La niña de la casa

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A veces me siento como una niña aburrida,

o como una bebé con las manos levantadas.

Me puedo ver acurrucada en medio de la oscuridad.

En ese rincón oscuro de mi inconsciencia 

se halla una niña temerosa

con las rodillas raspadas

y un zapato perdido.


Cuentos huérfanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora