Artium: academia mágica para la milicia

Capitulo 1: partida

Mi nombre es Andrew. Andrew Vitae, y elegí empezar a estudiar artes mágicas en la academia Artium, una academia que se centra en generar poder militar a través de los hechiceros... Mi familia a asistido a esta por generación, la sangre de mi familia es una muy preciada. Pues contamos con una bendición de sangre...  Supongo que no sabes que es eso ¿verdad? una bendición de sangre es la capacidad de una familia de usar usar una arte avanzado de la magia sin mucho estudio previo, mi familia cuenta con una que le permite aprender hechizo médicos fácilmente gracias a su sangre se pueden estudiar desde temprana edad, de no tenerla  durarían años para siquiera hacer el mas básico de los hechizos médicos... Como es mi caso.

No cuento con la bendición de sangre de la familia, no puedo realizar hechizo médicos básicos o tan solo intentarlo, sin embargo aun soy un Vitae y no solo eso. Yo soy el mayor de mis hermanos y aunque yo no heredare el titulo de jefe de la familia, les mostrare que con esfuerzo y dedicación puedo ser un gran hechicero, les demostrare que puedo ser útil para la familia.

Bueno. Llego mi momento.

Baje las escaleras de mi casa con mi equipaje, en la puerta principal se encontraban mis padres junto a mis hermanos, nunca había visto a mi mama tan conmovida, baje hasta donde estaba y le di un fuerte abrazo.

—Hijo no tienes que hacer esto enserio— dijo mi madre derramando lagrimas. Ella siente que no estoy listo para unirme a la academia... Ella teme que muera.

—Calma mama estaré bien. te prometo que nada me pasara— le dije en un tono calmado, eso la tranquilizo un poco, pero aun puedo ver en su rostro el dolor que le causa verme partir. 

—Calma querida, al final de cuentas es un Vitae, el tiene un apellido noble. Es capaz de hacerlo— dijo mi padre de manera mas positiva, aunque puedo ver en su mirada como finge esa emoción. El esta siendo fuerte por mi hermanos y mi madre, supongo que es difícil ver partir algo que cuidaste por tanto tiempo... Es como si una parte de ti se desprendiera y fuera lejos de tu alcance...  Los entiendo muy bien pero este es el camino que seguí y debo continuar hacia adelante con la voluntad de lograr lo que me propuse hace tiempo.

Vi como se acercaba mi transporte a través de la puerta, y ya era momento así que abrace a mis hermanos uno por uno, también a mi padre... Y partí de mi hogar, mientras iba hacia la estación de trenes en el auto podía ver un hermoso atardecer, uno que pintaba el cielo con cálidos tonos naranjas y bellos tonos morados, se mezclaban perfectamente en armonía... parecía decirme algo, pero no sabia que.

De un momento a otro ya estaba en la estación. La verdad no se si es la emoción del momento pero en la estación se veía un hermoso paisaje, parecía estar vacía pues habían muy pocas personas, sobre ella caía la luz del atardecer todo ser tonos de un color anaranjado precioso. Así que me senté, y mientra esperaba mi tren las luces se fueron prendiendo lentamente. Pronto aquel cálido atardecer se convirtió el una fría noche y con ella llego mi tren.

Me subí... encontré un asiento, junto a una chica de cabello corto, ella parecía haberse dormido desde hace rato, parecía llevar unos lentes en su mano, tal vez se lo quito para dormí mas a gusto, parecía alguien descuidada ya que su ropa estaba algo desarreglada, sin embargo no le di importancia. Estaba algo agotado por el día de de hoy, y mientras pensaba como seria mi nueva vida en a academia me repetía a mi mismo que debo seguir con la voluntad de seguir adelante.

Luego de unas horas no podía soportar mas el sueño y decidí acostarme ya que la academia queda muy lejos y voy a llegar mañana.

-¿Podre con esto?- me dije a mi mismo ante de conciliar el sueño