❲Tᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ❳
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La familia Jewett buscaba un lugar más tranquilo para vivir, y la mejor opción fue Forks. Un pueblo en el que el sol casi no salía, pero que escondía demasiados secretos que poca gente llegaba a conocef.
Y al que rara v...
La mañana era nublada, como sería cualquier otro día en Forks. Con uno que otro trueno indicando que en cualquier momento la lluvia se dejaría caer.
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Toda la casa se encontraba sumida en silencio imperturbable. Hasta que las alarmas de cada uno de los integrantes de la familia Jewett sonó al mismo tiempo. La de los padres era La Quinta Sinfonía de Mozart. En cambio Danielle usaba el tono de la película La Purga para despertarse, era de sueño pesado. Dallas, por otro lado, prefería despertarse oyendo el sonido que hacían las ballenas, que para ella era tranquilizador.
Cada integrante se levantó con pereza de sus camas. Después de eso cada uno fue a su respectivo baño. Excepto que el padre tenía que esperar hasta que su esposa saliera. La rutina de las dos hermanas era la misma. Lo primero que hacían eran sus necesidades físicas, para luego dejar que el agua se calentara mientras escogían su ropa. Danielle optó por un vestido de color vino, unos cuantos centímetros arriba de las rodillas, con unas botas negras de tacón largas, y su abrigo negro (creado por su mamá), añadiéndole una boina del mismo color.
Apenas Dallas trataba de escoger su ropa su hermana entró.
━━Hola State ━━la saludó.
━━Hola Man, ¿qué haces aquí? No es que no te quiera pero...
━━Yo vine aquí para que tú vayas con el mismo patrón de colores que yo.
━━Pero...
━━Por favor ━━la tomó de las manos━━. Tenemos que hacer una entrada como todas unas Chicas pesadas a la escuela. Ándale, por favor.
━━Bien.
━━Genial ━━se metió prácticamente a su closet para buscar su outfit━━. ¡Tú tranquila! ━━le gritó━━. Haré que te veas genial. Métete a bañar, yo sabes que lo hago en menos de lo que canta un gallo.
Y era verdad. En esa familia no había nadie que se bañara tan rápido como ella. Siempre tardaba cinco minutos exactos, contando el hecho de que dentro del baño se hidrataba la piel con sus cremas.
Dallas hizo caso a su hermana, y se metió a bañar. Trataba siempre de no demorarse mucho, pues en esos climas si se llegaba a enfriar no resultaría nada bueno a su salud.
La hija mayor terminó su trabajo, y se fue a su propia habitación satisfecha de su logro. No sin antes haber saludado a Nopus. Ahora comenzó ella con su rutina: bañarse, hidratarse, cambiarse, peinarse (aunque ese día se lo dejaría con sus ondas naturales) y maquillarse.
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