Clark escuchó un rugido entre la confusión de la niebla. Intentó mirar a través de la misma con su aumentada visión a Bruce pero, en lugar de ver al hombre murciélago, vio una figura amorfa que, a medida que se acercaba, tomó la figura de un oso grizzly.
Al principio se quedó atónito, mirando al gran animal que nunca antes había visto, luego, la preocupación invadió su ser pensando a dónde había ido Batman.
—¿Bat…? —Miró hacia todos lados, pasaba su vista por el animal de vez en cuando para evitar que escapara, solo podía escucharlo rugir y acercarse —¡Hey, atrás!—Gritó al oso cuando este se acercó, con sus casi dos metros de altura.
Nada lo preparó para sentir las grandes garras del oso posarse suavemente en sus hombros y moverlo, como intentando sacudirlo.
—E-espera… ¿Bruce? —Un sonido lastimero salió del oso, aunque probablemente era un gruñido. Se mordió por dentro para no reír. ¡Ah! Tenía tantos problemas ahora mismo.
Tuvo que buscar a Zattana. Fue gracioso ver a un oso Bruce moverse descoordinado por el pequeño lugar y tirarlo todo mientras lanzaba verdaderos gruñidos.
"Un beso de la persona que Batman más amara"
Clark miró a Bruce que gruñó ante la solución al problema. No sólo era cliché e infantil, sobre todo ¿Quién podría ser la solución? ¡Era el jodido caballero de la noche! No conocía a nadie que pudiera ser amado así por Bruce.
Así que, como el buen amigo que era buscó a Selina, varias chicas con las que salió Bruce Wayne y hasta le pidió el favor a Diana, quién se burló en su cara porque "ya tenía la solución en sus manos", según ella. Ah, ¿Cómo podría ser eso?
—Encontraremos algo, Bruce —Su mano a estiró, acariciando el suave pelo de Oso Bruce. Ahora era esponjoso y adorable. Atesoraría esa imagen por mucho, muchísimo tiempo.
Lo escuchó gruñir, seguro estaba molesto. Sin embargo, cuando menos lo penso, gran oso Bruce lo empujó contra la mesa de reuniones de la Atalaya, donde estaban. Se cirnió sobre él y luego aplastó todo su peludo cuerpo contra el suyo, le dio una gran lamida que, Clark, pudo casi sentirse como una presa de la naturaleza salvaje.
Así que sucedió. La niebla rosa y molesta apareció y tras el pelaje que se quemaba a su paso la figura humana de Bruce volvió a aparecer.
No necesitaba más explicaciones para entenderlo todo.
Él también lo quiso desde el principio.
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¡Lindo miércoles!~
