Artium: academia mágica para la milicia

capitulo 2: la extraña chica del tren

—¿Oye tienes algo de comida?— me dijo uno voz que parecía tímida, despertándome de mi sueño.

—¿Que dices?— pregunte algo confundido.

—Que si tienes comida... la verdad estoy en el tren desde hace tres días y me gaste todo el dinero, lo siento la verdad no quería fastidiarte pero estoy hambrienta— dijo ella de manera muy amable.

—La verdad no tengo comida, pues mi viaje es corto. Pero podemos ir juntos a buscar algo en el camarote del chef— la verdad me dio algo de lastima... Ademas parecía alguien muy amable y tengo dinero de sobre para esto.

—¿Enserio? sabes no quiero que gastes dinero. no quiero ser una molestia— dijo de una manera muy suave, casi no la podía oír.

—Si, esta bien de todas maneras yo también tengo hambre— después de eso, le tome la mano y la ayude a levantarse... Sin embargo se veía algo apenada por tomar su mano.

—yo lo siento no pensé que...— le dije algo avergonzado por la situación.

—esta bien no importa. solo no estoy acostumbrada a que las personas actúen así conmigo— dijo mientras se levantaba y me acompañaba por el pasillo.

Mientra caminábamos note que sus ojos eran muy peculiares parecían cambiar de color según la luz... La verdad me pareció hermoso y fascinante, es como si alguien mezclara colores y dependido del momento se muestre cada uno. Le quería preguntar por que sus ojos son así... Pero la verdad no quería hacer nuestra interacción mas incomoda.

Se me ocurrió hablarle para hacer el ambiente menos tenso.

—¿Y que haces en el tren?— le pregunte me daba curiosidad saber que tan largo era su viaje, pues parecía llevar unos días en el.

—Eso. Eso no es importante... Dentro de unas horas llegare a mi destino... Y tu hacia donde vas?— me pregunto con su silenciosa voz.

—mmmm... tampoco importa mucho la verdad, ¿y que te gusta hacer con tu tiempo libre?— le dije intentando hacer florecer la conversación.

—me gusta mucho la botánica y a veces practico magia, y tu que haces con tu tiempo libre?— dijo un poco mas confiada que antes.

—dormir mas que todo— le dije intentando hacerla reír.

—enserio?, duermes mucho?— ...creo que ella no le ve la gracia.

—no, osea era solo un chiste... Soy malo para la comedia— le dije muy apenado.

—Oh... esta bien, a mi tampoco se me da— dijo con un pequeña sonrisa en su rosto parecía que ya no estaba siendo tan tímida.

Frente a nosotros esta la puerta del camarote del chef, la abrí dándole paso a ella, y después nos sentamos. Ella parecía estar muy apenada por la situación... Aun. Así que ordene por los dos, no sabia que le gustaba a ella así que ordene que ordene dos hamburguesas ella no pareció tener problema con ello y si lo tenia probablemente su timidez no le permitió expresarlo.

Mientras esperábamos intente hablar con ella yo estaba fascinando por sus ojos así que decidí preguntarle.

—Oye y... Tus ojos son muy bonitos. parecen cambiar de color— le dije intentando ser lo mas cortes posible.

—Mmmm gracias... es de familia— dijo ella, apenas y pude oír lo que dijo casi parecía un murmullo. Ella no parece estar acostumbrada a los halagos.

—Mi nombre es Andrew. Me di cuenta de que no te lo había dicho— le dije intentando averiguar cual era el nombre de ella.

—El mio es Elisa— dijo mientra se acercaba el camarero con el pedido.

Juntos empezamos a comer. había un silencio algo incomodo entre los dos, ella no parecía tener intenciones de empezar otra charla, y yo la verdad me sentía algo estúpido, pues no sabia que decirle a alguien tan tímida y introvertida.

En cuanto acabamos no fuimos de hay hacia nuestro asientos y ella gentilmente me dijo —muchas gracias— con un sonrisa en su rostro después se sentó a mi lado y quedo callada por el resto del viaje.

Yo la verdad tenia mucho sueño pues aun era temprano, así que me volví a dormir.

Cuando despierto me doy cuenta de que había llegado a mi parada... ¡y el tren estaba apunto de partir! tome mis pertenencias y grite lo mas fuerte que pude —¡espere un momentoooooo!— por suerte mi vagón estaba cerca de la locomotora y el maquinista me escucho... Sin embargo me grito por mi falta de atención... 

Me di cuenta de que la chica de los ojos bonitos ya no estaba se debió haber bajado a pesar de ser algo extraña. También era agradable... Aunque eso ya no importa.

Ahora si estoy aquí en la entrada de una de las siete academias mas afamadas del continente... Artium.