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Estaba deseando llegar pronto a la pequeña cabaña, cuando de pronto se escucharon unos disparos provenientes de ahí, acelere el ritmo, al llegar no habia rastro de Mathias. Me asegure de buscar muy bien en cada habitacion, en cada pequeño rincón que albergara la cabaña, pero todo me indicaba que nadie había estado habitando ahí desde hace un muy largo tiempo, de hecho es un sitio muy desagradable para el contacto humano y casi podia oler ese desagradable olor, putrefacto, si carne descompuesta y claro era de esperarse encontrar una capa de polvo por cada rincón y latas vacias por toda la casa. Conociendo a Mathias un chico que hace de todo para estar con un cabello perfecto y un atuendo con flow dudo que haya estado aqui siquiera un dia.
Ya pasado algo de tiempo empece a escuchar molestos gruñidos ''Aaajs'' al parecer los disparos fueron oidos por nada menos que unos veinte ''podridos''. Asi era como se les conocian, tenian toda clase de apodos ''Los z'' "Los muertos" "Los caminantes" incluso ''Los hamsters'', es curioso porque su nombre científico no es nada similar a alguno de esos apodos, a los "hamsters" se les conocía científicamente AI ¿que quiere decir? agente infeccioso, quien iba de esperarse tal nombre.

Rapidamente salí por la puerta trasera, tenía pocas municiones para tantos cerebros. Me eché a correr sin ver a donde me dirigia, hasta llegar al punto de perderme.
De pronto sonaron nuevamente disparos, no muy lejos de mi posición. Me dirigí presurosamente ahí con la esperanza de que fuera Mathias quien disparaba, pero que sorpresa la que me lleve.

Pero esperen, stop ¿para que iniciar de esta manera?estoy segura que les gustara saber como inicio todo este caoz, así que voy a ello.

En bosques cercanos a la ciudad de New York habian caido varriles de petroleo o bueno eso dijeron las noticias, y por obvias razones se prohibio la entrada o cualquier contacto con el area. Segun unos oficiales de la armada, el petroleo contenia un toxico sumamente peligroso, pero esa información fue advertida muy tarde al pueblo más cercano.

Sin embargo era evidente que la situacion estaba a punto de cambiar ya que en tan pocas semanas ya habían números problemas en toda la zona. El pueblo más cercano era Mimipis, en donde habitaban miles de personas, quienes fueron los primeros afectados por su cercanía a los bosques y de peso no fueron alertados del peligro que corrian. Con el tiempo la salud de muchos habitantes fue empeorando, cada vez atacaba a mas y mas personas del área, hasta el punto de llegar a los otros pueblos cercanos.

Lo curioso es que todo inicio con una simple migraña si un severo dolor de cabeza, comun y corriente, jamás podrías imaginarte el grave riesgo que sería tener estos síntomas, pero esta no era todo, después de un periodo de aproximadamente diez días las personas diagnosticadas entraban en una segunda etapa donde expulsaban una mezcla espesa similar al vomito de color rojo muy fuerte parecía que algo moria en su interior y su cuerpo lo expulsaba para liberarse de ello, pero ¿quien sabe?.

Con los meses, la situación iba empeorando, decallendo no solo los pueblos, si no también ciudades y a un paso alarmante, hasta el estar en peligro todo un país.
Los medicos llegaron a la conclusión de que era una intoxicacion por alimantarse de las frutas infectadas o por beber del agua, pero aún así, despues de cierto tiempo y que el problema no mejorara se comenzo a escuchar rumores que ocultaban algo, y que la supuesta "intoxicación" solo fue una excusa para no sembrar el paníco entre los ciudadanos, típico de esta gente.

Tanto la prensa como el gobierno nos hicieron tragar ese cuento, esa historia de que "era un cargamento de petroleo inofensivo sin ningun daño critico" no era cierto, era una mentira que ocultaba a otra aún más profunda e oscura.

En aquel entonces vivia en un pequeño departamento en Boston con mis dos compañeras de universidad, Mackensie y Harvett. Ambas eran algo mas altas que yo de hecho era la enana en la clase. Mack era de una cabello lizo y Harvett de cabello rizado eran unos rizos perfectos, ambas de unos hermosos ojos azules aunque un azul tan oscuro que te perdías completamente al admirarlos, piel blanca a excepción de Mackensie quien era un poco morena y delgadas muy delgadas diría yo, de hecho porque miento tenían un cuerpo que cualquiera desearía.
La madre de Mack trabajaba como guardia de seguridad en una vieja escuela de New York, así que su comunicación de madre e hija no era tan buena por la barrera de distancia que las separaba, mientras que de su padre se desconocía su paradero, al menos eso nos decía. Al contrario de Mackensi, Harvett tenia una vida bastante buena con lujos, viajes, coches, ropa fina y fiestas por todos lados. Los padres de Harvett eran dueños de una muy reconocida empresa de viajes de los Angeles, que digo de Los Angeles de todo el mundo, tanto que yo podría ir a Italia, Japón y al otro extremo del mundo he incluso me toparía con su agencia en cada esquina. Harvett era muy afortunada a pesar de toda la carga que sus padres llevaban al manejar su multimillonaria empresa, ellos siempre estaban para su pequeña Harvett, pendiente de su vida y todo lo que la involucrase en ella, siempre he dicho si tienes a tu familia contigo tienes el mayor tesoro.

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