en un beso de esquimal.

Ambos se detuvieron cuando estuvieron frente a la casa de Renya. Extrañamente la casa estaba silenciosa y temían porque se hubiese cancelado la fiesta y no los hubiesen avisado.

Hyungwon tocó el timbre y cinco minutos después Renya abrió la puerta con la respiración agitada.

-Estoy pensando en mudarme a un apartamento, esta casa es demasiado grande, casi no llego hasta aquí -dijo sosteniéndose del marco de la puerta con una mano y su pecho con la otra-. Hola, chicos. Pasen. Son los primeros en llegar.

-¿Por qué no hay nadie aún? ¿No empezaba a las ocho? -cuestionó Changkyun dejando las bolsas en la isla de la cocina.

-¿Creían que la fiesta comenzaría tan temprano? -rió Renya-. Hasta las doce no empieza, pero los necesitaba para preparar el lugar y para cenar con alguien, es triste cenar solo todos los días.

Hyungwon lo miró serio y habló. -¿Somos los invitados y nos haces trabajar en TU fiesta que TÚ organizaste?

-Uhm... básicamente -se encogió de hombros su amigo.

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