"Mi vida antes de él era tan simple y categórica, ahora después de él, simplemente me queda el después." Tessa (After)
Me desperté por los rayos de sol que entraban por mi ventana. Todavía no me había acostumbrado a mi nueva habitación, ni tampoco a mi nueva vida aquí en Los Ángeles. Miré a mi alrededor. Aunque esta habitación no era nada mi estilo, Robert se habíaesforzado mucho para que me sintiese como en casa. Tenía todo lo que cualquier chica adolescente podría desear. Un balcón con vistas al famoso cartel de Hollywood, una cama kingsize llena de cojines rosas y un baño privado más grande que el salón de mi antigua casa. Incluso tenía jacuzzi. Entré al vestidor para elegir mi outfit del último primer día de clases. Ignoré la ropa tan cara que me había comprado Robert y me puse una camiseta básica con unos shorts y las converse tan gastadas que llevo desde que tengo memoria. Me miré en el espejo pensando en cómo recoger mi pelo. Opté por un moño desarreglado y un maquillaje natural, me puse un poco de corrector, me ricé las pestañas y les puse rímel, me puse algo de iluminador, fijador y gloss.
Miré mi reflejo, era una chica normal. Era más bien bajita, medía 1.65, mi cuerpo era delgado, pero nada del otro mundo. Mis ojos eran marrones. Mi cara estaba repleta de pequitas que junto a mi pelo pelirrojo me daban un aspecto aniñado que nunca me había gustado mucho. Intenté mentalizarme.
-Vamos, Rayita, hoy empieza tu nueva vida.
Tu nueva vida de mierda
Tú siempre tan positiva, piérdete ya.
Va a ser que no, somos la misma persona, lista.
Pero serás!...
- Rayita! Ya está el desayuno!
- Ya voy!
Entré en la cocina y me invadió un fuerte olor a quemado, la gran isleta estaba repleta de utensilios y los restos del intento de chef de Robert se extendían por toda la sala. Ignoré el trozo de masa pegado en el techo.
- Creo que mejor te daré dinero para que tomes el brunch en la cafetería, yo te llevo hoy, que se ha hecho tarde, el resto de días te llevará mi hijo.
Su hijo, ese al que todavía no había visto desde que llegué de Kansas hacía ya tres días, dudaba que fuese él quien se había ofrecido a llevarme. Seguro que era un playboy, no tengo pruebas, pero tampoco dudas. Cómo los detestaba.
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Me encontraba a las puertas del instituto Chalton Hill, mi nuevo infierno personal. Aunque he de admitir que parecía sacado de una película. Respiré hondo y entré por la puerta principal, tenía que pasar por el despacho del director a recoger mis horarios.
- Hola, buenos días, ¿podría indicarme dónde está Dirección? -le pregunté al conserje.
Siguiendo las indicaciones del amable señor, llegué al despacho del director, tuve una conversación poco interesante con él. Con el código de mi taquilla y el horario en mis manos, me dirigí a mi primera clase, tocaba Matemáticas y por si fuera poco, llegaba tarde.
Llamé a la puerta de la clase y me abrió un tal sr. Goras.
- Señorita Parker! La estábamos esperando, pase, pase.
- Gracias, señor Goras.
-Por favor, tutéame y llámame Pita, no me hagas sentir viejo, aún tengo edad para ser tu novio.
Creepy...Alerta rarito
-¿Decías algo?
-Nada, nada, ya me siento...
-No, no. Ya que estás de pie, preséntate a tus compañeros, por favor.
Mierda.
- Emm...
Todos me están mirando, qué vergüenza, ¡no sé qué decir!
¿Qué tal tu nombre y de dónde vienes?
- Soy Rayita Parker y vengo de Kansas, concretamente de la capital, Arkansas... -no había terminado de hablar y la gente empezó a murmurar.
"¿qué es eso?" , "tenéis wifi allí?", "seguro que vivía en una granja y un tornado la arrasó", "ya decía yo que olía muuuucho a vaca".
- ¡Bueno ya está bien! Rayita, puedes sentarte. Empezamos con Pitágoras.
Sonrojada, me fui al único sitio libre en la penúltima fila, muchos de mis nuevos compañeros mugieron a mi paso, burlándose. Pero no me importó, estaba acostumbrada a ese tipo de cosas, no iba a dejar que me achantaran.
Nada más sentarme, el chico a mi lado se giró hacia a mí. Desprendía un aire de diva que yo jamás conseguiría alcanzar.
- Hola, vaquera! Ignora los comentarios de esos neandertales. ¿así que eres de Kansas, eh? Pero, ¿Kansas y Arkansas no eran dos estados diferentes...? Bueno, whatever, ¡adoro tu pelo! ¿Dónde compras las pelucas? Llevo meses buscando una de ese tono...-me tiró del pelo antes de que pudiese resistirme- no preguntes para qué. En fin, me encanta tu nombre.
- Vaya, grac...
- ¿y tus pequitas? ¿son pintadas? -se lamió el dedo y lo frotó contra mi nariz, sin darme tiempo a reaccionar, otra vez- Ay, son de verdad...! Ideales honney, whatever, creo que vamos a ser grandes amigas, ¿verdad vaquerita...? ¡Pues claro que sí! By the way, me llamo Colton, Colton Flags.
- ¿Como el director Anthony Flags?
- ¡Justo eso, darling! Es mi papi.
Pita Goras nos mandó callar.
- Lo siento profesor, ¡es Rayita! la vaquera ha desayunado lengua de vaca esta mañana, al parecer.
-Serás traidor... -murmuré
- tsss... te lo compensaré esta tarde de compras -contestó también entre susurros.
Tras eso, intenté concentrarme en mi tarea.
Había pasado ya casi la mitad de la clase sin incidentes, hasta que noté que me lanzaban algo, pero lo ignoré. Tras varios golpecitos, me giré, cantándole las cuarenta al idiota que estuviese detrás.
- ¿Se puede saber qué quieres pedazo de... -las palabras murieron en mis labios cuando le ví.
El resto de voces parecieron apagarse a mi alredor al ver al Dios griego al que acababa de gritar. Ante mí se alzaba un chico de pelo negro azabache, arrebatadores ojos verdes, mandíbula marcada y labios carnosos. Se podía ver que era muy alto, aproximadamente 1.92 y estaba sentado con una de sus piernas sobre el pupitre, como si nada le importara.
- ¿eh...? ¿qué te pasa cheeto? ¿te has quedado muuuda muuuñeca?
Cómo no, guapo y gilipollas. No iba a dejar que me humillase tan fácilmente.
- ¿qué te pasa a ti? Ahora no te hagas el loco, me estabas lanzando bolitas de papel.
- No te emuuuciones tanto muñequita, de hecho, solo te había lanzado un boli. Las bolitas eran para pedirte que me lo dieras.
Esto iba de mal en peor, menos mal que la clase se acababa ya.
- Bueno, la clase ya ha acabado, puedes levantarte y recogerlo tú mismo.
- Muuuy amable. - contestó él.
Pero yo ya me había girado, dispuesta a ignorarle.
- Falling for Johnson? No te lo recomiendo vaquera, todos hemos pasado por ahí y no acaba bien, es un mujeriego egocéntrico.
- Tranquilo, jamás caería en su juego.
Querrás decir que jamás lo ganarías
Cállate!
- ¿qué dices mi ciela?
- Nada, nada! Que tengo muchas ganas del plan de esta tarde...
- Yasss nena, te voy a hacer todo un makeover!!!
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El quarterback playboy mafioso es mi niñero?!!🐰
Tienerfictie- Admítelo Parker, te enamorarás de mi.- Susurró en mi oído. - Ni en tus mejores sueños, Johnson. Soltó una risa seca. Dios, que sexy era. Durante mis años en Kansas nunca me habría imaginado que desde el mismo día que llegara a Los Ángeles mi vida...